Tipos de relaciones de pareja, del amor apasionado a la convivencia real

Los perfiles de conducta van cambiando a medida que las parejas continúan interactuando, el sistema no es estático y siempre encierra un potencial de cambio. La manera en que se relacionan las parejas depende de varios factores: los mecanismos de defensa, las creencias de las familias de origen, el deseo de mantener su relación, su salud física, la autoestima, el estatus al que corresponde, la lealtad, el compromiso, el amor, entre otros.

 

Para que la relación sea duradera es necesario la aceptación de sí mismos y al compañero tal como es. Una relación basada en la esperanza o la promesa de que van a cambiar una vez que estén juntos, es solo una promesa. Dice el dicho, “si quieres conocer a Andrés vive con él un mes”. En las buenas relaciones se observa la compatibilidad, una complementariedad, no es necesario que sean iguales, la polaridad es tan poderosa que vemos una pareja de color y su compañera blanca de ojos azules.

La convivencia dentro del sistema de pareja es compleja, cada uno trae su historia, cultura, educación familiar, social y las reglas de la religión de su familia de origen.  A esto se agrega los determinantes psicosociales y los hijos que son determinantes adicionales capaces de afectar el sistema de pareja, y no digo marital porque en estos tiempos muchas parejas deciden vivir sin el compromiso de firmar el matrimonio civil o religioso.

 

Algo importante: no hay ninguna tendencia conductual determinada por sexo, las características de cada perfil se observan en ambos géneros. Hombre o mujer puede desear, ostentar el poder en consciencia o sin darse cuenta. El ser humano es ante todo una persona y en segundo término hombre o mujer.

Las relaciones de pareja han evolucionado a lo largo del tiempo inmersos en el consumismo, el hedonismo y la permisividad. Hoy en día, las parejas no binarias pelean por sus derechos y no esconden su preferencia como anteriormente. Los más conservadores optan por relaciones monógamas, mientras que otras personas deciden relaciones poliamorosas o abiertas. Es un hecho, se han incrementado las relaciones de parejas homosexuales o no binarias. En cualquier caso, cada pareja es única y cada relación es diferente. En las relaciones de pareja existen tres componentes: intimidad, pasión y compromiso.

 

Estar enamorado es una de las emociones más buscadas, el enamoramiento es un estado alterado de la consciencia, el deseo sexual se incrementa, el cerebro motivado  fabrica una alta dosis de dopamina, el cambio es notorio, dice el lenguaje popular “el dinero y el amor no se pueden disimular”. El estado de enamoramiento no es perdurable, el siguiente estado es el amor, ese que acepta las diferencias pero que se complementan: uno es activo, el otro pasivo, uno es extrovertido y el otro introvertido, uno es sociable y al otro le gusta la intimidad, en fin. En la cultura consumista, las parejas hoy en día en cuanto terminan las emociones del enamoramiento se separan, no saben distinguir lo que es el verdadero amor. Estar en pareja es una negociación constante, la proyección sirve para conocernos, mejorar la comunicación, los defectos, la empatía, la salud mental y espiritual.

Vale la pena revisar los tipos de parejas existentes con el fin de llevar una mejor relación. La relación mejora cuando aceptan el perfil del otro, las reglas y respetan la individualidad. El choque de personalidades, intereses, objetivos, puede convertir la relación en un verdadero tormento, se complica si hay hijos y no se ponen de acuerdo en la manera de educarlos, además, las familias de origen influyen, se inmiscuyen en la vida de la pareja.

 

Hoy en día son varios los tipos de parejas desde las conservadoras heterosexuales hasta las homosexuales, elegí solo algunas.

 

Relaciones abiertas

Ambos miembros están de acuerdo en tener relaciones sexuales con otras personas fuera de la relación principal, incluso invitan a la intimidad a otro miembro, en esa apertura puede haber dificultades, surgen celos ya que no se respeten los límites. En las relaciones poliamorosas surgen dificultades debido a que en la sociedad la costumbre son las relaciones monógamas.

 

Parejas desvitalizadas

Se sienten atraídos el uno por el otro, pero la relación carece de profundidad y significado. Esta falta de profundidad puede deberse a diferentes razones, como la falta de compromiso; los jóvenes quieren todo, sin el compromiso que implica la relación de pareja, no hay interés en conocer al otro a nivel más profundo. Este tipo de parejas se confunden con relaciones sanas, parecen felices a primera vista, pero carecen de intimidad, no hay confianza, ni vínculo emocional, viven el día a día sin planes a futuro, sin deseos de intimidad, llevan años juntos por costumbre o por imagen social, incluso por una depresión crónica. No desean mantener relaciones íntimas, regularmente duermen en habitaciones separadas o en la recámara de los hijos afectando su independencia.

 

Cónyuge romántico

Las demostraciones de amor adquieren una importancia suprema, se comporta como si quisiera y esperara que su compañero sea su bienamado del alma y que juntos formen una sola entidad, es muy soñadora. Busca satisfacer su aspiración infantil a ser el único objeto del amor, adoración y apoyo de su madre o padre, a menudo es insaciable y las pruebas de amor nunca le parecen bastantes, reclama el romanticismo con mensajes, flores, regalos, regularmente carece de autoestima.

 

Cónyuge parental

Padre-hija, madre-hijo. Con el tiempo la relación se vuelve dominio-sumisión. El que toma el poder se vuelve autoritario, procura que el cónyuge se vuelva el hijo obediente sometido a una servidumbre psicológica. Para defenderse de su falta de autoestima, se fabrica una coraza para demostrar que es un individuo adulto, competente, amable, justo y bondadoso, mientras el sometido se vuelve como un esclavo. Este tipo de relación es común en las relaciones homosexuales. El conyugue parental no se siente apto para ser amado y cree que sólo pueden quererlo si lo necesitan. Con el tiempo el dependiente siente la necesidad de independencia. Regularmente el dominante se niega las necesidades de independencia y no acepta cambiar la relación, se siente inseguro y el dependiente se vuelve rebelde, puede que abandone la relación, los bienes materiales y hasta los hijos.

 

Cónyuge infantil

Busca que lo cuiden, protejan, corrijan y guíen, a cambio ofrece al parental el derecho a sentirse más adulto y necesario. Ante la necesidad se transforma en el dueño del poder, son capaces de explotarlo amenazando con marcharse. Esta díada se da con frecuencia en las relaciones homosexuales, el infantil siente el poder y sabe que todo le perdonan, de manera que hasta puede ser infiel sin ocultarlo. Regularmente a esta relación le llaman el “sugar dady”. El conyugue o pareja infantil sabe del poder que tiene, el parental vive con temor de la autonomía del infantil y sus amenazas de abandono.

 

Cónyuge salvador

Es común las relaciones de rescate mutuo, en las que se salvan uno al otro de lo que ambos juzgan una mala situación, salvándose con ello a sí mismos. Basta con que el otro le comparta sus necesidades económicas, familiares, afectivas o los conflictos con su pareja para que el hombre deje salir el héroe que lleva dentro y rescata a la princesa en apuros.  También la mujer deja salir su sentimiento materno para proteger al hijo pródigo. La relación se vuelve una insana codependencia. Dos románticos pueden iniciar su relación para salvarse uno al otro de sus respectivas parejas. El héroe, el salvador, se siente con el compromiso de hacer feliz a su pareja y resolverle todos sus problemas. El indefenso, inseguro, evade sus problemas, un mal matrimonio, los conflictos laborales, con los hijos, las deudas, el alcohol, las drogas, una enfermedad. Regularmente resulta mal agradecido.

 

Pareja racional

Se niega a admitir que las emociones pueden influir en su conducta, forma una relación lógica en donde ordena las obligaciones y responsabilidades de ambos como si fuera una relación laboral. La razón domina su comportamiento no tolera las lágrimas, ni los reclamos sentimentales, no manifiesta afecto o pasión de manera abierta, es capaz de amar, pero no lo demuestra y sufre un vacio si pierde a su pareja. Es rígido, pragmático, supone que su comportamiento es el correcto, vive apegado a las reglas morales, al deber. Los hijos sufren por su manera racional. El racional trae traumas de la infancia, repite patrones de comportamiento de su padre o madre, en donde no vio ninguna demostración de afecto, retroalimentación o motivación. Este tipo de relación se encuentra en personas que sufrieron una vida difícil o que sufrieron un trauma, como abuso sexual, abandono o indiferencia. Para sobrevivir se fabrican una armadura y, como en el libro del Caballero de la armadura oxidada, no se pueden deshacer de ella porque ya quedó incrustada en su cuerpo.

Recomendaciones

  • La terapia de pareja es muy compleja, cuando están en crisis luchan por que el terapeuta se ponga de su parte y declare al otro como culpable de todos los problemas. No cualquier psicólogo es terapeuta de parejas y puede que complique más la relación, se necesita ser especialista.
  • Las parejas muy apegadas a la religión van a buscar las recomendaciones de un sacerdote, su pastor. La orientación va encaminada en el deber que tienen, en la promesa que juraron: “Hasta que la muerte los separe”. Esta orden es difícil de romper sin dejarles culpa. Les recomiendan un retiro y prometen seguir, no resuelven, siguen por el compromiso y la responsabilidad.
  • La pareja puede recibir críticas, como en el caso en que intercambian los roles tradicionales, el hombre se queda en casa y la mujer es la proveedora. Lo importante es el acuerdo entre ellos.
  • Es un hecho, las parejas homosexuales se han incrementado, de estar ocultas, hoy llaman la atención, hacen bodas espectaculares y también desean tener hijos por medio de las tecnologías como la reproducción asistida. Los padres tradicionales sufren para aceptar, lo recomendable es vivir el duelo acompañados por un terapeuta profesional.

 

* Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta. Visita su sitio web: www.rosachavez.com.mx Síguela en: https://www.facebook.com/DrRosaChavez y https://www.facebook.com/Tratamientointegral/ Comentarios a la autora: [email protected]

 

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