Y a ti, ¿qué te hace feliz?

La felicidad no se define, se experimenta. Las alegrías cuando se comparten se hacen grandes; las penas cuando se comunican se hacen pequeñas.

Cuando sentimos felicidad resulta difícil explicarla, se siente, se experimenta de manera tan distinta, es algo tan sencillo y a la vez tan intenso. No me refiero a la que se experimenta cuando compran un objeto. Para experimentar esos momentos que dejan huella, no necesitan leer un libro de autoayuda, pagar un curso costoso, de esos que salen eufóricos y a los pocos días vuelven a sus rutinas. Es necesario conocer lo que hace la diferencia.

Los psicólogos y los psiquiatras estudiamos a las personas que sufren trastornos de la mente, el enfoque es buscar la patología y encuadrarla en el manual de psiquiatría. Pronto me di cuenta de esto, y hoy lo comparto con los colegas: esperen dos o tres secciones de terapia para dar un diagnóstico, ¡no se apresuren! Al llegar a la consulta los pacientes están abrumados; de inmediato el ojo clínico de especialista nos dicta la patología para clasificarlos. En realidad, es mucha la necesidad de soltar del paciente, todo lo que ha estado reprimiendo: conflictos de pareja, pérdidas, traumas que han cargado desde la infancia, falta de autoestima, en fin. Al compartir se liberan y no siempre es una patología mental lo que han estado reprimiendo.

 

Es evidente que en el sistema biomédico y en la mayoría de las profesiones se ha perdido el humanismo. Todos andamos de prisa, los médicos y psiquiatras quieren resolver todo con un medicamento.  Un paciente que radica en Estados Unidos me compartió que acudió a terapia, el psiquiatra le dijo “ya hablaste demasiado y te pasaste del tiempo, te voy a cobrar tiempo extra”. Se sintió tan decepcionado que no regresó. Una psicóloga me compartió: “Nosotros en Estados Unidos no tenemos la libertad que tienen ustedes en México, si el paciente llora no puedes tocarlo, tenemos que cuidar la distancia; por las demandas de acoso y mala práctica que algunos especialistas hacen, tenemos que pagar protección de abogados, eso eleva los costos y nos vuelve distantes”.

 

Facundo Cabral, el gran filósofo del pueblo, daba muchos consejos, comentaba que era muy introvertido, la necesidad económica lo liberó, se volvió el gran consejero. Compartía el dolor de perder a su familia y cómo superarlo, menciona en sus videos “no estás deprimido, estás distraído”. Es tan real, una paciente me compartió: “Ya me di cuenta, mi depresión es aburrición”. Yo les comparto una frase al firmar mis libros: “El opuesto al dolor es la creatividad y la buena actitud”.

 

La mayoría necesita empatía, ser escuchado, sin prejuicios. Las instituciones de salud gubernamental deberían cambiar el modelo de atención, las personas necesitan ser escuchadas, encontrar la causa de sus síntomas, no solo medicarlos. Se ahorrarían bastante, además de los efectos secundarios que ocasionan, como las diálisis. Con el modelo actual no mejoran, los vuelven pacientes cautivos.

Varias teorías coinciden, incluso el psicoanálisis, dicen que para ser feliz se necesitan dos cosas: alguien a quién amar y un trabajo qué realizar. La felicidad está relacionada con el sentido que le damos a la actitud mental. Pero es un hecho, la sociedad sufre un vacío espiritual que intenta suplir con la búsqueda de sensaciones corporales como alcohol, sexo, comida, adicciones de todo tipo y compras compulsivas. Es la cultura materialista en la que estamos atrapados, buscan tener la posesión. Muchos sufren apegos, duelos prolongados, otros sufren dolor crónico y los analgésicos adictivos como la morfina no mitigan su dolor. Su vida gira en torno al dolor y se olvidan de lo que significa la felicidad.

 

Un ejercicio de autoevaluación

Escribe. Haz una lista de tres personas que te inspiren intensa antipatía con quienes tienes conflictos. Agrega a cada nombre cuatro características que te parezcan más ofensivas. Revisa la lista y por cada característica, escribe “Yo actué así cuando…” y completa la frase con un ejemplo de tu propia conducta. El objetivo es acomodar sentimientos para ser reconocidos, para que no se proyecten como espejo en otros. La meta no es hacerse daño con la autocrítica. Luego puedes hacer otra lista con las aptitudes. Lo qué más odiamos en los otros es lo que negamos en nosotros mismos. Cuando logran ver lo que odian se acercan a la comprensión, todos tenemos los sentimientos de aquello que odiamos. Lo que te choca te checa.

¿Qué te hace feliz?

Me di a la tarea de preguntar a varias personas. Le comparto las respuestas.

 

  • Lucy: “Siento satisfacción cuando termino una obra [es escultora], pero, pienso que lo pude haber hecho mejor. Cuando preparo mis alimentos lo disfruto mucho”.
  • Maru: “Comer en un restaurante el sábado, al salir del trabajo”.
  • Ricardo: “Pasear al perro y jugar con el gato”.
  • Regina: “Dibujar, hacer de comer y decorar el plato para mi papá y mi hermano”.
  • Marcela: “Cantar para el público”.
  • Ceci: “Llegar a casa después de trabajar y que mi esposo me reciba con la cena; luego, ver juntos una película”.
  • Marisela: “Disfrutar a mis nietos”.
  • Alejandra: “Preparar los alimentos para mi para mi esposo”.
  • Hermes: “Practicar y dar clases de yoga”.
  • Jorge: “Pasear en bicicleta con mi hijo”.
  • Guillermo: “Es un logro reciente. Hacer lo que quiero sin sentir culpa”.

 

Vale la pena escuchar la canción “Vive”, de Napoleón. La letra invita a reflexionar profundamente sobre la satisfacción que ocurre en nuestro entorno social. Napoleón cuenta que un día en casa de su madre, mientras ella preparaba algo de comer, él observaba la casa. Las necesidades económicas eran evidentes, las paredes descarapeladas, las sillas desvencijadas, el lavadero con alteros de ropa. Su mamá lavaba para ayudar con los gastos de la casa. Su madre tan optimista les decía: “Tenemos que dar gracias por tener qué comer, una casa donde dormir, ya muertos ya pa’qué”, De pronto se despertó la creatividad de Napoleón, tomó un papel y escribió una de sus más emblemáticas canciones. Al final de este artículo podrás encontrar la letra de la canción.

No sabemos que es la felicidad hasta que se pierde

El dolor se comparte, se vuelve una novela, hasta inventan historias de tragedias, saben que mantienen la atención del grupo; pero, entre los códigos no está permitido hablar de felicidad, se ofenden, piensan que están presumiendo, es más fácil decir: “¡No soy feliz!”, “¡Estoy muerto en vida!”, “¡Nací estrellado!”, “¡Mala suerte la mía!”.

 

Recuerdo cuando le dije a mi mamá y hermana: “¡Estoy enamorada!”, después de años de divorcio, no tienen idea del problema, mi madre y mi hermana se enojaron, me dijeron que me veía ridícula. Entendí las creencias heredadas. No podemos elegir gran parte de lo que nos sucede en la vida, pero somos responsables de elegir la actitud para afrontarlos, la manera de sobreponernos y volver a empezar.

Te invito a darte cuenta de qué es lo que te hace feliz, solo son momentos, pero cuando sientes esa sensación, esa mariposa, da un golpe en tu pecho y repite: “¡Esto es felicidad!”. La mariposa es la serotonina, el químico de la felicidad. Después de varios días ocupada y preocupada por algunos asuntos, en el frío de mi recámara me tiré en la cama, bebí una taza de té acompañado con una rebanada de pastel que hizo mi nieta y disfruté una película. Sentí esa sensación de felicidad.

 

Vive

(Autor: José María Napoleón)

 

Nada te llevarás

cuando te marches

cuando se acerque el día

ce tu final.

 

Vive feliz ahora mientras puedes

tal vez mañana no tengas tiempo

para sentirte despertar.

 

Siente correr la sangre por tus venas

siembra tu tierra y ponte a trabajar.

 

Deja volar libre tu pensamiento

deja el rencor para otro tiempo

y echa tu barca

a navegar.

 

Abre tus brazos fuertes a la vida

no dejes nada a la deriva

del cielo nada

te caerá.

 

Trata de ser feliz con lo que tienes

vive la vida intensamente

luchando lo

conseguirás.

 

Y cuando llegue al fin

tu despedida

seguro es que feliz

sonreirás.

 

Por haber conseguido lo que amabas

por encontrar lo que buscabas

porque viviste

hasta el final.

 

Abre tus brazos fuertes a la vida

no dejes nada a la deriva

del cielo nada

te caerá.

 

Trata de ser feliz con lo que tienes

vive la vida intensamente

luchando lo

conseguirás.

 

Trata de ser feliz con lo que tienes

vive la vida intensamente

luchando lo

conseguirás.

* Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta. Visita su sitio web: www.rosachavez.com.mx Síguela en: https://www.facebook.com/DrRosaChavez y https://www.facebook.com/Tratamientointegral/ Comentarios a la autora: [email protected]

 

One Comment on “Y a ti, ¿qué te hace feliz?

  1. Me encanto tu artículo ; tome conciencia de que la felicidad son momentos únicos e irrepetibles ; que muchas veces distraemos nuestra mente,gastamos energía y no nos focalizamos en darnos la oportunidad de ser felices por estar atados a sucesos del pasado; cuando la vida es tan bonita como para no disfrutar a plenitud.

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