Nuestra mejor inversión
Aprender a disfrutar de la vida en estos días llenos de actividades y pendientes en la agenda, resulta poco común. Son escasas las ocasiones en que nos regalamos un par de minutos para disfrutar del placer de sentirnos vivos. No dejes que termine el día sin haber encontrado la belleza que te rodea en esos pequeños detalles como el vuelo de una mariposa en plena ciudad, el aroma de las flores o el paisaje de una puesta de sol.
En el mundo material el dinero es algo que no se puede ocultar, si tenemos mucho somos importantes, si tenemos poco no somos tomados en cuenta. La siguiente metáfora hindú resulta muy aleccionadora.
En un país lejano, un joven fue al bosque y le preguntó a su maestro espiritual:
—¿Cómo puedo tener riqueza en abundancia?
—¿Qué quieres hacer con esa riqueza?— le respondió el maestro.
—Deseo ayudar y sanar al mundo, ¿me podría dar el secreto?
—Existen dos diosas en el corazón de cada ser humano —respondió el maestro—. Todos están enamorados de esos seres supremos. Sin embargo, hay cierto secreto que necesitas conocer.
Aunque ames a las dos diosas, debes prestar más atención a una de ellas, a la diosa del conocimiento, su nombre es Sarasvati. Búscala con afán, ámala y dedícale toda tu atención. La otra diosa, es Lakshmi, es la diosa de la riqueza. Cuando le prestes más atención a Sarasvati, Lakshmi se pondrá sumamente celosa y te dedicará más atención. Mientras más busques a la diosa del conocimiento, más te buscará la diosa de la riqueza; te seguirá a donde vayas y nunca te dejará. La riqueza que deseas será tuya para siempre.
El conocimiento, el deseo y el espíritu tienen fuerza y esa fuerza dentro de cada ser, es la clave para crear abundancia (tomado de Chopra Deepak, El camino de la abundancia). Como él, nosotros también debemos centrar nuestras energías en buscar a la diosa del conocimiento.
1. Haz de tu comida un ambiente agradable, con personas que disfrutes en su compañía. Son muy importantes las emociones que nos acompañan al alimentarnos, incluso las emociones de aquellos que preparan los alimentos.
2. Ríe con verdadero placer. La risa puede ser una adicción positiva y capaz de frenar el impulso hacia otros comportamientos adictivos.
3. Separa los problemas reales de los imaginarios y elimínalos.
4. Descubre el placer de las cosas tan cotidianas como dormir, comer, descansar, beber agua, un buen baño.
5. Pide ayuda siempre que sea necesario, recuerda que no podemos saberlo todo.
6. Aprende a decir “No”, sin sentir culpa. Muchas veces por tratar de no lastimar a un tercero terminamos complicándonos la vida. Querer agradar siempre es un desgaste enorme.
7. Planea tu día. Sé flexible, siempre hay imprevistos; no todo depende de nosotros.
8. Es necesario contar con un grupo de apoyo de personas que sean de nuestra confianza.
9. Dar y recibir no tiene que ser en forma de cosas materiales. Recibir con humildad un cumplido, admiración o respeto implica también la habilidad de ser capaz de proporcionar todo eso a los demás. La ausencia de respeto, cortesía, modales o admiración crea un estado de pobreza espiritual.
10. Dedica tiempo al servicio. Para continuar recibiendo riqueza material, el dinero es energía de vida que intercambiamos y usamos como resultado del servicio que prestamos al Universo. Para que continuemos recibiéndolo, debemos mantenerlo en circulación.