3 pasos para mejorar la comunicación laboral

Cuando se trata del tema de la convivencia en los centros de trabajo, la
comunicación es un área sensible y aunque se asume como importante, en la
práctica se descuidan las formas de llevarla a cabo.

Hay varios factores que podemos tomar en cuenta para mejorar la
comunicación en el trabajo; si bien es cierto que cada persona es un mundo, también
lo es que hay recomendaciones que pueden optimizar el ambiente en el que
laboramos.

Natalia Gómez del Pozuelo, autora del libro Buen
padre, mejor jefe, Editorial Empresa Activa, explica que el primer paso es
elegir bien el momento para expresar nuestras ideas, compartir planes o
proyectos, así como solicitudes que consideramos importantes, ya que esto sí
puede influir en el cauce que lleve el tópico a exponer.

La autora afirma que hay tres recomendaciones que si
se realizan, el efecto positivo se dejará ver en poco tiempo en la manera en la
que nos relacionamos con los compañeros de oficina.

 

1
Cuida la forma en la que te expresas

Ser
claros a la hora de solicitar algo. No siempre nuestras instrucciones resultan
concretas por lo que esto es clave. Además, hay que evitar los reproches y
vigilar que el tono de la voz siempre sea el adecuado.

 

2
Tener la actitud adecuada

Al
margen del rango o nivel jerárquico que se tenga, el saludo, la disposición
para entablar una junta, así como el modo en el que se hagan las peticiones,
será fundamental para generar la construcción de un buen ambiente. Para tener
la actitud adecuada hay que tomar en cuenta los siguientes factores:

 

a)
No adivinar, juzgar o hacer reproches.

b)
Ponernos en el lugar del otro.

c)
Escuchar con atención.

d)
No interrumpir cuando el otro hable.

 

3
Entablar conversaciones constructivas

Natalia
Gómez explica que al momento de hablar con un colaborador es más productivo
decirle los puntos de mejora, así como brindarle información que ayude a elevar
el rendimiento y procesos de trabajo, en lugar de mostrarnos en un plano que se
limete a quejas o críticas.

Finalmente, hay que hacer mención sobre el discurso
no verbal. El lenguaje físico que tenemos puede decir más que las palabras que
se usan, por lo que estar atentos a esto es básico para mejorar nuestra
comunicación. Son quizá detalles los que hacen la diferencia en este sentido y
los cuales dan un giro de 180 grados a una conversación. Hay que evitar a toda
costa cruzar los brazos o estar de pie mientras los otros están sentados, ya
que son barreras físicas que colocan distancia y pueden hacer sentir incómodo a
los interlocutores.

“Nuestros gestos y postura deben confirmar nuestro
mensaje. A través del uso de las manos, los brazos, la cabeza, etcétera,
podemos facilitar la comunicación y nuestra actitud de escucha”, afirma la
autora y agrega: “Lo más adecuado es adoptar una postura corporal relajada,
sentarse cómodamente, mirar al interlocutor de frente, sonreír de forma franca,
utilizar las manos para acompañar el discurso, hablar con voz clara y audible,
sin vacilaciones ni estridencias y procurar usar un tono cálido y sincero”.

  Nadie puede afirmar que transmitir un mensaje importante sea fácil,
incluso cuando hay que comentar las tareas cotidianas nos podemos enfrentar a
dificultades claras en el proceso de comunicación; sin embargo, el clima
laboral en el que nos desenvolvamos puede impactar de manera directa en nuestro
rendimiento, así como en la disposición con la que cumplamos con nuestras tareas.
Si logramos que en los centros de trabajo la comunicación no sea un obstáculo
para sacar las tareas encomendadas y, por el contrario, sea un área clara de
fortaleza para alimentar el proyecto, el primer paso rumbo al logro estará
dado.

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