Consejos para dejar de ser un jefe déspota
Si bien es cierto que siempre se debe ir un paso adelante y dar lo mejor de sí a fin de alcanzar mejores resultados, también lo es que un ambiente hostil e irrespetuoso resta capacidad de respuesta a los integrantes del grupo e implica un bajo rendimiento y por consecuencia pobres resultados.
Por: Luis Yáñez Reyes
Ana no tiene más de un mes en su nuevo empleo, en diversas ocasiones había escuchado que sus compañeros definían a Marissa, su jefa, como un “chango con pistola”, ya que, decían, no tiene control de sus actos y mucho menos de sus palabras cuando algo no es de su agrado. Pese a todo esto, Ana se negaba a creerlo pues su apariencia era dulce e, incluso cuando se entrevistó con ella, recibió un trato por demás adecuado; sin embargo, no tardó mucho tiempo en comprobar los testimonios: un día llegó a su lugar y desde la puerta empezó a reprocharle el resultado de su trabajo, tachándolo de ‘cochinada’, aventó los documentos sobre su escritorio y la amenazó con no permitirle la salida de la empresa hasta que no quedara como ella lo esperaba.
Lamentablemente lo que ocurre en la oficina de Ana se ha convertido en un estilo de vida; la mayoría de las personas que tienen a su cargo un equipo de trabajo, lo humillan y maltratan en público sin que nadie tome las medidas necesarias para que el respeto reine en los centros laborales, esto se justifica bajo el concepto de que el jefe es exigente y perfeccionista.
Cámbiate el chip
No naciste siendo jefe, por eso no te será difícil remembrar esas épocas cuando eras subordinado y detectar aquellas cosas que te molestaban y que seguramente, juraste que cuando tu ascendieras de puesto jamás realizarías. Natalia Gómez del Pozuelo, autora del libro Buen padre, mejor jefe, editorial Empresa Activa, afirma: “Los padres ven a sus hijos como niños, y los jefes ven a las personas que trabajan con ellos como empleados. Ninguno de los dos los ven como lo que realmente son: personas”. Ni más ni menos. Con sus miedos. Probablemente muy similares a los suyos”.
La autora recuerda que la mayoría de las personas al iniciar en el mundo laboral se han topado con un jefe déspota e incapaz de escuchar otras opiniones más que las propias, y por esta razón, quizá, se han prometido no repetir los mismos patrones; pero, ¿qué pasa entonces cuando llega ese momento? “Nos olvidamos de todos esos buenos deseos de la juventud y nos dejamos llevar por la presión, los nervios, el interés o el mal humor. Nos podemos engañar pensando que entonces no sabíamos nada de la vida, que lo que hacemos es lo correcto o que no hay otra forma de actuar, pero es falso. Hay otra manera: trátales como a ti te hubiera gustado que te trataran”.
No te confundas
Exigencia y perfeccionismo son dos conceptos que nada tienen que ver con la falta de respeto y de modales; para cumplir con los primeros principios en busca de logros en el trabajo, el camino más seguro es involucrando a tu equipo en cada uno de los proyectos, contagiándolos de entusiasmo y generando un ambiente en el que se sientan cómodos, valorados y respetados.
“Si dejamos de lado nuestro ego y nuestra necesidad de sentirnos los mejores en todo, conseguiremos de verdad un progreso sustancial… y nuestro equipo tendrá mejores resultados y además nuestros colaboradores estarán encantados de pertenecer a él”, recomienda Natalia Gómez del Pozuelo.
Pon en práctica los siguientes consejos de la autora, te serán de gran ayuda para recuperar la credibilidad ante tus colaboradores y dar el primer paso para formar un grupo consistente y triunfador:
1. Adapta el trabajo a las personas, en vez de intentar adaptar a las personas al trabajo.
2. Trata a cada uno según sus necesidades, pero que parezca que les tratas a todos por igual.
3. No son nuestras palabras o consejos, sino nuestras acciones y actitudes las que transmiten los modelos de conducta.
4. Potencia el sentido del humor de una organización proporciona una gran ventaja competitiva, ya que mejora el ambiente laboral, incrementa la productividad y el sentido de pertenencia.
Para saber más:
Libro: Buen padre, mejor jefe
Autora: Natalia Gómez de Pozuelo
Editorial: Empresa Activa
* Luis Yáñez Reyes, contáctalo en www.sermexico.org.mx [email protected] Fotografía: Stephen Punter Photography