Efectos de la pandemia en la salud mental

La salud mental es un estado de bienestar general en la forma de pensar, regular sentimientos y comportarse. En ocasiones, las personas experimentan una alteración significativa en el funcionamiento mental, las causas: la vida acelerada que vivimos, la inseguridad, el cambio climático, la incertidumbre y, en la actualidad, el miedo a morir por el Coronavirus y la modalidad Covid19.

Todos contamos con un registro celular elaborado por historias emocionales no resueltas, de la propia vida y de las generaciones familiares. Los recuerdos dolorosos, los conflictos no resueltos se guardan como somatizaciones. La somatización son síntomas que obstruyen el paso de la energía en el sistema nervioso y que se repiten con frecuencia: tensión muscular, sudoración, diarrea, colitis, alergias, padecimientos en las vías respiratorias y en la piel; la artritis tiene que ver con las emociones reprimidas, los resentimientos; los accidentes, traumas, asaltos y agresiones, desencadenan un impulso de ansiedad cada vez que nos exponemos a circunstancias similares en el presente.

 

 

La zona del cerebro donde se guardan los recuerdos traumáticos se llama amígdala, coloquialmente le llaman el perro guardián; gracias al perro guardián es que el Homo sapiens sigue en este planeta. El sistema límbico es la herencia del cerebro animal al que pertenecemos, es la conducta innata con la que nace el reino animal y los seres humanos, está en alerta en cada instante, pero cuando está en alerta constante sin ninguna causa, genera ansiedad y trastornos compulsivos para mitigarla. Por ejemplo, cuando acercamos las manos a los ojos o cuando un objeto como una piedrita parece que va a penetrar a los ojos, de manera instintiva los ojos se protegen y se cierran. Al caer metemos las manos para amortiguar la caída; al manejar metemos el freno o giramos el volante, hasta que pasa el peligro regresamos la película y tomamos consciencia de lo que pudo haber sucedido. Existen situaciones en las cuales no actúa el instinto, no tienen que ver con conductas innatas, existen condiciones en las que el instinto no actúa como defensa, no estamos preparados para defendernos, por ejemplo, en el abuso sexual en los niños, la seducción es la mejor arma para bajar las defensas, es lo que permite el abuso sexual, y un asalto a mano armada que nos deja paralizados.  Los acontecimientos traumáticos se guardan como una película, luego es difícil borrarlos de la memoria.

Las personas pueden perder la capacidad de maniobra por los acontecimientos presentes, las noticias tan alarmistas, el confinamiento y la crisis económica. Los síntomas mentales en la pandemia son causados por un factor identificado, reactivos a un estrés postraumático. Si pasado el tiempo la persona no acepta su realidad, se daña a sí misma o a los demás, entonces podrá encuadrarse en una patología mental.

 

La patología mental, trastorno psicosocial o psicoemocional, es la condición en la que los cambios en el pensamiento causan angustia, temor, conflictos internos y externos que perturban la capacidad para funcionar. Las normas culturales y las expectativas sociales juegan un papel en la definición de los trastornos de salud mental. Los cambios marcados en los patrones de conducta son motivo de diagnóstico y requieren ayuda; por ejemplo: alimentación, sueño, incapacidad para hacer frente a los problemas y a las actividades diarias, pensamiento inusual o “mágico”, ansiedad excesiva, tristeza, depresión y apatía prolongada, pensamientos o declaraciones sobre suicidio. Las conductas agresivas, el abuso de sustancias, los cambios de humor, la ira excesiva, y el comportamiento violento. Si no habían presentado conductas anteriores, el confinamiento puede ser el disparador, incluso por el cambio en la manera de estudiar y la crisis económica que atraviesan sus padres.

El confinamiento, los meses inmovilizados, van a dejar huella, en la adaptación al futuro y memoria en el inconsciente colectivo, como las guerras mundiales y las epidemias en otras épocas. Esta pandemia del Coronavirus es diferente a otras que ha vivido la humanidad, la diferencia es que nos enteramos en tiempo real de lo que sucede en todo el mundo, además de la incertidumbre y confusión que causan las noticias falsas. Las noticias alarmistas causan sentimientos de impotencia, un estado de indefensión, de desamparo. Los sistemas de salud mundial quieren un tratamiento específico para tratar el Covid19, situación que crea incertidumbre y miedo. La población espera una vacuna para sentirse seguros; falta entender que los virus presentan mutaciones y, seguramente, pasará como la influenza que cada año van a tener que vacunarse.

 

La inmunidad colectiva o inmunidad de rebaño

Es la capacidad para resistir la infección, es decir, la inmunocompetencia individual y de grupo, en inglés herd immunity. El nivel cualitativo que previene la aparición de epidemias requiere un número de enfermos, la inmunización de los sanos, que al estar en contacto o no con enfermos el sistema inmunológico produce anticuerpos como defensa. La vacunación produce protección individual; la inmunidad colectiva, es la que reconoce a los virus o bacterias y crea el anticuerpo como defensa para resistir la infección. Es notorio en una gripe, en un grupo solo enferma uno o dos, el que se encuentra más vulnerable por el nivel de estrés, otra enfermedad que ha disminuido sus defensas. La inmunidad de rebaño fue parte de los experimentos de Pasteur con ovejas, se produce, cuando pasada la epidemia, la mayoría de la población ha desarrollado anticuerpos. La inmunidad protege de manera indirecta a las personas sanas.

Los seres humanos somos animales sociales, de manera que el bienestar depende de la relación con los otros. Tenemos tantas situaciones para sentir miedo, pero el planeta está aterrado con un enemigo invisible, un virus microscópico, si fuera visible sería fácil destruirlo. Hace falta una tribu para criar a un niño, para resolver un conflicto y para curar una enfermedad y nadie sabe lo suficiente para construir solo un aeropuerto o un monumento, es necesario un grupo de expertos. El Homo sapiens trabaja de manera conjunta, en eso nos distinguimos de los animales. Las golondrinas son maestras en ingeniería civil, construyen solas sus nidos, pero no tienen sentido de pertenencia, en cuanto termina la reproducción vuelan sus críos y la madre abandona el nido, en cambio los humanos nos apegamos a las personas y a los objetos.

 

 

Recomendaciones

  • Tener presente que, un estómago hambriento, un monedero vacío y un corazón roto, enseñan las mejores lecciones de la vida. Seguramente a muchos jóvenes que no han sufrido carencias, con la experiencia de la pandemia van a tomar consciencia de lo vulnerables que somos.
  • El miedo es indispensable; sin embargo, cuando nos invade todo el tiempo, bajan las defensas y se presentan las enfermedades psicosomáticas.
  • El internet es una maravilla, en exceso las noticias alarmistas causan ansiedad.
  • La alimentación saludable, las horas de sueño, el ejercicio, la buena actitud, son indispensables para mantener un sistema inmunológico en buenas condiciones.

 

* Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta, contáctala en: www.rosachavez.com.mx [email protected] https://twitter.com/DrRosaCh https://www.facebook.com/Tratamientointegral/

 

 

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