La frustración o el resultado de la insatisfacción

La frustración es el resultado de no satisfacer deseos, metas, proyectos y la no realización de las conductas terminales de cualquier motivo o necesidad. A diferencia del conflicto, la frustración es un problema de competencia de la psicología.

El término frustración, implica por lo menos tres aspectos, en primer lugar, una situación frustrante o condición instigadora; en segundo término, los efectos sobre el organismo, como puede ser cambio de tensión, perturbación de la homeostasis y la adaptación defectuosa y, por último, los efectos sobre el sistema de reacción, es decir, las consecuencias relacionadas manifiestas como enojo, agresión, retraimiento, etc.

En términos operativos, la frustración es el impedimento de emisión de una respuesta previamente activada, con dos condiciones:

 

  • Una operación previa o situación que genere una necesidad motivo. La más común es la de privación en donde la necesidad o tensión existente aumenta en intensidad por la ausencia de los medios para reducirla.
  • El impedimento de la respuesta terminal que reduce o satisface la necesidad. La frustración surge del impedimento o de la interferencia.

 

La tolerancia a la frustración es una habilidad que inicia desde el nacimiento. Desde los horarios para alimentar al bebé y la demora a sus demandas, hasta su sistema inmunológico se fortalece. Posteriormente, los límites que imponen los padres, la escuela y las reglas de la sociedad. El número de hermanos es otro factor, hoy ya no existen las familias numerosas de 15, 12 hijos, en las que, hasta los alimentos están limitados, desde pequeños cooperan con los quehaceres de la casa y hasta en el trabajo de sus padres. Una amiga me cuenta que a los 8 años ya cuidaba al hermanito más pequeño y también ayudaba a su padre en las labores del campo, aprendió muchas habilidades para la vida y cuenta con bastante resiliencia.

El relato de Mary es muy ilustrativo. Se casó hace 30 años, no estaba permitido el contacto físico, era casi obligado ser virgen. La luna de miel no siempre era un cuento de hadas: el novio, falto de experiencia, no la preparó, nada de romance, ni erotismo. Rápidamente terminó el contacto íntimo, ella toda frustrada se puso a llorar, el novio asustado, no fue capaz de abrazarla, se salió del hotel. Mary, no paró de llorar toda la noche, su sueño de la luna de miel como en los cuentos se había convertido en una noche amarga. Faltos de comunicación, no volvieron a hablar de lo sucedido. La distancia entre los dos se hizo más grande, se dedicaron a trabajar. Llegaron los hijos y su vida fue como padres y proveedores, sin disfrute de la intimidad. Se sorprendió cuando le dije: “La intimidad es como el atletismo, hay que practicar, revisar errores, superarlos y verlos como un placer. Variadito como la comida para no aburrirse y hasta se quite el apetito”.

 

La frustración está asociada con el conflicto y la tolerancia con lo aprendido en familia. Las generaciones de la tecnología y la cultura consumista quieren la respuesta inmediata, si ven un objeto que les gusta, lo adquieren con la tarjeta de crédito, los que todavía no trabajan convencen a sus padres de la necesidad de obtenerlo. Cuando no lo pueden obtener se frustran, se violentan, ofenden a sus padres. Qué diferencia cuando era niña, la frase era: “Solo hay de dos sopas y la de fideos se terminó”, lo que quería decir que nos alimentábamos con lo que había, sin protestar y no se desperdiciaba.

 

Los ludópatas también sufren frustración. Cuando pierden es tal su frustración que siguen jugando para no sentir el dolor de la pérdida; cuando ganan siguen jugando para ganar más, vuelven a perder y ese es el ciclo vicioso del adicto al juego.

 

La educación de los padres con amor y respeto hacia el niño, muestra que la disciplina, las privaciones y el castigo pueden sortearse con facilidad. La limpieza, el control de esfínteres, la alimentación, aprender distintas habilidades y ajustarse a la exigencia de los adultos proporciona múltiples situaciones de aprendizaje.

La frustración se desarrolla dentro del marco general de intención psicológica en el que se hace hincapié en su relación con la patología. Encontramos similitud en los efectos con otras situaciones represivas como los traumas, los conflictos, el dolor crónico, la humillación y el maltrato físico.

 

Demasiada frustración no es sano. Es difícil comprender la tolerancia tanto de mujeres como de hombres que toleran el maltrato de su pareja, la codependencia. Revisando su historia personal descubrimos que de niños se acostumbraron al maltrato físico de sus padres o cuidadores. Niños que vivieron con un padre alcohólico que los abandonaba por un tiempo y cuando regresaba vivían situaciones de terror, alcoholizado golpeaba a la madre, ella acostumbrada al maltrato permitía que se quedara en casa, a los pocos días volvía a desaparecer. Esos niños se acostumbraron a vivir frustrados, con baja autoestima, siguen el modelo que vivieron en la infancia.

En los niños de la era moderna, el estímulo-respuesta es inmediato, la cultura consumista les proporciona infinidad de deseos: alimentarse con sus preferencias, elegir qué ver en televisión y explorar en internet un mundo de posibilidades. Ya no inventa el juguete, la novedad llega a domicilio. Comprar se volvió una adicción. No se trabaja para vivir, se trabaja para pagar deudas. Con tan poca tolerancia a la frustración, hasta cometen suicidio por tan baja tolerancia a las pérdidas.

 

En cada etapa de la vida se dan condiciones de gratificación y frustración. La gratificación permite el desarrollo de una fijación relativa, cuando por alguna causa se interrumpe el desarrollo de una etapa en particular, ocurre una fijación. Por ejemplo, la frustración en la etapa oral, la del amamantamiento, en la vida adulta tendrá regresión a la etapa cuando obtuvo la gratificación o la frustración. Adicciones como el cigarro, alcohol y el alimento tienen que ver con la etapa oral.

La reacción de frustración más conocida es la agresión. La frustración interviene con la formación del carácter y está estrechamente asociada a las neurosis. El análisis de la frustración se realiza con el del conflicto y otros procesos motivacionales y son poco explicitos: castigo, demora del reforzamiento, estrés, etc. Los efectos son los que mayor confusión motivacional debido a la relación con la emoción.

 

El grado de activación de algunos sujetos los lleva a evitar el agente frustrante, es decir, la reacción agresiva ante la privación del objeto gratificante. Es más frecuente la agresión verbal o física en los niños (agresión activa). En los adultos la forma activa o pasiva depende de muchos factores personales como el temperamento, el contexto y el aprendizaje desde la infancia.

Recomendaciones

  • Acudir a terapia es importante para revisar los traumas y conflictos que dejan heridas desde la infancia.
  • El esfuerzo de reprimir cualquier situación que ocasiona frustración merma en la salud integral de la persona.
  • La vida cotidiana con una pareja, requiere tolerancia a la frustración dado que los opuestos generan conflicto.
  • La frustración, las carencias, los conflictos, son parte del crecimiento. La abundancia no da formación, tolerancia ni adaptación, los que carecen de esas habilidades se atrapan en adicciones

 

* Dra. Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta, contáctala en: www.rosachavez.com.mx [email protected] https://twitter.com/DrRosaCh https://www.facebook.com/Tratamientointegral/

 

 

 

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