Recomendaciones para mejorar el estado de ánimo

Mucha gente está cansada de leer recomendaciones sobre hacer ejercicio, alimentarse de manera saludable, dormir ocho horas, beber agua, dejar el tabaco, en fin; pero, a pesar de tener buenos hábitos y cuidar su alimentación, muchos se quejan de que nada les causa placer.

 

Entre las causas principales de la anhedonia o falta de placer encontramos el estrés de la vida diaria, los conflictos familiares, la competencia en el trabajo, en la educación escolar, la inseguridad, la tecnología ¡y tantos estímulos más! A continuación les comparto algunas recomendaciones que los ayudarán a mejorar el estado de ánimo para reencontrarse nuevamente con el placer de vivir.

 

Aléjate del celular algunas horas

Es imposible no depender del dispositivo móvil, para muchos es como una secretaria que nos lleva la agenda. Los aparatos son como traer una computadora en la palma de la mano que nos acompaña a cualquier lugar; con una sola llamada se puede localizar al médico, a los hijos y hasta pedir auxilio en caso de accidente.

Para los que se dedican a las áreas de salud, es importante poner horarios en la medida de lo posible; muchas personas no respetan y llaman a cualquier hora sin tener una emergencia. El trabajo en línea no ha resultado tan agradable para muchos trabajadores, los que viven solos no tienen tiempo de socializar y se quejan de trabajar más horas que en la oficina. Los que tienen familia y trabajan en casa se quejan de que no tienen privacidad, el ruido, los hijos, como las casas son pequeñas con la computadora en línea se escucha hasta cuando cocinan o van al baño.

 

Las redes sociales fueron diseñadas para crear adicción y la mayoría de nosotros estamos atrapados, no podemos dejar de checar la información. ¿Y qué me dicen de los jovencitos adictos a TikTok? No pueden parar, de un video pasan a otro y son tan llamativos que al verlos se atrapan como la adicción a cualquier droga.

Luis y Jeny tienen dos años de casados, los gastos de la boda fueron tan elevados que todavía tienen deudas, lo que ha mermado el placer de estar juntos. Jeny se queja de que Luis ha bajado la producción en su trabajo y cuando llega a casa se la pasa jugando como adolescente en su aparato de video, ya hasta han pensado en la separación.

 

En un estudio llevado a cabo en Alemania encontraron que las personas que redujeron el uso de los dispositivos tan solo una hora al día, se sintieron menos ansiosas y más satisfechas con su vida. No te duermas con el celular en la cama, aléjalo de tu cuerpo a la hora de dormir.

 

No te aburras, ¡canta!

Cuando manejes en medio del tráfico, cuando lleves a los niños a la escuela, puedes repasar canciones en inglés o recordar viejas canciones que escuchabas en tu niñez, esta practica es relajante y te ayudará a llegar de mejor humor a la oficina, ¡y los chicos a la escuela!

Cuando cantas liberas una gran cantidad de sustancias químicas que contribuyen a los sentimientos de felicidad. ¿Qué no tienes buena voz? ¡Qué importa! No estás en un concurso. Cantar tiene una amplia gama de efectos psicológicos que te ayudan a desarrollar la confianza y seguridad en ti mismo, reducir la soledad y también impacta positivamente en los niveles de ansiedad. Para los bebés puedes poner audios con sonido de animales, esto le ayudará despertar sus sentidos.

 

El verde es vida

Si no tienes jardín, compra plantas, pueden ser acuáticas o en maceta, las plantas mejoran la calidad del aire, el bienestar, la memoria y la productividad. Las plantas ayudan a respirar profundamente, a sentirse más cómodos y tranquilos. Los investigadores llevaron a cabo un estudio en donde comprobaron que los empleados que miraban el jardín o las plantas desde su escritorio y en su centro de trabajo obtenían mejores resultados de concentración y en su estado de ánimo.

En el mismo estudio quitaron las plantas de la oficina y observaron que los trabajadores sufrían más estrés, eran menos eficientes y prestaban menos atención a los detalles.

 

Aprende una actividad manual

Las generaciones anteriores aprendimos habilidades manuales, tejer, bordar, confeccionar los vestidos de las muñecas y hasta confeccionar la ropa como negocio; era divertido jugar a las comiditas, escribir cartas y mandarlas por correo, escribir ensayos, poemas, llevar un diario y actividades cotidianas como ordenar una casa, planchar y hasta lavar la ropa. Cuando estaba soltera, era una araña, ¡me la pasaba tejiendo! Luego mi padre me compró una tejedora manual y confeccionaba ropa de bebé, blusas y hasta suéteres para la venta. Hoy en día se paga por todo, subir una bastilla, cambiar el cierre de un pantalón o de un vestido, planchar la ropa ¡y ni hablar de la comida!, con una llamada o mensaje en unos minutos tienen la comida en casa o en la oficina.

En la vida moderna los que no tienen una actividad manual, de lectura o escritura, al terminar su trabajo, las horas libres antes de dormir se tornan aburridas y al no tener otra actividad, se la pasan en el celular, fumando, bebiendo, viendo televisión, comiendo y pocos acuden a caminar o al gimnasio. Aprender a tejer es una de las terapias más relajantes y más si se acompaña con música, no es solo para mujeres también es para los hombres. En los niños ayuda en la psicomotricidad fina.

 

Los juegos de mesa

Darse el tiempo para jugar en familia, los juegos de lotería, el dominó, ajedrez, el turista, el monopolio, resulta muy divertido y los hijos, incluso, van a querer invitar a los amigos. Pueden poner premios y castigos como preparar la cena, lavar el baño, los platos, en lugar de quejarse por las actividades de casa hasta resultan divertidas. Las casas donde no hay comunicación y están en desorden resultan expulsivas, los hijos y los papás buscan convivir con amigos fuera de casa.

Clases de baile

Bailar es una actividad muy relajante, eleva el estado de ánimo, ejercita los dos hemisferios cerebrales. El lóbulo izquierdo lógico matemático se ejercita en la música y con los pasos de baile; el derecho es emocional, creativo y artístico. Bailar ritmos latinos como salsa, bachata, chachachá,  merengue, zapatear los bailes regionales, el tango, la samba, todos resultan muy relajantes y son un buen ejercicio para el cuerpo y la memoria. Pueden acudir a clases con un grupo o contratar a un maestro que acuda a casa, al coto donde viven. La imaginación es el límite.

* Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta. Visita su sitio web: www.rosachavez.com.mx Síguela en: https://www.facebook.com/DrRosaChavez y https://www.facebook.com/Tratamientointegral/ Comentarios a la autora: [email protected]

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