Alimentar el cerebro y ejercitar la memoria

Es un hecho, casi todos batallamos con la memoria reciente o inmediata, el síntoma se ha agudizado en la pandemia, muchos se preguntan angustiados qué vitamina tomar porque todo se les olvida. Comentan que no recuerdan qué desayunaron o qué comieron, esa falta de memoria es grave porque si el cerebro no registra qué se llevó a la boca van a comer en exceso y, muchos, en este año de pandemia, van a presentar problemas de obesidad.

El olvido es tan simple, no recuerdan para qué abrieron el refrigerador, dejan la cazuela en la estufa hasta que huele a quemado, no encuentran las llaves, no saben si cerraron la puerta o a qué fueron a la tienda. En las clases en línea, muchos niños no hacen la tarea, el pretexto es que se les olvidó, los padres y maestros no entienden que están desmotivados por el encierro.

 

El olvido tiene varias causas, son tantos los estímulos, las presiones económicas, las prisas mañaneras para llegar al trabajo, las horas sentados frente a la pantalla, preocupación hasta por no encontrar trabajo, el cúmulo de preocupaciones los mantiene distraídos. El déficit de atención es un síntoma constante en niños y adultos. No es para encuadrarlo en una patología y medicarse. En los casos leves ayuda el que cambien algunos hábitos, respirar profundo, llevar a cabo unos ejercicios de concentración para ejercitar la memoria y contrarrestar el estrés.

 

El poder del cerebro no tiene límites, estén atentos, practiquen el auto cuidado y pongan orden. Lo primero es hacer conciencia de lo que se llevan a la boca, no es lo mismo comer que alimentarse. Los alimentos influyen de manera directa sobre la memoria, los nutrientes que aportan los buenos alimentos mejoran las funciones cerebrales y digestivas; ingerir alimentos chatarra causa pereza, indigestión y hasta gastritis.

 

Muchos se quejan de baja energía, bostezan a cualquier hora del día, se sienten tristes o irritables, no es enfermedad lo que presentan es una deshidratación, les urge beber agua. Por la mañana bebieron un café, son las dos de la tarde y no han bebido agua. El cerebro, como todo el cuerpo necesita agua para llevar a cabo sus funciones.

 

Ya transcurrió un año desde el inicio de la pandemia, sufrimos meses de ansiedad, miedo, tristeza, soledad, incertidumbre y algunos presentan negativismo desafiante, son muchos, especialmente los jóvenes, a los que les falta tolerancia. Esos jóvenes de las presentes generaciones tienen poca tolerancia a la frustración, sus padres se esfuerzan para tenerles todo a la mano, la pandemia es la primera crisis que enfrentan y ya quieren liberarse de las reglas de control.

Las consecuencias por el estrés son evidentes, cambia la química cerebral, el estrés es un síndrome que agrupa varios síntomas. El síndrome general de adaptación se presenta en tres fases: la reacción de alarma, la fase de resistencia y el agotamiento. En la reacción de alarma el sistema límbico está en alerta para correr o pelear, igual que nuestros ancestros y los animales, es el instinto de conservación. Estar en alerta genera un estado de agotamiento, es por esta causa que se presentan enfermedades psicosomáticas. Es importante tomar en cuenta que muchas familias están en duelo, perdieron a sus seres queridos durante la pandemia. El sistema inmune se afecta de tanto trabajo mental, al bajar las defensas están más expuestos a los contagios. Muchos se encuentran como anestesiados, no saben cómo explicar la falta de interés, el síntoma se llama anhedonia, es uno de los síntomas principales para el diagnóstico de los trastornos de depresión y ansiedad.

 

El aparato digestivo es el segundo cerebro, ambos están muy conectados. La colitis, esa inflamación tan molesta en la que a veces están estreñidos y otras veces con diarrea, es la causa de guardarse las emociones, es la causa del esfuerzo por no responder ante los estímulos de enojo, tristeza o agresión, les produce estreñimiento y afecta el estado de ánimo.

Para alimentarse de manera saludable se recomienda la dieta mediterránea: ingerir verduras, legumbres, frutas, pescado, carne, huevos, cereales y leguminosas; más proteínas y menos carbohidratos refinados. Beber agua natural o de frutas y controlar la adicción a beber refrescos.

 

Es importante mantener el sistema circulatorio en condiciones óptimas para que fluya oxígeno, lleguen los nutrientes al cerebro y mejore sus funciones como la memoria. Los productos del campo son deliciosos y más económicos que las cápsulas con vitaminas. El aguacate, los arándanos, el brócoli, las verduras de hoja verde, el aceite de oliva, de coco, la cúrcuma, y el chocolate natural tienen muchos nutrientes.

Otra recomendación es controlar los pensamientos, nada fácil en estos tiempos de tanto estrés, miedo y preocupaciones, tenemos cerebros tan acelerados que los mantienen en todo y nada. Con la alarma en alerta por tanto estímulo y la adicción a los dispositivos, el sueño no es reparador, por la mañana se despiertan apáticos y cansado. No busquen noticias de número de fallecidos, de los nuevos brotes, no hagan caso de los pensamientos catastróficos, son muchos los que ven drama todos los días y lo comparten en las redes sociales.

 

Practiquen meditación, en internet encuentran muchos tutoriales. En cuanto puedan asistan a un grupo con un buen facilitador. Retírate por lo menos treinta minutos de las pantallas, pon un freno a la tentación de revisar mensajes. Práctica ejercicios de respiración; es increíble, la respiración es vida, pero no la toman en cuenta hasta que necesitan oxígeno, no se imaginan lo que es estar entubado como lo han estado muchos enfermos.

Si tienes un problema, algo qué resolver, escribe la preocupación y la dejas bajo la almohada, verás que por la mañana tendrás la solución. Si tu problema tiene solución ocúpate, sino la tiene, suelta y verás que pronto encontrarás la manera de resolverlo. Puedes practicar el ejercicio de las 3 hojas: en una escribes lo que tienes que resolver hoy, en la segunda, lo que vas a resolver la siguiente semana o en un mes y en la tercer lo que no puedes resolver y te preocupa. Verás cómo le das orden a tus tareas cotidianas.

 

El confinamiento sin socializar, el aislamiento, está reconocido como un problema de salud pública que requiere atención, es importante mantenerse cercano con familia y amigos. Las pandemias se terminan cuando la gente se cansó de la incertidumbre, cuando se liberó del miedo exagerado y se da cuenta de lo importante que es la libertad, trabajar, sobre todo cuando tienen el cargo de proveedor para su familia.

El sueño es importante, mientras duermen el cerebro se reorganiza, se recarga, produce hormonas entre otras funciones para eliminar los desechos tóxicos. Las horas de sueño son importantes para transformar experiencias, mantener la función cognitiva, emocional y reducir la fatiga. Cuando no duermen las horas necesarias la memoria, la atención y el estado de ánimo se alteran.

 

Recomendaciones

  • La comunicación es muy importante, es curioso, pero en las familias no se comunican de manera asertiva, gritan, se enojan en lugar de comunicar sus sentimientos.
  • Las artes: la pintura, la danza, la música, activan el rendimiento visomotor. Todos tenemos habilidades artísticas, lo importante es darse la oportunidad de descubrirlas.
  • Logra la disciplina de practicar ejercicio o un deporte.
  • La solución no está en la farmacia está en los productos que viene del campo y los encuentras en el mercado.
  • Acude a terapia si sientes que perdiste la capacidad de maniobra.

 

* Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta, contáctala en: [email protected] Visita su sitio web: www.rosachavez.com.mx Síguela en Facebook: https://www.facebook.com/DrRosaChavez y https://www.facebook.com/Tratamientointegral/

 

 

 

 

 

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