La reserva cognitiva, la mejor inversión
La salud cognitiva del cerebro refiere a la capacidad de pensar, aprender y recordar con claridad a lo largo de nuestras vidas. Depende de dos funciones: la reserva cerebral y la reserva cognitiva.
La reserva cerebral y la reserva cognitiva del cerebro son similares a las computadoras: el hardware y el software. El hardware son los genes que heredamos de los padres y el género, el software son los programas, los modelos, las creencias, la cultura transmitida en la memoria que viene del inconsciente colectivo, los modelos de la humanidad, además del idioma de nuestros padres, el tipo de alimentación y las reglas de la sociedad en la que nos desenvolvemos.
La reserva cognitiva es otra de las maravillas con las que contamos, tal como el sistema de defensas que no le damos importancia porque a las presentes generaciones los han programado para ingerir fármacos con el argumento del “cambio sin esfuerzo”. Esto ha sido muy notorio durante la pandemia con especialistas y medios de comunicación evitando mencionar al sistema inmunológico, razón por la cual hay gente que se siente indefensa al creer que solo con ciertas dosis de vacunas estarán protegidos.
Reforzar la reserva cognitiva
La reserva cognitiva permite compensar los daños de una lesión o de una enfermedad neurodegenerativa, es un almacén de recursos que podemos construir y reforzar a lo largo de nuestras vidas. La pregunta es: ¿cómo lograrlo? De manera sencilla, con actividades que nos agradan como pintar, bailar, el arte en cualquiera de sus manifestaciones, practicar un deporte, cantar, bordar, escribir, meditar, esas habilidades innatas que tenemos que descubrir en nosotros y que se están perdiendo por la tecnología. Bueno, ahora nos presumen la Inteligencia Artificial, pero, más nos vamos a robotizar.
En 1986 David Snowden, doctor en epidemiología y profesor de neurología de la Universidad de Kentucky, llevó a cabo un estudio científico longitudinal que consistió en revisar cómo funciona la reserva cognitiva in situ. 678 monjas de diferentes conventos fueron estudiadas a lo largo de varios años, todas ellas aceptaron someterse a exámenes anuales y firmaron para donar sus cerebros a su muerte.
Después de 15 años de estudio, el hallazgo que sorprendió fue la hermana Mary, una monja que se mantuvo activa hasta los 101 años. No podían creer los resultados en las pruebas. La cognición es una combinación de procesos cerebrales que intervienen en los aspectos de la vida: el pensamiento, la memoria, el lenguaje, el juicio y la capacidad de aprender habilidades, temas nuevos. Al fallecimiento de la hermana Mary, las pruebas de la autopsia dieron como resultado que su cerebro estaba repleto de las lesiones clásicas de la enfermedad del Alzheimer; sin embargo, nunca presentó los síntomas de la enfermedad. Mary, sin saberlo, invirtió en su memoria y reserva cognitiva con actividades como leer, escribir, practicar alabanzas, rezar, socializar con las otras hermanas; su vocación fue bien elegida, ella transmitía felicidad. Su cerebro acumuló utilidades en activo, una gran cuenta de sus reservas y su buena inversión rindió frutos.
Actividades para incrementar las reservas cognitivas
Lo mejor es iniciar desde niños, dejar que inventen el juego, que socialicen. Actividades como desarrollar el pensamiento, investigar, emprender actividades nuevas. Utilizar dispositivos móviles lo menos posible. Memorizar la calle donde viven los amigos, los abuelos, el número del teléfono. Todo esto, aunque parezca sin importancia es lo que estamos perdiendo por dejarle todo al celular. Las actividades extra del trabajo cotidiano tienen que ser algo que nos guste y cause satisfacción.
La reserva cognitiva es una inversión que además nos protege de la depresión, la ansiedad y todos los trastornos mentales que se han incrementado por la pandemia. Hay que cuidar el cuerpo físico, practicar ejercicio; si solo se dedican a estudiar, obtener grados académicos, hablar varios idiomas, pero son personas sedentarias, infelices, la reserva no servirá de mucho. Mente ocupada, mente saludable por más tiempo.
La reserva es como dinero que da intereses. Los niños tendrán más reservas si son felices, si se alimentan de manera saludable, ejercitan su cuerpo, practican música y arte, socializan con sus pares, inventan el juego, desarrollan la creatividad. Además, si los mantienen alejados de los dispositivos en temas irrelevantes. Hay que evitar que chateen deformando el lenguaje, alejarlos de los predadores, los pederastas.
La tecnología tiene pros y contras, lo interesante es saberla aprovechar en beneficio, desgraciadamente, el uso excesivo de la tecnología está propiciando problemas de salud: adicción, baja de defensas, obesidad, depresión, aislamiento social, ansiedad, daños en la audición, mal dormir, enfermedades oculares e, incluso, pérdida del deseo sexual.
Recomendaciones
- La vida no termina con la jubilación. Antes de que se cumpla el plazo de retiro, pensar en una o varias actividades alternas para realizar.
- La alimentación saludable, es la mejor inversión. No necesitamos gasolina, energía eléctrica, gas y derivados del petróleo. La energía nos viene de la naturaleza, del movimiento, del ejercicio, del placer de vivir lo que se llama actitud mental.
- Resolver los conflictos, todo tiene solución, soltar lo que no se soluciona. El crecimiento duele, hasta los niños les duelen las piernas cuando están en crecimiento.
- Las redes de apoyo son muy importantes: la familia, los amigos, los terapeutas, los pastores, sacerdotes, etc.
- Muchos dicen que las mujeres no nos llevamos bien, pero eso es un prejuicio. Si no se entienden con alguna que no tiene crecimiento, retírate y busca personas afines a tu estado mental positivo.
* Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta. Visita su sitio web: www.rosachavez.com.mx Síguela en: https://www.facebook.com/DrRosaChavez y https://www.facebook.com/Tratamientointegral/ Comentarios a la autora: [email protected]