La niebla mental en la menopausia

El periodo de la menopausia es muy controversial, mientras más integran síntomas a este periodo, las mujeres más los experimentan. Si revisamos la cultura y las creencias, nuestras mamás y abuelas no conocían este periodo en sus vidas, para las generaciones que nos presidieron perder la menstruación era un alivio, ya no tenían que preocuparse por quedar embarazadas, ni por los cuidados sanitarios del período.

Cuando era niña, hace más de 50 años, había muchos prejuicios respecto a la menstruación, siempre estaba el temor de manchar la ropa, recomendaban no bañarse durante los días del periodo, no comer ciertos alimentos, ni tener relaciones sexuales. La información que recibí al respecto fue muy escasa, estaba en un colegio de monjas, la maestra se avergonzaba al hablar de este tema; nada de aspectos psicológicos, biología y nada más, no había preguntas, era algo que teníamos que “soportar” sin quejarnos. Desde el nacimiento comentaban: “pobrecita es mujer”. Recuerdo que bromeaba con una amiga si sería posible ponernos un tapón para no tener que utilizar los “trapitos”. Quién iba a pensar que se les ocurrirían los famosos tampones. Al iniciar mi periodo hormonal, eran muy escasas las toallas sanitarias, venían en cajas grandes de color azul. Acudí a una tienda de abarrotes y la joven que me atendió volteaba a ver que no hubiera hombres, escondió el paquete, lo envolvió en un periódico y lo puso en el mostrador, esperando que pagara pronto para que nadie preguntara. Anteriormente, las mujeres utilizaban protectores que hacían con tela de algodón, todavía no estaban en la cultura desechable de manera que las lavaban y las ponían al sol, lo mismo que los pañales de bebé.

 

La menopausia es un periodo que afecta la emociones y la fisiología en las mujeres. Mientras más se conocen síntomas, más los achacan a la menopausia. Esto resulta un problema, dejan de lado el aspecto emocional que con la edad se complica y se someten a tratamientos sin tomar en cuenta lo importante que es la psicoterapia.

 

Son muchas las que se quejan de que les falla la memoria. El deterioro cognitivo tiene que ver con la reducción de los niveles de estrógeno, la hormona cuya producción comienza a fluctuar durante los años previos a la menopausia, este proceso inicia un año después de la última menstruación. El cerebro cuenta con receptores de estrógeno, muchos de ellos están situados en el hipocampo, una región cerebral que se encarga de fijar, procesar y recuperar la memoria. Con la disminución del estrógeno, la actividad del hipocampo se ve afectada.

El término “niebla mental” inició con el médico británico Edward Tilt a mediados del siglo XIX, para referirse a la nube que envolvía al cerebro de las mujeres en la etapa de la menopausia, en tiempos de la era victoriana. Las mujeres se quejaban de la pérdida de la memoria reciente. Afortunadamente no todas las mujeres sufren la niebla mental, existen niveles muy diferentes de sensibilidad a los estrógenos. Los síntomas asociados a la menopausia no son permanentes, como la pérdida de libido, se disipan a medida que el cerebro se acostumbra a funcionar con poco o nada de estrógeno. Las mujeres recuperan la libido si tienen una buena relación de pareja. La buena noticia es que el estado alterado es transitorio.

Los bochornos y la memoria

Los bochornos o sofocos, ese calor intenso que surge de manera repentina, se nota en la cara, el cuello y el pecho, la piel se enrojece y sienten una sudoración abundante. Los bochornos pueden durar hasta los 70 años, si no se tratan. Además de afectarles el sueño, muchas reportan que se despiertan por la sudoración y hasta tienen que cambiarse de ropa, lo que se vuelve un gran problema. La falta de un buen descanso interfiere en los circuitos de la memoria. En caso extremos, los bochornos pueden estar asociados al riesgo vascular y pueden ser marcadores de enfermedad cerebral.

 

Los cambios en el estado de ánimo pueden causar ansiedad y depresión, si además sufren conflictos con la pareja, demasiado estrés en su trabajo, si no descansan, todo abona a que el periodo se complique. Cuando la mujer está ocupada en un trabajo que le gusta, una afición, un deporte, una labor social, puede lidiar con síntomas menores.

El déficit de estrógeno está relacionado con el manejo de las grasas por parte del metabolismo, con la disminución de esta hormona se pierden minerales y masa ósea. Un mal manejo o alimentación deficiente, incrementa el riesgo de infarto, trombosis, osteoporosis y fracturas.

 

Por otro lado, no hay que culpar de todos los cambios a la menopausia y experimentar todos los síntomas que dice el doctor Google. Yo presenté menopausia prematura a los 42 años, en la crisis del 94, sufrí varias situaciones dolorosas y complicadas: un asalto a mano armada, el robo de todos nuestros bienes materiales, entre otros que se acumularon, hasta que afectaron mi salud, me operaron de la vesícula y sufrí un estrés postraumático en el que casi pierdo la vida, la crisis fue tan severa que terminó en divorcio. Después de la cirugía, cambió mi periodo, fui al ginecólogo y me dio un inventario de síntomas que iba a padecer, hasta problemas en mi visión. Cuando salí, decidí que yo no cumpliría la profecía me negué a experimentar los síntomas, dos meses soporté los síntomas secundarios del reemplazo hormonal y decidí, como homeópata, que sola me atendería. Practico ejercicio, cuido mi alimentación por mi colon irritable y me ayuda la actitud mental positiva, hasta para soportar duelos. No he padecido bochornos y no culpo a la menopausia por los cambios de humor.

Hay que tener cuidado con los reemplazos hormonales, no todas pueden ingerir estrógenos. Las hormonas “bioidénticas y naturales”, tan de moda, no son seguras como terapia hormonal, no hay evidencia que sean efectivas según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), las mujeres deben estar informadas.

 

Recomendaciones

  • Cuanto sientas el bochorno, ponte un trocito de hielo bajo la lengua, otras mujeres mejoran al introducir sus pies en una tina con agua fría.
  • No seas parte de las estadísticas, practica ejercicio y aliméntate de manera nutritiva. Conoce el límite de estrés que puedes manejar y no te satures de tareas.
  • Muchas se sienten mejor en este periodo, se vuelven más seguras y se atreven a emprender un negocio. Otras se sienten liberadas de los prejuicios que cargamos en la sociedad y se empoderan.
  • Evita el tabaquismo y las bebidas azucaradas.
  • Es un hecho vivimos más años que las generaciones anteriores, pero no todas llegan en buenas condiciones de salud. La salud física y mental es una inversión, si cuidan su alimentación y practican ejercicio tendrán dividendos, y serán los mejores años de tu vida.
  • Alimentos para consumir en la menopausia, fitoestrógenos vegetales: soja y derivados como el tofu, brotes de alfalfa, espinacas, semillas de linaza y chía, remojadas no molidas. Legumbres: lentejas, habas, garbanzos, chicharos. Hierbas aromáticas: canela, pimienta, cúrcuma, jengibre, té verde. Frutos secos: nueces, pistaches, cacahuates, almendras, contienen minerales y grasas saludables.

 

* Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta. Visita su sitio web: www.rosachavez.com.mx Síguela en: https://www.facebook.com/DrRosaChavez y https://www.facebook.com/Tratamientointegral/ Comentarios a la autora: [email protected]

 

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