Mujeres multitareas

En estos tiempos de mujeres empoderadas, algunas de ellas en busca de reconocimiento —las que están en cargos en la política y en puestos de dirección que antes eran exclusivos para los hombres—, el rol de ama de casa es menospreciado. En las reuniones en donde predominan las profesionistas y empresarias, me doy cuenta que las que solo se dedican al hogar y a criar a los hijos se sienten apenadas.

En la modernidad las mujeres tenemos que ser multitareas (multitasking), por supuesto que estar atentas a tantos roles trae consecuencias: atención parcial discontinua, déficit de atención, tensión, cambios en el estado de ánimo, pérdida de identidad y exceso de estrés.

Cambiar los modelos del rol tradicional no es nada fácil, la presión social es grande. Los tradicionales insisten en casarse y tener hijos. Las cualidades del rol actual de la mujer son complicadas: madre-profesionista, buena madre, cocinera, excelente amante para la pareja, alto desempeño profesional, sociable, buena financiera, poseer buen cuerpo, asistir al gimnasio, vestir a la moda y, aparte, tener buen carácter, ser fuerte, comprensiva y estar al tanto para resolver cualquier conflicto.

 

Diferencias culturales entre sexos

Desde pequeños se nota la diferencia entre niñas y niños. Los niños varones hacen solo lo suficiente, mientras que las niñas se esfuerzan incansablemente, se empeñan en hacerlo muy bien. Las chicas tratan de hacer sus tareas lo mejor posible, incluso presentan sus notas con detalle clasificadas por colores, no en todos los casos, por supuesto, y aunque los roles han cambiado, las investigaciones concluyen que las niñas son más detallistas. Cuando de trabajar se trata, los varones superan a las mujeres en puestos directivos, no es que las empresas sean machistas y discriminen a las mujeres, resulta que las mujeres de manera inconsciente tienen miedo al éxito. Los varones no se la piensan tanto a la hora de postularse a un trabajo, no le dan tantas vueltas pensando que no están aptos para el cargo.

El rol de madre es una presión social muy fuerte, es un arquetipo que compartimos en el inconsciente colectivo, incluso en estos tiempos de modernidad. El deseo de no tener hijos ha cambiado poco a poco en nuestro país; en otros países como España, Alemania, es notorio, tienen índices muy bajos de natalidad.

 

Las multitareas

Las mujeres están en varias tareas a la vez: contestando el teléfono, con el bebé en brazos, preparando la comida, poniendo una carga de ropa en la lavadora, al pendiente del reloj para recoger a los niños de la escuela, se levantan de la cama por la madrugada para preparar a los hijos, dejar al pequeño en la guardería, salir muy arreglada para ir a la oficina y dentro de las horas de trabajo están al pendiente de los hijos, de regreso llegan al supermercado, hacen la cena, revisan tareas, atienden a la pareja y, antes de dormir, preparan la comida del día siguiente, los uniformes de los niños, en fin. Terminan exhaustas. Las tareas son similares a las que trabajan como obreras, con la diferencia de que pierden horas en el transporte.

El ejemplo de Nena es muy ilustrativo

Nena es originaria de un pueblo de Zacatecas, integrante de una familia de 15 hermanos. Desde que tenía nueve años no había otra opción: ayudaba a moler el nixtamal para las tortillas, además de las tareas cotidianas de un adulto y de ayudar con el cuidado de los hermanos. Cuando el pequeño cumplía cuatro meses, su mamá lo dejaba en su cama para que ella lo cuidara. Dice, con pesar, que ella cuidó a seis de sus hermanos. Acudía a la escuela caminando varios kilómetros. En una ocasión le dijeron que ya no asistiría porque no tenían tiempo de llevarla. Con el deseo de superación, le sugirió a su padre hablar con los padres de los otros niños para que se acompañaran, así, como líder de sus vecinos, pudo continuar la escuela primaria. Al verla tan abrumada por las tareas en casa, su padre se la llevó al rancho, ahí ayudaba en labores como campesina: ordeñar vacas y sembrar la tierra en el temporal de lluvias. Tareas pesadas, pero recuerda que en el campo se sentía muy libre. Cuando estudiaba la preparatoria se vino a Guadalajara, siguió como multitareas, se casó y tuvo cinco hijos, atendía un restaurante de su propiedad, además, como vendedora independiente de zapatos y, como si le faltara algo qué hacer, ingresó a estudiar medicina. Después del quinto semestre, ya no podía con tantas actividades, puso en la balanza y renunció al sueño de ser médico, sentía que estaba descuidando a los hijos. Sentía que caminaba sola, de manera que se divorció. Posteriormente, estudió homeopatía y no para de seguir preparándose.

 

En las cuestiones de conflictos de pareja, los hombres no entienden como las mujeres pueden estar en varias tareas a la vez y las mujeres se quejan de que los hombres se desesperan fácilmente por el ruido, los niños que corren por la casa y no aceptan acudir con ellas a terapia.

Ser multitareas incrementa el nivel de estrés y el estado de ánimo. El desempeño de tantos roles afecta la libido, de manera que la vida en pareja para los que tienen hijos, los aleja de las relaciones íntimas.

 

Se han dado cuenta en ocasiones que terminaron de leer una página, un mensaje y no captaron el contenido. Que el hijo les está platicando algo importante y no logran ponerle atención, que se les olvida que comieron el día de ayer por más que se esfuerzan en recordarlo, incluso temas elementales como si se tomaron la píldora anticoneptiva. Es importante dejar un tiempo exclusivamente para dedicarlo a un entretenimiento, incluso algo tan básico como quedarte en la cama viendo una película, con la consigna de no sentir culpa.

Recomendaciones

  • Si te sientes muy abrumada apaga la televisión, no contestes el teléfono, correos ni mensajes de texto, deja tiempo solo para lo muy importante.
  • No te estreses por la mañana, aprende a delegar tareas a tus hijos, que dejen listos sus uniformes, su mochila. Pon reglas para que se hagan responsables y reparte las tareas en casa.
  • Demasiadas notas mentales hacen una mente desordenada, no trates de mantener citas y datos en la memoria, escribe. Tanta información causa olvido y, posteriormente culpa, incluso gastos innecesarios. Yo tengo un método, escribo en un papel, no es una lista como la de los obsesivos, en un papelito lo más importante del día en el lugar más visible, en la cocina o en el lavabo del baño, incluso en el asiento lateral del carro.
  • Practica ejercicios de respiración, son muy sencillos y de mucha utilidad.
  • Bebe dos litros de agua al día, parece repetitivo, pero una mente deshidratada no funciona.
  • La meditación, la practica de yoga y cualquier rutina de ejercicios, como una clase de baile, ayuda a desenfocarse de las tareas diarias, que no se convierta en una responsabilidad que cause más estrés.
  • Acude a terapia, todos necesitamos que otra persona nos ayude de manera terapéutica a resolver el pasado, los conflictos del presente. No esperes a que el conflicto te rebase.
  • Regálate un masaje, todos lo necesitamos, el estrés de la vida diaria nos causa tensión muscular, dolor y varios síntomas físicos como: gastritis, colitis, dolor de cabeza y trastornos del sueño.

 

* Dra. Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta, contáctala en: www.rosachavez.com.mx [email protected] https://twitter.com/DrRosaCh https://www.facebook.com/Tratamientointegral/

 

 

 

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