Dolor de cabeza
El dolor de cabeza era desconocido hace algunos siglos. En la modernidad se volvió como una epidemia, es el síntoma de los países avanzados en los que, aproximadamente, un veinte por ciento de la población acepta que lo padece. La incidencia es mayor en las mujeres y en los estratos económicos altos.
Las creencias y los dichos se comparten: “Me rompo la cabeza”, “Pagar los impuestos es un dolor de cabeza”, “Este hijo es mi dolor de cabeza”. Hasta se habla del “lavado del cerebro”. El que se enamora está fuera de la realidad, no piensa; siente. El que se deja llevar por sus impulsos, actúa irracionalmente, no piensa de manera congruente. Sucede que se enamoran de un proyecto y la pasión no permite visualizar los inconvenientes, hasta que les sucede.
La cabeza representa la polaridad con respecto al cuerpo, es la instancia suprema del cuerpo físico, con ella nos imponemos; representa el conocimiento, la razón y la reflexión. En similitud con las computadoras, el procesador es el cerebro, el disco duro es el inconsciente, el cuerpo es el sistema operativo. Si en el procesador hay mucha información, el sistema operativo presenta errores o síntomas.
El dolor de cabeza tiene muchas interpretaciones. El producido por tensión se inicia de forma difusa, como una opresión, puede prolongarse durante horas, días, incluso semanas. También se produce por la tensión en los vasos sanguíneos, en los músculos de los hombros, el cuello y la espalda. Se presenta en situaciones en las que están sometidos a fuerte presión laboral, de estudios, en las crisis, mal dormir, cambio de horarios y todo tipo de preocupaciones de índole económico.
La ambición y el afán de poder se suben a la cabeza, bloquean sentimientos, solo le dan importancia a lo racional, pierden el contacto con su intuición. Las tribus, las comunidades agrícolas no sufren dolor de cabeza. El dolor, la tensión, son el precio de vivir en el pensamiento racional, inmersos en el materialismo. La corteza cerebral es producto de la evolución y relativamente reciente del ser humano, lo vemos en el razonamiento de los niños, por eso padecen tantos síntomas. Somos más razón que intuición, y se ha perdido el sentido común.
El ser humano tiene dos centros: corazón y cerebro, sentimiento-pensamiento. En la vida moderna nos fuimos a la teoría del conocimiento, el cognoscitivismo, orientados a la comprensión de las cosas, en la percepción de los objetos y las relaciones e interacciones entre ellos y dejamos de lado la sabiduría de la intuición.
La cabeza es, entre todos los órganos, la que más reacciona al dolor, los otros órganos tardan en manifestarse, hasta que las afecciones son mayores. Cuando la cabeza da la alarma por medio del dolor, es momento de soltar, ser más flexibles, es la señal para dirigir la mirada al corazón, hacer caso a las emociones y a las necesidades afectivas. La tensión se descarga en la relajación, la tolerancia y aceptando las pérdidas. Observen como cambian las personas cuando tienen más conocimiento, por ejemplo, los médicos cirujanos, con los años cambian su carácter, cada vez son menos empáticos.
El placer primario es oral, el alimento que recibe el bebé de su madre. Una madre nutricia deja buenas raíces; una madre apresurada que no estaba preparada para tener otro hijo, deja necesidades primarias. El placer del alimento nos seguirá acompañando a lo largo de la vida, solo se pierde en la enfermedad. Siempre vamos a buscar el gusto por comer y beber, esa agradable sensación de un estómago satisfecho. Las expresiones de amor y rechazo están ligadas al aparato digestivo; los desórdenes psicosomáticos en la vida adulta siguen ligados a los primeros años de vida. Los síntomas de la función gástrica están conectados al placer y la frustración. La cabeza hace funciones digestivas: tragamos frustraciones, no digerimos, reciclamos pensamientos, vomitamos lo que no podemos digerir y aquello que no podemos aceptar. Hasta la evacuación está ligada a la vida cotidiana: lo que no podemos soltar, la diarrea; lo que no podemos procesar por los sentimientos. Se llora por donde evacuamos. El dolor de cabeza está ligado a la digestión, lo que comemos y lo que no procesamos en la vida diaria.
La jaqueca o hemicránea
Se asocia a trastornos visuales y a la sensibilidad a la luz: la fotofobia, molesta la luz del sol y la artificial, las computadoras y el celular. Los ojos son un músculo, los cansamos, pero no los ejercitamos. Muy importante y poco conocidos sib los trastornos de la digestión causados por intolerancia a ciertos alimentos como: café, vino tinto, carnes procesadas que contienen nitratos, condimentos como el glutamato monosódico que utilizan en la comida china, la salsa cátsup, las sopas instantáneas y las botanas. Además, por el estreñimiento y el estado de ánimo depresivo. Muy característico en la presión arterial alta y en la presión baja, el dolor inicia leve en la madrugada y se va incrementando a lo largo del día, además baja la energía y el estado de ánimo, incluso molesta la luz y hasta lagrimean los ojos.
Migraña
En cuanto a la personalidad de los que sufren migraña, regularmente mujeres que son muy exigentes consigo mismas y con el entorno, obsesivas con el orden y la limpieza. No expresan sus sentimientos y son apegadas al “deber” a la opinión de los demás, obedientes a las reglas, guardan el coraje hasta que se acumula con resentimiento, con los años padecen de artritis. El dolor de migraña no siempre es una enfermedad neurológica, es poco conocido que la causa es la digestión. Los que padecen migraña solo viven para el deber, han descartado el placer de la sexualidad, dan importancia al prejuicio y guardan los traumas como abuso sexual y abandono. Son conocidos los dolores de cabeza y de vientre en el periodo menstrual. El dolor puede permanecer varios días, con constricciones de las arterias de la cabeza, la cara y los ojos. Cualquier estímulo es un disparador. El dolor produce placer, el cerebro para contrarrestarlo libera endorfinas de manera que se vuelve un ciclo: dolor-placer. Incluso el dolor de cabeza se utiliza como una excusa para evitar la relación sexual.
Dolor de cabeza primario
Los dolores de cabeza se dividen en primario y secundario. El primamio es causado por mucha actividad, estrés, mal dormir y tensión. No es síntoma de una enfermedad, es causa del estilo de vida. La actividad química en el cerebro es efecto de la vida tan acelerada que llevamos: los nervios, los vasos sanguíneos que rodean el cráneo, la digestión, la tensión en los hombros y el cuello, son las causas principales del dolor de cabeza primario.
Dolor de cabeza secundario
Es síntoma de una enfermedad que puede activar los nervios sensibles al dolor de cabeza. Cualquier cantidad de afecciones pueden causar dolores de cabeza secundarios: sinusitis, trombosis, aneurisma cerebral, tumor, envenenamiento por monóxido de carbono, deshidratación, infección del oído, encefalitis, glaucoma, hipertensión, enfermedades febriles como la influenza, dengue, meningitis, el uso de los medicamentos para el dolor, la neuralgia del trigémino, los ataques de pánico y la resaca.
Preguntas a responder
¿Por qué me caliento la cabeza?
¿Me cuesta aceptar mis errores?
¿Trato de llenar mis vacíos con comida o con bienes materiales?
¿El descanso, la diversión y el ejercicio no están incluidos en mis rutinas?
¿Deseo un abrazo?
¿Espero que una madre amorosa me aconseje en este problema?
Suelta, no te aferres a lo material, cruza tus brazos y repite “yo estoy en paz, en mi hay paz”.
Recomendaciones
El cerebro se vuelve adicto a los analgésicos para el dolor, cada vez el efecto de la pastilla dura menos, sentirás el dolor por la necesidad del químico, el dolor es la señal para que ingieras el fármaco, igual que en cualquier adicción. La relajación, el masaje, el contacto con el agua, con la naturaleza. La relación sexual, son la mejor medicina.
* Dra. Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta, contáctala en: www.rosachavez.com.mx [email protected] https://twitter.com/DrRosaCh https://www.facebook.com/Tratamientointegral/