Las emociones engañan al cerebro
Nuestro cuerpo trabaja con ritmos y ciclos de horarios de manera ordenada. Los genes, el reloj del hipotálamo, regulan las hormonas. El hígado regula los genes del metabolismo. La sincronicidad de ambos se lleva a cabo todos los días. Hoy en día, por la alimentación, la mayoría de la población padece hígado graso.
Las emociones básicas son: alegría, tristeza, miedo, ira, asco y sorpresa, se identifican con el lenguaje no verbal, en el rostro con la ruborización, los gestos, en el cuerpo con la tensión muscular, la frecuencia cardiaca. Los signos aparecen de repente y tienen corta duración, nos acompañan desde el nacimiento, sirven como sistema adaptativo, incluso guardan memoria muscular del dolor. Aprender a identificar las emociones es un proceso, cuando no se identifica el miedo causa ataques de ansiedad. En la infancia, los niños no identifican si tienen dolor en la garganta, en el estómago, si tienen sed o hambre, simplemente hacen berrinche, se muestran enojados o permanecen en cama con alta temperatura.
La respuesta a un estímulo tiene que ver con el detonante, una situación desagradable o una que causa alegría, los extremos: alegría, enojo o preocupación causan el mismo nivel de estrés. Un aumento de sueldo, un reconocimiento social, recibir un regalo, llegar a casa después de varios días de trabajo, generan respuestas conductuales positivas. En el opuesto, un accidente de tráfico, un asalto, un despido del trabajo, un conflicto con la pareja, genera respuestas negativas. Los dos estados de conducta dependen de los neurotransmisores, los químicos en el cerebro, las hormonas: dopamina, serotonina, oxitocina y beta-endorfina.
Revisemos la hormona dopamina, interviene en las propiedades de la respuesta neuronal en la corteza prefrontal, tiene gran importancia en la actividad cognitiva, regula la motivación y la euforia, está vinculada al control de movimientos corporales; la disminución se relaciona con la enfermedad de Parkinson. Su deficiencia se manifiesta como pérdida de memoria, olvidos frecuentes y dificultad para recordar detalles, influye en la capacidad para concentrarse y comprender información de manera efectiva. La carencia de dopamina tiende a generar una disminución en la capacidad de sentir placer y entusiasmo lo que contribuye una sensación de apatía, desinterés en las actividades cotidianas y afecta la libido, el deseo sexual. La dopamina se incrementa en los ejercicios de alto riesgo, en el trabajo demandante, en la ludopatía y en el enamoramiento.
La serotonina es llamada la hormona de la felicidad. Es importante para el estado de ánimo, la concentración y la tranquilidad. Influye en la regulación del ritmo circadiano: el día y la noche, y regula la temperatura térmica, por eso los deprimidos tienen frío, si los observan, se cubren a todas horas con un suéter o chamarra. La falta de serotonina disminuye la fuerza vital, la energía que da vida. También controla el apetito, impacta en el metabolismo y en las hormonas. La deficiencia de serotonina está relacionada con los trastornos del sueño, la sensibilidad al dolor, la irritabilidad por la poca energía. Su carencia provoca una cascada de efectos que perturban la calidad de vida. Algo muy importante son los problemas digestivos, lo que contribuye a estados emocionales negativos, como la pérdida de la alegría y la depresión. Esto se entiende, la serotonina se sintetiza el 90% en los intestinos, en el tracto gastrointestinal, en las plaquetas de la sangre y el resto en las neuronas del cerebro.
Efectos secundarios de los tratamientos con antibióticos y antiparasitarios (amibas) experimentan depresión, el fármaco arrasó con la microbiota (flora intestinal). A tomar en cuenta: no es recomendable desparasitarse, como antes lo hacían, cada seis meses; todavía hay médicos que lo recomiendan, eso déjenlo para las mascotas, lo indicado es hacerse un análisis coproparasitoscópico, el tratamiento cambia con el resultado del laboratorio. La misma recomendación es para las infecciones de las vías urinarias, respiratorias, de la piel, el sistema inmunológico puede hacerse cargo de infecciones leves, si no cede acudan con el especialista, las terapias alternativas son de gran utilidad cuando su sistema de defensas no está suprimido por ingerir fármacos de manera indiscriminada.
Una manera de engañar al cerebro y a sí mismo
Mariana es madre soltera de dos hijos, a los 15 años se embarazó del primero, dos años después del segundo; el padre de los niños la abandonó sin apoyar en la economía y manutención de los hijos. Al no tener otra alternativa regresó a vivir con sus padres. La relación con su madre se convirtió en un fastidio, no le quedó de otra que aguantarse varios años. Seis años después conoció a Luis, hombre soltero, se le hizo raro que a su edad no estuviera casado, lo vio como oportunidad de hacer vida como pareja, se embarazó y se fue a vivir a su departamento. Pronto se dio cuenta porque estaba soltero: todos los días al salir del trabajo se la pasa de pachanga con sus amigos, las peleas se multiplicaron. Luis se defiende diciéndole: “Así me conociste”, hasta que se cansó de las peleas y le advirtió: “Voy a rentar en otro lado, ya no me interesa vivir contigo”. Mariana, le reclama y le recuerda que le faltan tres meses para que nazca el bebé. “¡Voy al hospital cuando nazca!”. Después de la noticia, las visitas de Mariana al hospital son frecuentes, que le duele el estómago, que tiene diarrea, que la comida le hizo daño, que el bebé se mueve mucho. La medican, pero no le preguntan si tiene una preocupación. No se atreve a decir que está arrepentida de tener otro hijo.
Recomendaciones
- El enamoramiento es un estado alterado de consciencia, genera exceso de dopamina y se construyen castillos en el aire.
- Antes de llevar al niño al médico, primero averigua si tiene días sin evacuar, la garganta y el estómago están conectados, las abuelas lo sabían, nos daban laxantes y no había necesidad de acudir al médico.
- Gestionar el estrés, hidratarse, beber por lo menos dos litros de agua y dormir mínimo 7 horas.
- Las emociones son energías que se convierten en sentimientos, es importante aprender a identificarlas. Las mujeres tenemos el ciclo hormonal y nos cambia el estado de ánimo. No somos bipolares, somos hormonales.
- El síntoma expresa lo que las palabras callan.
- Ejercitarse incrementa la producción de serotonina, para producirla se necesita triptófano, un aminoácido que se obtiene con alimentos como pescado, pavo, pollo, nueces, cereales, legumbres, arroz y lácteos.
* Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta. Visita su sitio web: www.rosachavez.com.mx Síguela en: https://www.facebook.com/DrRosaChavez y https://www.facebook.com/Tratamientointegral/ Comentarios a la autora: [email protected]