El duelo del abandono

Amor a primera vista, Erol y Romina, se conocieron en un congreso. Él la observaba extasiado con el diálogo. Tardaron en el reencuentro, se la pensó varios meses hasta que venció sus miedos. Parecían hechos el uno para el otro, la media naranja. Encuentros intensos, intereses en común, planes de vivir juntos… hasta que Erol envió un mensaje: “Lo siento. Te amo, pero, no puedo”. Desapareció sin dar una explicación. Romina no paraba de llorar, deprimida, no encontraba respuesta a sus dudas. Le llevó meses aceptar la ausencia.

Fotografía: Piopics Fotografía, www.piopics.com  

El abandono a través de la muerte de un ser querido es uno de los duelos más difíciles de superar, sobre todo cuando se asocia a la memoria de otro similar en el pasado. El abandono en la infancia por muerte, ausencia de los padres o de otro ser querido, deja una huella indeleble, se guarda en el inconsciente y cuando un acontecimiento se le parece en el presente, se conecta con el pasado, se vuelve tan intenso que tardan en la recuperación.

El padre de Luis los abandonó. Tiempo después su madre se enamoró de otro hombre, se fue con él y los dejó con la abuela, a él y a su hermana Lucy de ocho años. No volvieron a saber de ella. En casa de la abuela había muchas necesidades. Luis dejó la escuela y se puso a trabajar, pronto se convirtió en el sostén de la familia. A los 22 años se casó, tuvo dos hijos y se repitió la historia: la esposa lo abandonó y le dejó a los niños, no volvió a saber de ella. Como terapia se dedicó a trabajar, resultó muy buen empresario; tuvo varias parejas, pero, no se volvió a casar.

 

La hormona de la felicidad y el miedo

La dopamina es considerada la hormona de la felicidad, tiene varias funciones en el cerebro, entre ellas el comportamiento, la actividad motora, la motivación, la recompensa, la percepción y el aprendizaje. Se libera después de sucesos importantes como obtener una recompensa o, en el opuesto, actúa como señal para memorizar las experiencias dolorosas o desagradables. Es importante en el aprendizaje asociativo del miedo y del placer.

Un equipo de científicos del Instituto de Investigación de Patología Molecular de Viena, confirmó que desempeña un papel crucial en los sucesos desagradables al identificar en el cerebro un circuito neuronal implicado en la memoria del miedo. La memoria de los acontecimientos dolorosos se archiva en una zona del cerebro llamada amígdala. Es importante para la sobrevivencia aprender de los peligros que ponen en riesgo la vida, de manera que su función es preparar para la huída o a la defensa.

Neuronas del miedo

El circuito dopaminérgico es considerado el responsable de la recompensa y la motivación, una vez que este circuito se activa, libera dopamina, que es altamente adictiva; la hormona se libera en el enamoramiento, en los deportes de riesgo, en el juego de los ludópatas, los corredores de autos, los alpinistas, los buzos. Los estudios más recientes descubrieron que también se activa en la memoria del miedo. El circuito dopaminérgico, se encuentra entre la sustancia gris central y la amígdala, es crucial para el procesamiento de la emoción; el circuito filtra las experiencias importantes y las almacena en la memoria asociativa. Las neuronas que se originan en la sustancia gris central están cableadas de manera que hacen conexiones involucradas en el procesamiento del dolor, juegan un papel muy importante en la formación de la memoria al dolor. Esto explica como el dolor se guarda en la memoria y se vuelve obsesivo, por ejemplo, cuando ingieren medicamentos derivados de los opiáceos, lo alimentan de tal manera que se repite para pedir el fármaco, una forma de autoengaño, similar a la adicción a cualquier sustancia ilegal.

 

La relación más íntima es la que existe entre la cabeza y el corazón, se conectan a través de la arteria carótida común, la que envía sangre del corazón al cerebro. El cerebro tiene mecanismos para percibir el peligro y responde de inmediato a la presencia de cualquier amenaza. Cuando identifica un peligro, hace un llamado al hipotálamo, el centro de control de nuestro sistema hormonal, acto seguido, el hipotálamo pone en marcha el sistema nervioso simpático y aumenta los niveles de cortisol en las venas, de inmediato circula adrenalina. El corazón se acelera, con el flujo sanguíneo que llega a los órganos vitales. Las vías respiratorias se abren, con cada respiración, estamos más alerta. Las pupilas se dilatan. En presencia del peligro estamos preparados para luchar o correr, el problema es que con tantos estímulos la alama se prende constantemente y nos sentimos agotados.

 

Esto sucede durante una ruptura

La respuesta psicológica y química al duelo, activa el sistema nervioso parasimpático. El cerebro envía una señal a través del nervio vago hasta el corazón y el estómago. Los músculos del sistema digestivo se encogen y nos provocan un vacío en el estómago. Las vías respiratorias se contraen y dificultan la respiración, el ritmo cardiaco se detiene, se percibe como si el corazón se estuviera rompiendo, son los efectos del síndrome del corazón roto.

 

En cambio, las emociones positivas se sienten de manera tan agradable, las hormonas que se liberan se sienten como mariposas en el abdomen, regulan el ritmo cardiaco y el buen funcionamiento de todos los sistemas vitales. En el opuesto, el abandono, la ruptura, es como cualquier otro dolor y lleva tiempo recuperarse.

 

El dolor que causa el desamor y el abandono, se percibe en el cerebro como un dolor físico y queda en la memoria emocional. El amor activa los mismos centros de recompensa neurológica que la cocaína, la heroína; el desamor es similar al síndrome de abstinencia de cualquier sustancia.

Recomendaciones

  • Busca ayuda terapéutica para superar el duelo. No permitas que el duelo se prolongue, con el tiempo se complica, se presenta la depresión crónica también llamada distimia.
  • La dopamina del enamoramiento dura unos años, el sistema agota la producción, para continuar con la pasión es importante cambiar de rutinas, la novedad, no dejar que la relación muera con el aburrimiento.
  • El duelo es un proceso, lleva tiempo dependiendo de cada persona, no hay medicina para quitar el dolor emocional. Cuidado al ingerir cualquier sustancia o fármaco para mitigarlo, se puede caer en adicción.
  • Después de un abandono, una ruptura, no se apresuren a cambiar de relación, aprendan a conocerse o, como dice el dicho, encontrarán “el mismo infierno con diferente diablo”.
  • La mejor pastilla azul es una relación renovada. No es necesario cambiar de pareja, sean creativos, cambien las rutinas, dale vuelo a la imaginación.

 

* Dra. Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta, contáctala en: www.rosachavez.com.mx [email protected] https://twitter.com/DrRosaCh https://www.facebook.com/Tratamientointegral/

 

2 Comments on “El duelo del abandono

  1. ¡Como siempre! Toda una cátedra de conocimientos en el Estado del Arte de la psicología. Bien organizados, amenos y útiles estos conceptos nos permiten una reflexión profunda del tema a nivel de cualquier persona. Las conclusiones son claras y concisas; favorecen el pensarse a sí mismo o a algún ser querido afectado. Muchas gracias doctora y esperare más artículos como este.

Deja un comentario