El abandono
El abandono temporal o permanente deja huellas difíciles de resolver. El trauma del abandono se guarda en el inconsciente y los efectos se llevan hasta la vida adulta. Las causas son varias: un embarazo no planeado, divorcio, muerte de los padres, el padre que desaparece en un conflicto de guerra, un secuestro, padres negligentes y desobligados, el niño abandonado en una institución, padre o madre que se va a trabajar a Estados Unidos y no regresa, un dicho popular dice: “Fue a comprar cigarros y no volvió”.
Los hijos abandonados se quedan con sentimientos encontrados, primero con tristeza, confusión, culpa, coraje y, posteriormente, resentimiento. La negación del hecho, se vuelve un secreto que se esconde por vergüenza, madres o padres les mienten a los hijos, “Tu padre se fue a trabajar”, pasan los años y los hijos crecen como niños eternos esperando que aparezca el padre o la madre. Los niños inventan historias; mi sobrina después, del divorcio de sus padres, contaba unas historias fabulosas, qué pena que no existieran los celulares, ya estarían compartiendo en las redes.
El abandono intencional está tipificado como delito, puede ser permanente o durante un periodo de tiempo, sin excusa legal y sin el consentimiento; la presencia de los padres es una obligación derivada del Estado, así como el de esposa, esposo o padre e hijo. Cuando alguno de los cónyuges abandona sin causa justificada se convierte en abandono malicioso.
La experiencia temprana de abandono genera ansiedad, miedo, inseguridad, se quedan en estado de indefensión, continuarán preocupados por la pérdida. El hecho los deja vulnerables emocionalmente, continuará con el temor de separación que lo acompañará por varios años, hasta que recupera seguridad en sí mismo, se vuelven dependientes y hasta codependientes. Muchos niños con este trauma presentan trastornos de aprendizaje, depresión crónica, enfermedades psicosomáticas, el trauma es una impronta que los acompaña en su vida. Como adultos puede que repitan la experiencia: abandonan a su pareja, a la familia y hasta a sus amigos, no conservan las redes de apoyo. De otra manera: repiten de forma inconsciente, a ellos los abandonan. Un ejemplo, Luis Miguel, el cantante, enamora a las mujeres y luego las abandona, incluso a sus hijos también los tiene abandonados, el trauma lo lleva en el inconsciente: la desaparición de su madre.
Adultos que acuden a terapia y que sufrieron abandono en la infancia, los aconsejan que busquen a su padre o madre; pero, muy pocos han tenido buena experiencia al respecto, el que no está por la buena, no estará de manera obligada. La mamá de Cuquis, abandonó a sus hijos, se fue con otro hombre, la niña tenía seis años, cuando cumplió doce años murió su padre, la hermana mayor hizo las funciones de padre y madre. Casada y con hijos buscó a su madre, esperaba que le reconociera sus logros a pesar del abandono, todo lo contrario, la madre culpó al padre de todas sus conductas. La experiencia resultó una decepción.
El abandono temporal se repite con frecuencia y también afecta: amigos y familiares que desaparecen y regresan después de meses o años de ausencia. Yo los llamo “cometas”, así como esos cuerpos celestes con una cauda hermosa que aparecen cada cierto tiempo; los más conocidos son los de corto periodo que al pasar cerca del sol ya están desgastados y desarrollan muy poca cola, el más famoso es el Cometa Halley que aparece cada 76 años. Algo similar se repite con personas cercanas de manera frecuente, cuando regresan inventan excusas, parece que no tienen consciencia del hecho.
Un amigo que vivió en Australia me compartió un fenómeno muy conocido que se llama “walk about”, rito de iniciación de los aborígenes australianos al que se someten en el periodo de la adolescencia y durante el cual viven en el desierto hasta por seis meses. En esta práctica se intenta rastrear las señales que dejaron los antepasados e imitar sus rasgos heroicos. Las caminatas en el desierto desempeñan un papel vital para el contacto e intercambio de recursos materiales y espiritual entre poblaciones separadas por grandes distancias. El fenómeno se repite en la vida adulta de algunos hombres, dejan trabajo, bienes materiales y familia, abandonan todo y se alejan por meses o años, de alguna manera el fenómeno queda como arquetipo en el inconsciente colectivo.
Algo similar a los años sabáticos en que cambian las rutinas, se van a un monasterio, hacen labor social con grupos indígenas o de mochila a otro país. En la Biblia cuentan la parábola del hijo pródigo que se aleja de los padres, hasta que se da cuenta de la necesidad de pertenencia a su familia.
Liza y Fer coincidieron años después de estar divorciados, intereses en común, la media naranja; muy enamorados, hicieron planes para casarse, de pronto un día Luis envió un mensaje, le daba las gracias y le decía que no estaba listo, regresaba con su esposa con la que había tenido muchos conflictos, no daba más explicación. Para ella fue devastador se quedó con sus sueños rotos, castillos en el aire. La respuesta de este abandono puede ser el “miedo al cambio”. A la psique (conjunto de procesos conscientes e inconscientes propios de la mente humana) le cuestan muchos los cambios, prefiere quedarse en el mismo lugar.
Recomendaciones
- El abandono se resuelve en terapia. En los niños, si se trata con un profesional y tiene afecto y cercanía de otro familiar, el trauma se resuelve.
- Por la circunstancia que sea, si no pueden cerrar el ciclo de frente, con diálogo, sirve de apoyo dejar una carta, incluso mandar un mensaje, pero no alejarse como si no pasara nada.
- Somos seres sociales, de manera que la relación de amistad se cultiva, la alimenta el diálogo, la cercanía, la presencia en las buenas y en las malas.
- Tomar consciencia que el abandono sin explicación deja vulnerable a los afectados, un vacío que muchos tratan de suplirlo con alcohol, drogas y hasta presumiendo lo que no tienen.
- Cuidado con esas relaciones de pareja que no terminan y, por no sufrir el dolor de la pérdida, siguen teniendo intimidad sabiendo que está casado. Hay muchos hombres que de esa manera controlan a varias mujeres, se sienten el gallo en el gallinero.
* Dra. Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta, contáctala en: www.rosachavez.com.mx [email protected] https://twitter.com/DrRosaCh https://www.facebook.com/Tratamientointegral/