Síndrome de Munchausen o trastorno facticio

Un síndrome es un conjunto de signos y síntomas que engloban un trastorno o enfermedad. El síndrome de Munchausen se encuentra clasificado como enfermedad psiquiátrica en el manual de los trastornos mentales.

En el enfoque de la terapia familiar, el síndrome de Munchausen encuadra en la familia disfuncional, en donde para hacer un diagnóstico de enfermedad recurrente en un niño se tiene que analizar la fuente que alimenta las enfermedades. Bajo este esquema el niño es el foco de atención. Otro factor que mantiene la homeostasis familiar es el médico que solo prescribe medicamento o indica internamiento para suprimir momentáneamente los síntomas. Falta de conocimiento o de ética, el médico le sigue el juego a la madre o tutor, sin derivarlo a atención psicológica. Conozco un pediatra que no duerme, de noche se la pasa de hospital en hospital, tiene muchos pacientes, a casi todos los niños les prescribe los mismos medicamentos, de manera que se convierten en clientes cautivos, con tanto antibiótico presentan un sistema inmunológico suprimido, no mejoran.

Para encuadrar a un niño en el síndrome de Munchausen, se tiene que analizar si de manera frecuente es hospitalizado, si estado muy medicado o sometido a estudios en los que los resultados son negativos. Por ejemplo, en el caso de ataques de asma, fiebre y alergias.

 

Hace años tuve un caso de una niña de tres años, presentaba fiebre, cuando conocí la situación pude identificar la causa. La mamá quedó embarazada, el padre no se hizo cargo de la niña. A los tres años el padre apareció nuevamente, visitaba a la madre el fin de semana, era un secreto ya que la familia no quería saber de él. La niña no lo quería, él de todo la regañaba. Regularmente se enfermaba el fin de semana y yo le preguntaba a la niña: “¿Aquí está tu papá?” y solo afirmaba con su cabeza. Cuando el padre de nuevo desapareció la niña no volvió a enfermarse.

Causas

Mayormente, madre sobre protectora, insegura, que repite lo que aprendió en su familia de origen. Madre que padece un trastorno mental y lo proyecta en su hijo. Madre que busca controlar al padre a través de los padecimientos del hijo o hija. Un caso muy mediático fue el de la venezolana Marjorie de Souza y el actor Julian Gil, ambos actores. Ella, ante la opinión pública, quedó como ambiciosa y mentirosa. Se hizo un gran escándalo en su divorcio. Con tal de obtener dinero de Julian, enfermaba al niño, al grado de internarlo. El caso se complicó. Por un buen tiempo, la abogada ayudó con la estrategia de utilizar al bebé como cheque al portador.

 

El síndrome obtuvo su nombre de un personaje ficticio, el Barón Von Munchausen. Se le asoció al síndrome por las fantasiosas aventuras bélicas tan bien contadas del personaje. La psiquiatría lo tomó como referencia para el manual de las enfermedades mentales llamado DSM, tomó el nombre del barón para describir a los pacientes cuyos síntomas psicológicos son inventados por una madre histriónica que sabe manipular al grupo médico, incluso llegan a cirugías innecesarias. La ganancia secundaria satisface la necesidad de atención del cuidador. El síndrome encuadra en el trastorno facticio (falso) impuesto a otra persona. La madre que cuida exageradamente a su hijo, busca quedar como heroína por atender a su hijo.

La triangulación

Las características disfuncionales de la organización familiar tienen que ver con una triangulación del niño con sus padres. El hijo tiene la función de distraer los conflictos de sus progenitores. Los padres discuten y el niño se enferma. El síntoma obra como estabilizador y como distractor del conflicto familiar, de tal manera que siempre están observando al niño y la sobreprotección se hace presente. Con los años el niño se vuelve muy inseguro, pero aprende a manipular, se vuelve un chantajista, si no consigue lo que quiere se enferma. Posteriormente, con tanto medicamento que ingiere, presenta iatrogenia, enfermedad con síntomas confusos. Hay padres que se ufanan al decir que su hijo tiene una enfermedad rara y hasta lo llevan a otro país en busca de una solución. La preocupación de los padres los mantiene unidos, entre la culpa y el chantaje, es como el eslabón de una cadena. Atrapados y sin salida piensan que sería injusto divorciarse con un hijo que siempre está en peligro de muerte y les preocupa lo que puedan decir los familiares. El diagnóstico no es la enfermedad sino la manera en que aparecen los síntomas.

 

Casos clínicos

Hace unos 40 años, mientras realizaba el servicio social de mi primera carrera profesional en un laboratorio clínico, me impresionó un caso. Se trataba de un niño de cinco años de edad que parecía un bebé, no hablaba, no se movía, tan delgadito que se le veían las costillas. No encontraba una vena para sacarle sangre. Le preguntamos a la señora por qué estaba tan delgado, nos dijo que no quería comer, no pedía, lo único que le daba era biberón con refresco de la marca Fanta. Incluso nos dijo que sus otros hijos la regañaban por no alimentarlo bien. El niño fue producto de una relación ocasional. Obvio, el niño tenía un gran retraso mental y físico. Me quedé impresionada por el caso, estaba muy joven y no hice nada. Años después, mi respuesta hubiera sido diferente: la hubiera denunciado para que el DIF o alguna organización se encargara de la atención del niño.

El caso de Lucy con una colitis ulcerosa fue de los primeros de investigación sistémica de una enfermedad psicosomática. Descubrieron que el síntoma era alterado y se mantenía por el estrés emocional de Lucy conectado a rígidas dinámicas familiares con las que ella estaba en estrecha relación. Posteriormente se enfocaron en otras familias con la misma enfermedad y confirmaron que las reglas de comunicación eran muy rígidas, la madre presentaba compulsión al orden y la limpieza, al grado de supervisar hasta la pasta de dientes, una madre asfixiante. De tanta sobreprotección la hija muy insegura, bien portada, obedecía ciegamente las reglas tan rígidas de la madre; el padre para llevar la fiesta en paz permitía toda clase de crítica y descalificación. Ella muy ambiciosa lo comparaba con los amigos que estaban mejor económicamente. Para evitar conflicto a la madre insatisfecha, aprendieron a someterse a las reglas rígidas de la madre.

Recomendaciones

  • El médico pediatra tiene que derivar al psicólogo cuando tiene sospechas de trastornos psicosomáticos. No todo lo arregla la medicina, para eso estamos los que nos dedicamos a la salud mental.
  • Resolver los conflictos de pareja para no afectar a los hijos, luego aprenden que si se enferman los padres permanecen unidos
  • Si el niño enferma de manera frecuente de asma, alergias, infección de garganta, buscar la causa y no solo atacar el síntoma. Recibe antibiótico, analgésicos, antipiréticos, antihistamínicos y corticoesteroides, no va a mejorar, solo están paliando los síntomas y bloqueando su sistema inmunológico
  • Para la homeopatía, no hay enfermedades sino enfermos, de manera que lo primordial son los síntomas y la manera de enfermarse.

 

* Dra. Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta, contáctala en: www.rosachavez.com.mx [email protected] https://twitter.com/DrRosaCh https://www.facebook.com/Tratamientointegral/

One Comment on “Síndrome de Munchausen o trastorno facticio

  1. Yo fui niña muy enfermiza, pero era super mala para comer, me la pasaba dando vuelta alrededor de la mesa a la hora de la comida y me negaba a comer algo, ¿resultados? quedé pequeñita de cuerpo, gracias a Dios mi cerebro no sufrió me encanta estudiar, he estado en 12 escuelas desde la primaria hasta la lic. en Teología hace casi 20 años. (primaria, comercio, secundaria, trabajo social, prepa, medicina, dilomado en filosofía, proulex, escuela de música, teológico, y alguna que se me escapa).

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