Los hombres de tu boda

Sin novio definitivamente no hay
boda. Y aún cuándo pareciera que llevas el papel secundario dentro de la
escena: sin ti no hay nada.

Sin duda, el novio es uno de los
grandes protagonistas; de menor trascendencia, pero no menos importantes, están
los demás caballeros que forman parte de la organización y celebración de la
unión entre dos personas que se aman. Y nos referimos a los padres de los
novios, a los hermanos y, a veces, hasta los abuelos y los amigos.

En casi
todos las bodas, el género femenino es quien se lleva todos los reflectores y
también los halagos por lo realizado; sin embargo, sin los caballeros, nada de
lo organizado podría ser posible, así que en lugar de excluir, mejor integrar
para que el resultado final sea aún mejor. Intégralos en actividades propias de
sus capacidades masculinas.

 

El novio

Además de ser el complemento
sentimental de la novia, serás el sostén económico de la nueva familia que
están por fundar, por lo cual, tú participación en las finanzas es de vital
trascendencia y, además de eso, tu colaboración en la organización de la boda,
la luna de miel y la selección de prestadores de servicios será básica para
hacer una fiesta de dos y no de una sola.

Intégrate
desde un principio; da tus opiniones, gustos y puntos de vista. Hay cosas en
las que te gustará colaborar y otras que, definitivamente, será mejor
déjarselas a ella. Tú tendrás tus propias actividades como administrar el
presupuesto que han destinado para cada uno de los rubros que forman parte de
su unión, como el ajuar, la luna de miel, las celebraciones religiosa y civil,
el amueblamiento de la casa, la casa en sí y todo lo que es necesario para
crear su nuevo nidito de amor.

Además de
esto, podrás apoyar a tu novia en la revisión de los detalles finales del día
de la boda. Ya que tu arreglo personal no es tan esmerado como el de ella,
podrás destinar un poco de tiempo para confirmar los servicios, preparar los
documentos del viaje, separar el efectivo que llevarán, el itinerario que
seguirán en la luna de miel y hasta poner las maletas en el auto nupcial si es
que tras el festejo van directo al aeropuerto.

También
puedes dedicarte un tiempo para ti, para prepararte física y emocionalmente
para el Gran Día. Así que un día de spa puede ser una excelente opción, mucho
más aún que una borrachera con los amigos, ya que lo primero te hará lucir
espléndido y lo segundo te hará parecer recién salido de la cantina y, eso, es
lo que quedará plasmado para lo posteridad.

 

Los papás de los novios

Tu papá y tu suegro pueden ser de
mucha ayuda para ustedes si les solicitas su colaboración; en primer lugar
ellos podrán aportar alguna cantidad de dinero en efectivo o, bien, hacerles
algún regalo en especie que por grande o pequeño que sea siempre será bien
recibido al momento en que llegue.

Estos dos
caballeros podrán apoyarlos en aquellos menesteres para los que ustedes no
tendrán tiempo el día de la boda, por ejemplo ir por aquellos parientes que
llegan el mismo día por la mañana, recoger el traje de la tintorería, entregar
el vino a las personas del evento para su manejo y control o tener el auto
listo para que los novios sean trasladados a la iglesia. Hay muchas pequeñas
cosas en las que los papás de los novios pueden ayudar, siempre y cuando no
interfieran con su arreglo personal ni les impidan llegar a tiempo al momento
más importante de tu vida.

Ellos al
igual que tú, no dedicarán tanto tiempo a su arreglo personal, así que disponen
de tiempo suficiente para ser más manos que pueden dedicarse a darle el toque
final a tu boda.

Los hermanos y amigos

Los hermanos y los amigos más
cercanos de los novios son los más versátiles, ellos pueden adaptarse a
cualquier circunstancia y ser los más acomedidos para evitarles cualquier tipo
de problemas en el gran festejo e incluso resolver cualquier inconveniente sin
que ustedes siquiera se den cuenta de ello.

Ellos
quieren lo mejor para ustedes y no tienen tantos compromisos como los suegros,
así que pueden apoyarlos en actividades directamente de la ceremonia religiosa
o bien de la celebración.

En la
iglesia pueden ser lectores de las Sagradas Escrituras; estar al pendiente de
arras, lazos o anillos; pagarles a los músicos del coro o firmar en el libro de
testigos al final de la ceremonia religiosa. Durante la celebración eucarística
e incluso durante la fiesta pueden ayudarle al fotógrafo indicándole quiénes
son las personas más allegadas a ustedes para que queden grabadas en papel
fotogáfico; hacerse cargo de liquidar adeudos pendientes con los prestadores de
servicios; llevar el control de los vinos o los recuerditos y hasta ir
corriendo a comprar más vino si es que éste se ha terminado.

Al igual
que las mujeres, los hombres se entusiasman con la boda de uno de los miembros
de la familia o de los amigos más entrañables, quizá no hacen tanto escándalo
como lo hacemos las mujeres, pero eso si es cuestión de género. Gracias a su
manera tan particular de ser, pueden ser excelentes apoyos para que ustedes en
su boda sólo se dediquen a disfrutarla y a ser tan felices como jamás pensaron
ya que sólo una vez en su vida se casarán.

 

Fotografía

Jorge
Tinajero, para Focal 74

www.focal74.com/

 

Coordinación

Penzi
Bodas & Eventos

www.smapenzi.com/

 

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