Lock, Stock and Two Smoking Barrels (1998)

Publicado por Fiancee Bodas en viernes, octubre 5, 2012 · Deja tus Comentarios

Para ser sincero, me gusta complicarme la existencia, o sea, me hago la vida de cuadritos, en lugar de tomar el camino recto y más corto voy zigzagueando, dando tumbos por aquí y por allá —no estoy borracho—. Esta reflexión la hago porque la película, el libro y algo de música tienen esa forma de mosaico, que mezcla de todo un poco.

Vamos por partes, de seguro muchos conocen al director inglés Guy Ritchie, si ése que estuvo casado con Madonna —pero ese no es el tema—, claro, también es el director de Sherlock Holmes, pero el comentario tampoco es sobre estos filmes; quiero hablar de su primer largometraje: Lock, stock and two smoking barrels, una película de culto que lo posicionó dentro de la industria cinematográfica mundial.

Digamos que la historia es sencilla, Eddy (Nick Moran) un genio para las cartas, reúne con sus amigos cien mil libras para jugar una partida de “brag de tres cartas” con el mafioso Harry, éste sabe que tiene pocas probabilidades de ganar, así que amaña el juego y los jóvenes pierden, ahora ellos tienen una deuda de medio millón de libras y un plazo de una semana para pagar, si no lo hacen le quitan el bar al padre de Eddy, JD (Sting), y por cada día que pase les van a cortar un dedo a cada uno.

En esta sencilla historia se mezcla una banda de ladrones que pretende asaltar a unos cultivadores de marihuana, un traficante de drogas que es coleccionista de armas, un gánster que compra drogas robadas, dos ladronzuelos que roban las armas a un lord en bancarrota; entre todos estos personajes y sus historias, los cuatro jóvenes van a ir y venir, siempre jugándose la vida con tal de salir bien librados del lío en que están metidos. El filme es de un humor negro recalcitrante, donde todas las tramas se entrelazan a la perfección. El desenlace es sorprendente.

Una mezcla similar la encontramos en la novela “Efecto tequila” del escritor culiche Elmer Mendoza, el protagonista es Elvis Alezcano, espía internacional que se ve enredado en conflictos mundiales: el fraude del RENAVE en México, militares argentinos fascistas, agentes secretos británicos, la CIA, jueces españoles envueltos en escándalos, el tráfico de tecnología militar; son las aventuras por las que pasa Alezcano, siempre ayudado por sus ‘carcamanes’ guardianes y su suerte de 007. El peculiar estilo de Elmer Mendoza —no utiliza los clásicos guiones largos para indicar los diálogos—, hace que uno esté atento para seguir el hilo de la narración.

Y para terminar, mientras escribo mi comentario escucho la música de Gogol Bordello, una banda neoyorquina compuesta en su mayoría por inmigrantes de Europa del Este, su estilo lo definen como punk gitano, en lo personal me gusta por esa mezcla extraña de sonidos que por alguna razón me entusiasma y me pone de buen humor.