Hábitos: cómo influyen en el crecimiento

Un hábito es una conducta que si se repite lo suficiente se vuelve automática. El proceso inicia con una secuencia de ensayo y error. En cada situación nueva el cerebro tiene que tomar una decisión y se enfrenta a varias soluciones hasta que, a base de repetirla, se vuelve un hábito.

 

Algunos ejemplos de hábitos son las soluciones sencillas y cotidianas que implementamos en nuestro día a día: estás ansioso y, para relajarte, ingieres una pastilla para los “nervios”, o después de un día con muchas presiones laborales decides tomar una copa de tequila para liberar la tensión de la jornada. Estas recompensas tienen un ciclo de retroalimentación que puede ser positivo o negativo: estás estresado, ingieres la pastilla o bebes el tequila.

Vivimos de sueños y deseamos que se hagan realidad: tener un título universitario, comprar un auto, aprender otro idioma, estudiar computación; sin metas ni objetivos no lograremos el crecimiento. Los hábitos son conductas que se realizan cada día. Cuando se logra formar el hábito de lo que se desea alcanzar, el proceso se va volviendo cada vez más fácil hasta que logra pasar al inconsciente y se vuelve automático. Los hábitos no son algo que surgen de la noche a la mañana, se necesita una motivación y una meta. Por ejemplo, si el deseo es comprar un auto tienes que ahorrar. Mientras reúnes el dinero se te van a presentar tentaciones para realizar otra compra; pero, si la meta final es adquirir el carro, te visualizas manejando y paseando, entonces continúas con el hábito del ahorro.

 

Los hábitos son soluciones automáticas que resuelven problemas, son atajos mentales aprendidos de la experiencia. En palabras sencillas, un hábito es la memorización de los pasos que siguen para resolver un problema. La razón por la que el cerebro recuerda el pasado es para predecir de mejor manera lo que le va a funcionar bien en el futuro.

La formación de hábitos es muy útil para la mente consciente ya que el cerebro solo puede poner atención a un problema o situación a la vez, se esfuerza por preservar la atención consciente y destinarla a la tarea que le resulta más importante. Una vez que se crea el hábito la mente consciente le envía la tarea a la mente inconsciente para que las ejecute de manera automática sin hacer uso de la conciencia.

 

Cómo surgen las motivaciones

Los novios están tan enamorados que desean vivir y crecer como familia, ese es el deseo. Hacen planes, ahorros, sueñan con la fiesta, la luna de miel, los invitados, el vestido de la novia, los regalos y hasta se imaginan la vivienda donde estarán juntos. Las dificultades aparecen, son eventualidades de los mismos preparativos, el estrés se incrementa, el costo del vestido, el departamento que no está terminado, en fin. Con el tiempo, el estrés de la vida cotidiana de la pareja que inició tan enamorada se va distanciando, las cuentas por pagar van mermando la motivación del inicio. Recuerdo a una pareja que visitó mi consultorio, se endeudaron tanto para la boda por los caprichos de ella que tardaron tres años en pagar los préstamos, situación que los desmotivó a tal grado que se divorciaron.

Los hábitos reducen la carga cognitiva y liberan la capacidad mental lo que permite dedicar atención consciente a otras tareas. Para los principiantes de la clases de baile: salsa, bachata, ritmos latinos, les cuesta trabajo dar los primeros pasos; la mente consciente está ocupada para no equivocarse, el ritmo lleva el compás de la música, como las matemáticas, ocho pasos, con la práctica el hábito pasa a la mente inconsciente y luego los pasos se llevan a cabo al ritmo de la música de manera automática. Es cuando se disfruta y hasta se vuelve adictivo.

 

Los que no tienen sus hábitos bajo control tienen menos tiempo para otras tareas. No encuentran las llaves, el teléfono, no recuerdan si cerraron la puerta, si pagaron el recibo de la luz, entre otros. Luego pierden tiempo en buscar los recibos, las llaves y hasta les cortan la luz por no pagar el recibo. Es muy importante para los estudiantes tener buenos hábitos de estudio, si en casa no tienen orden, si no hay buenos modelos de lectura, de interés por el conocimiento, la escuela les parecerá una carga y solo estudiarán para pasar el examen.

La mente continuamente analiza el ambiente interno y externo, busca pistas para localizar las recompensas. La señal es el primer signo para localizar las recompensas. Los hombres acostumbran a jugar fútbol, cuando terminan el juego celebran o se quejan de haber perdido el partido, la recompensa es beber cerveza, tal parece que el juego solo es pretexto para beber cerveza en compañía de sus amigos. Los fumadores no desean fumar el cigarro, la recompensa es el estado de relajación que se produce; este estado también se puede conseguir de manera consciente si respiran profundamente, pero el hábito se vuelve adicción al tabaco, de la misma forma que beber un refresco.

 

Los deseos son la fuerza motivacional que está detrás de los hábitos. Sin la motivación que hay detrás de cada hábito, sin el nivel de deseo, no tendríamos razones para actuar. Lo que anhelamos no es el hábito en sí, sino el cambio de estado que trae consigo.

El proceso de construir un hábito se divide en cuatro etapas: señal, deseo, respuesta y recompensa. El cerebro es un detector de recompensas, el sistema nervioso sensorial monitorea constantemente las acciones que satisfacen los deseos y producen placer. Toda conducta está dirigida por el deseo de resolver un problema o para evitar el dolor y el hambre.

 

Hábitos heredados

  • Los rituales de la religión, acudir a misa los domingos, bautizar a los niños, rezar el rosario.
  • Reunirse cada semana a comer en familia.
  • Celebrar fechas como el Día de la Madre, del Padre, del amor y la amistad, del niño.
  • Cantar las mañanitas con un pastel el día del cumpleaños.
  • Entregar el anillo a la novia en señal de compromiso.
  • Saludarse de mano, de beso. En España en las dos mejillas y en Japón con una reverencia.
  • El horario para comer y hasta el tipo de alimentos que acostumbran en cada país.

 

El problema se complica con los hábitos que estimulan el circuito de la recompensa en el cerebro, luego resulta muy complicado eliminarlos como en la ludopatía, los juegos de apuestas, los de video y cualquier conducta y sustancia adictiva: fármacos, alcohol, cannabis, heroína; en el caso de los analgésicos, el cerebro manda la señal de dolor para que ingieran el fármaco de manera que se vuelve un círculo adictivo.

Recomendaciones

  • Cultiva los hábitos que te den resultados y extingue los que te causan adicciones.
  • Eres lo que eres debido a los hábitos. Decide si te construyes o te destruyes.
  • La motivación nos da el impulso para comenzar, los hábitos permiten continuar.
  • Tú no decides tu futuro, tú decides los hábitos y los hábitos deciden tu futuro.
  • No digas que no puedes antes de intentarlo. Di, si las cosas fueran fáciles cualquiera las haría.
  • No esperes a que llegue la tempestad, ¡prepárate para las eventualidades!
  • No digas ¡no puedo!, mejor inténtalo. El poder está dentro de ti, sigue la secuencia: el deseo, la respuesta y la recompensa.

 

* Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta. Visita su sitio web: www.rosachavez.com.mx Síguela en: https://www.facebook.com/DrRosaChavez y https://www.facebook.com/Tratamientointegral/ Comentarios a la autora: [email protected]

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