Cómo ser feliz tras una etapa triste
Existen etapas grises, marcadas por el dolor y sufrimiento; sin embargo, recuerda que, incluso en el dolor, existen instantes que tienen otro color. Intenta observar la película de la vida no en términos de blanco o negro sino como un mapa lleno de matices cromáticos. ¿Cómo ser feliz tras una etapa triste?
Haz el duelo. Llora la pérdida de aquello que has perdido. No solo es posible hacer el duelo tras la muerte de un ser querido, por ejemplo, es igualmente posible sentir un vacío interior tras la muerte de una ilusión o de un sueño.
Vive la tristeza con naturalidad, llora si lo necesitas. Recuerda el mensaje Ana Frank: “El llanto puede traer alivio mientras no llores solo”. Es decir, intenta buscar apoyo. Deja que te acompañen en tu dolor.
Busca nuevas ilusiones. Cada edad te posiciona ante una nueva situación vital. Por ejemplo, algunas personas sufren la crisis de los 40 y sienten la nostalgia por la juventud pérdida y los sueños que quedaron atrás; sin embargo, la superación de esta crisis reside en la búsqueda de nuevas metas personales. Esto ocurre en muchos momentos de la vida. Algunas ilusiones quedan atrás y es necesario encontrar otras nuevas. ¿En qué punto te encuentras actualmente?
En cualquier momento de la vida, serás más feliz con buen cine, con lecturas recomendables, con buena música y con buenos amigos. Es decir, déjate acompañar por la vida.
Recuerda este esquema: “Yo estoy bien, tú estás bien”. ¿Qué significa esto? Este esquema muestra cómo, las relaciones personales, son más constructivas cuando nacen desde la igualdad. Por el contrario, cuando te posicionas en el rol de: “Yo estoy mal, tú estás bien”, entonces, sufres porque caes en la autocompasión de situarte en un rol de inferioridad respecto a los demás.
Lee filosofía. Descubre a los grandes autores de la historia del pensamiento. Pensadores que pueden nutrirte con sus preguntas y respuestas. Pero especialmente, con sus reflexiones. Una de las competencias más importantes de la inteligencia emocional es, como bien explicó Daniel Goleman, la autoconciencia. Es decir, el darte cuenta de tus pensamientos y sentimientos. Para alcanzar este nivel de sentido crítico, la filosofía puede servirte de reflexión. Recuerda este mensaje de Sócrates: “Solo sé que no sé nada”.
Por ello, disfruta de ese constante proceso de aprendizaje que te acompaña siempre porque en el aprendizaje reside la verdadera felicidad, incluso, en situaciones difíciles que vienen acompañadas de lecciones prácticas.
* Maite Nicuesa Guelbenzu, coach en mobifriends blog, red social para conocer gente y hacer amigos. Puedes seguir sus publicaciones a través de mobifriends en Twitter.