Nuevos avances médicos contra la Enfermedad de Parkinson

Temblor en reposo, rigidez muscular, lentitud, trastornos del equilibrio, inexpresividad facial, seborrea y salivación excesiva son algunos de los síntomas que las personas que viven con Enfermedad de Parkinson presentan y que muchas veces son subdiagnosticados, impidiendo que los pacientes reciban el tratamiento adecuado para esta enfermedad que ocupa el tercer lugar en frecuencia entre los padecimientos neurológicos.

En el mundo, la incidencia de la enfermedad, se calcula que es de 150 a 200 casos por cada 100,000 habitantes; en México, 50 de cada 100,000 personas pueden padecerla, de acuerdo con el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN).

Siempre a la vanguardia, los especialistas del Hospital Houston Methodist se encuentran haciendo estudios clínicos que podrían brindar esperanza a los pacientes.

 

“Estamos participando en varios ensayos clínicos que involucran medicamentos para el tratamiento sintomático y actualmente se están llevando a cabo un par de ensayos para comprobar la seguridad y eficacia de medicamentos que podrían modificar el curso de la enfermedad”, explicó la Dra. Olga Waln, especialista en neurología y desórdenes del movimiento del Hospital Houston Methodist.

Agregó que, además, “tenemos en curso dos ensayos clínicos dirigidos a eliminar la fuente de la enfermedad, no sólo a buscar los síntomas. Nuestro centro de investigación es muy activo y continuaremos participando en los ensayos clínicos para formar parte del grupo de científicos con la esperanza de lograr un progreso significativo, enfocado hacia un mayor control en este desorden de movimiento”.

 

De acuerdo con la Dra. Olga Waln para el diagnóstico de la Enfermedad de Parkinson, los especialistas “primero consideramos la presencia de ciertos síntomas particulares y, en algunos casos se realizan estudios cerebrales que ayuden a confirmar la deficiencia de dopamina en el cerebro”.

Comentó que la Enfermedad de Parkinson “es una condición progresiva, sin embargo, con los medicamentos dopaminérgicos se puede mejorar la calidad de vida de los pacientes, permitiéndoles tener una vida lo más normal posible. Hasta ahora, el tratamiento es sólo sintomático, es decir, nos permite tener un mayor control de los síntomas, tales como el temblor o la rigidez”.

 

En la actualidad, de acuerdo con la especialista, “no existe ningún tratamiento que pueda ralentizar la progresión de la Enfermedad de Parkinson, pero podemos tratar los síntomas derivados de la falta de dopamina en el cerebro. Los medicamentos que se usan con más frecuencia son los que producen dopamina; luego tenemos un grupo de medicamentos llamados agonistas de la dopamina que estimulan los receptores de dopamina proporcionan alivio sintomático”.

Agregó que “también contamos con grupo de medicamentos que reducen la brecha de la dopamina en el cerebro de los pacientes, por lo tanto, también prolongan los efectos de ésta, tales como la rasagilina o la selegilina. En algunos pacientes, es necesario hacer combinación de medicamentos para lograr un mejor resultado y control”.

 

Respecto al tratamiento quirúrgico, la Dra. Waln explicó que “existe una cirugía denominada de estimulación cerebral, por medio de la cual se colocan electrodos en las estructuras profundas del cerebro y se conectan con una batería que proporcione estimulación eléctrica que ayude a controlar los movimientos involuntarios o la rigidez”.

Afrontando la enfermedad

La aceptación de un diagnóstico de una enfermedad crónico-degenerativa siempre resulta difícil tanto para el paciente como para los familiares, por ello la Dra. Olga Waln, recomienda acompañar al paciente durante todo el proceso de aceptación.

 

“Algunas personas tienen dificultades para aceptar el diagnóstico de la Enfermedad de Parkinson, lo cual es comprensible porque es una condición crónica, en donde no hay cura. Sin embargo, los pacientes deben ser optimistas y construir su nueva vida no en torno al diagnóstico, sino a las diversas posibilidades que tienen para tener una buena calidad de vida si tienen un apego correcto al tratamiento”.

Desafortunadamente, “no hay cura, pero con la medicación correcta, en múltiples casos, podemos lograr una mejoría significativa de los síntomas, proporcionarle al paciente el tener una vida casi normal al tiempo de mejorar su calidad de vida. Por lo general, les digo a mis pacientes que, a pesar de su condición, tienen que seguir viviendo como lo hicieron antes de recibir el diagnóstico de Parkinson. Por supuesto, hay ciertas limitaciones, pero la investigación médica se está desarrollando muy rápido y se tienen muchas esperanzas de que en el futuro se cuente con un nuevo medicamento para el tratamiento de los síntomas y posiblemente incluso para retrasar la progresión de la enfermedad”.

 

Para finalizar, la Dra. Waln recomendó a los pacientes, “establecer una línea de apego al tratamiento que ayude a un mejor control de los síntomas de la enfermedad, mantener una actitud optimista y creer que, pese a que es una enfermedad crónica, se están dando avances en el tratamiento que brinden una luz al final del camino”.

* Ubicado en el Centro Médico de Texas, el Houston Methodist Hospital es considerado como el número uno en el estado de Texas y en la ciudad de Houston por la prestigiosa revista U.S. News & World Report. Reconocido a nivel mundial por su investigación médica de vanguardia, por la atención y cuidado a sus pacientes y por sus áreas de alta especialidad. Para obtener más información visita: http://www.houstonmethodist.org/for-patients/international-patients/ o síguelos en redes sociales: https://www.facebook.com/houstonmethodist https://twitter.com/MethodistHosp

 

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