Florencia, cuna del arte

Florencia, ubicada en el corazón de la Toscana, es
considerada capital mundial del arte, ciudad museo por excelencia y el mejor
destino para lunamieleros de espíritu sensible y cultivado.

Emprender la travesía para conocer la Capital de la
Toscana y tener tiempo de mirar a detalle, una a una, todas sus obras, es tarea
ardua; no le bastará una semana y, quizá, ni un mes, aunque en este lapso bien
podría conocer algunos de sus principales monumentos. Es conveniente que previo
a su viaje arme su propio itinerario con los lugares que les gustaría visitar,
pues si decide dar rienda suelta al placer, podría pasar un día entero dentro
de un mismo lugar.

Florencia,
Italia, es rica en monumentos medievales que abarcan desde el siglo XIII hasta
el XVI, por lo cual resulta difícil realizar una breve selección; siendo así,
me limitaré a mencionar una pequeñísima parte de ellos, dada la extensa lista
de museos, galería, palacios, capillas, iglesias, plazas, conventos. 

La Plaza del Doumo está formada por La
Catedral, el Baptisterio y el Campanario. La Catedral de Florencia dedicada a
Santa María de la Flor es una obra maestra del arte gótico, símbolo de riqueza
y poder de la capital Toscana durante los siglos XIII y XIV. Construida sobre
la antigua iglesia de Santa Reparata, su cúpula fue proyecta por Brunelleschi;
la nueva fachada está dedicada a la Madre de Cristo y fue obra de Emilio De
Fabris, posee un estilo neogótico en mármoles blancos, verdes y rosas. Su
interior resguarda importantes piezas artísticas de Domenico di Mechelino,
Paolo Uccello, Andrea del Castagno e ilustres personajes de la época, así como 44 vitrales, trabajo de
artistas florentinos como Donatello, Lorenzo Ghiberti, Paolo Uccello y Andrea
del Castagno.

El Baptisterio
de San Juan, se cree que es uno de los edificios más antiguos de la ciudad, su
historia data de los siglos IV-V, destacan sus tres conjuntos de puertas de
bronce de gran valor artístico. El Campanario de Giotto es una imponente torre
de casi 85 metros, iniciada por Giotto y terminada por Andrea Pisano y
Francesco Talenti, posee bajorrelieves de las Artes y las Obras Humanas de
Andrea Pisano y Luca Della Robbia, y nichos con estatuas dedicadas a los
sacramentos, las virtudes y las artes liberales.


La Plaza de la
Señoría o Piazza Signoria
es una
de las plazas más bellas de Italia, ahí se encuentra la sede del poder civil en
el Palacio Viejo. El Palacio Viejo o Palazzo Vecchio
, acoge un museo en el que se exponen obras des
Bronzino, Miguel Ángel, Giorgio Vasari y otros, en su fachada se encuentra la
Torre de Arnulfo, emblema de la ciudad. El Pórtico de la Señoría o de los
Lansquenetes (Loggia dei Lanzi
),
de estilo gótico tardío, es otro de los edificios anexos a la plaza, construido
por Benci di Cione y Simone Talenti entre 1376 y 1391. La Plaza de la Señoría
posee forma de escuadra y data del siglo XIII, cuenta con una serie de
importantes esculturas entre las que se cuentan el célebre Perseo
de Cellini, Hércules y el Centauro de Juan de Bolonia, la Fuente de la Plaza o de Neptuno de Bartolomeo Ammannati, y el Monumento ecuestre de Cosme I de Juan de Bolognia. La plaza está coronada, además,
por una sobria sucesión de antiguos palacios y edificios, entre ellos el Museo
Alberto Della Ragione, la Iglesia de Orsanmichele, el Pórtico del Mercado
Nuevo, la Fuente del Jabalí,
el
Palacio de Parte Güelfa y el Museo de Historia de la Ciencia.


El Palacio del
Bargello posee las características típicas de una pequeña fortaleza y en él se
encuentra la Torre Almenada. Desde 1859, el palacio es sede del Museo Nacional,
conserva esculturas renacentistas y valiosas piezas de orfebrería, cerámica y
glíptica, pertenecientes a distintas épocas, decoraciones heráldicas,
testimonios de la antigua armería de los Médicis —entre ellos la potente
armadura del emperador Carlos V—, blasones, obras de Miguel Ángel, Ammanatti,
Tribolo, Danti, Francavilla, Sansovino, Bandinelli, Juan de Bolonia y Danti.

Cerca del Palacio del Bargelllo se
encuentra la Iglesia de la Abadía, obra benedictina de estilo cisterciense, y
la Casa de Dante Alighieri ubicada en medio de callejuelas en pleno centro,
lugares imperdibles.

La Galería
Uffizi o Galería de los Oficios es uno de los museos más famosos de Italia y
del mundo, palacio que alberga las más antiguas y famosas colecciones de arte a
nivel mundial: Cimabue, Giotto, Masccio, Beato Angelico, Leonardo da Vinci,
Botticelli, Miguel Ángel, Piero Della Francesca, Rafael, Caravaggio, Rembrandt,
Dürer, Goya, Rubens y muchos otros. Es tan extensa su colección que incluso
cuentan con fondos no expuestos por falta de espacio.

El Puente Viejo
o Ponte Vecchio
es el puente más
antiguo de la ciudad, debe su aspecto actual a Neri di Fioravante, quien lo
dotó de una elegante estructura de tres arcadas. Su característica principal es
la fila de pequeñas casas a ambos lados del puente, aquí se encuentra un busto
de bronce de Benvenuto Cellini,
obra
del escultor Raffaello Romanelli.

La Iglesia de
San Félix (San Felice), obra de Michelozzo, destaca por su fachada renacentista
en la que cabe señalar las puertas de madera tallada que se remontan al siglo
XV; el templo fue erigido en la Edad Media y fue reestructurado varias veces,
alberga importante obras de arte de la época.

El Museo
Bardini cuenta con una exposición rica en importantes pinturas, muebles de
época, valiosos tapices, objetos de edad romana, armas y esculturas de madera.

La Basílica de
Santa María Novella, ubicada en la plaza del mismo nombre, alberga valiosas
obras de arte. Fue edificada sobre un pequeño oratorio dedicado a Santa María
de la Viña, en 1279, construcción guiada por dos frailes dominicos: Sixto de
Florencia y Ristoro de Campi, y terminada en 1348 por Jacopo Talenti quien le
agregó el campanario estilo gótico. Su fachada de mármol, obra de Leon Battista
Alberti, es una de las obras más importantes del Renacimiento florentino y fue
financiada por Giovanni Rucellai.

La Basílica de
San Lorenzo data del año 393 y es, por consiguiente, la más antigua de la
ciudad. El edificio actual se remonta a 1428, proyecto realizado por Felipe
Brunelleschi, quien la dotó de un aspecto clásico muy bello, mientras Miguel
Ángel tuvo a su cargo el diseño y realización de la Nueva Sacristía en cuyo
interior se aprecian obras renacentistas de grandes artistas de la época. La
Capilla de los Medici se encuentran en la parte trasera de la Basílica de San
Lorenzo, vasto conjunto que alberga los sepulcros de la familia Médicis recubiertos
por esculturas de Miguel Ángel.

La Galería de
la Academia (Galleria Della Accademia
) es el segundo museo más visitado de Florencia, la exposición fue
abierta en 1734. La famosa escultura de El David
de Miguel Ángel, realizada entre 1501 y 1504 con una
altura de 5.17 metros y realizada en mármol blanco, fue trasladada a la
Academia en 1873 para protegerla de los fenómenos meteorológicos. Además,
alberga una importantísima colección de esculturas de Miguel Ángel, pinturas de
la escuela Toscana de los siglos XIII-XIV, pinturas religiosas e instrumentos
musicales antiguos.


Al norte del
centro histórico de Florencia se encuentra una de las plazas más emblemáticas
de la ciudad, la Plaza San Marco cuyos alrededores albergan edificaciones
relacionadas entre sí, entre ellos, La Basílica di San Marco, el Convento, el
Museo de San Marco y el Jardín dei Semplici.

La Basílica de
la Santa Cruz (Santa Croce
), es
uno de los templos más grandes de la ciudad, presenta una fachada neogótica
reconstruida en el siglo XIX. El edificio es atribuido a Arnolfo di Cambio,
alberga en su interior las tumbas de Dante, Machiavelli y Miguel Ángel, entre
otros, así como maravillosos frescos, retablos, vitrales y numerosas
esculturas.

La Explanada de Miguel Ángel o Piazzale
Michelangelo,
fue trazada por el
arquitecto Giuseppe Poggi,
grandiosa
terraza panorámica que se asoma sobre la ciudad; en ella se encuentra el grupo
escultórico que comprende las copias del David
y de las cuatro figuras alegóricas que decoran las
tumbas de la familia Médicis en la Sacristía Nueva
de la Basílica de San Lorenzo, ejecutadas por Miguel
Ángel.

A la capital de la Toscana se puede
llegar en avión o si viene de Roma puede ir en tren en un viaje de no más de
cuatro horas desde la estación central de Roma hasta la estación central de
Florencia. Tome en cuenta que al centro de la ciudad se ingresa en taxi o en
autobús, pues sólo admite tránsito local. Por último, la Galería de la Academia
y la Galería Uffizi son muy concurridas, para evitar largas filas se recomienda
reservar la entrada vía telefónica o vía Internet (costo extra). No espere más
y visite a su agente de viajes, Florencia lo espera.

 

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