¡Desintoxícate!
ponche, buñuelos y una que otra copita, ha llegado el momento de eliminar todas
las toxinas de tu organismo.
porque permitimos que nuestro organismo sea invadido por toxinas. La enfermedad
no es otra cosa que los esfuerzos de la naturaleza por expulsar lo nocivo y
restablecer la salud.
El organismo es
una máquina perfecta que intenta una y otra vez deshacerse de las sustancias
tóxicas, pero debido a nuestro estilo de vida sedentario, a la mala
alimentación, al estrés, a la contaminación ambiental y, en estas fechas, a
todos los festejos que acudimos, sobrecargamos el trabajo del cuerpo, que no
logra deshacerse por completo de lo dañino acumulándolo hasta provocarnos
enfermedades.
Es evidente que
nuestro sistema interno no puede funcionar correctamente si hay desechos que
envenenan la sangre y entorpecen la actividad de los órganos vitales. La única
manera de desintoxicarnos es estimular a los encargados del trabajo de limpieza
o eliminación de toxinas. Para ello existen algunos métodos que nos ayudarán a
drenar los riñones, los intestinos, el hígado y la piel. Veamos.
Reduce o elimina el consumo de sal, que
hace que retengas líquidos lo que trastorna el sistema cardiovascular, el
hígado, la vejiga, el riñón e, incluso, puedes obtener alguna alergia.
Consume como
mínimo dos litros de agua durante el día, puede ser de jamaica con mínimo o
ningún endulzante; este vital líquido le permitirá a tu organismo deshacerse del
exceso de grasa y alcohol. Si lo prefieres y quieres más efectividad para
limpiar todo tu organismo, hierve el agua y agrega una o varias de las
siguientes hierbas: perejil, cabellos de elote, alfalfa, kelp, raíz de
dandelión o ajo.
Aumenta en tu
dieta cotidiana el consumo de cebolla, manzana, betabel y uvas; evita la sal,
la cafeína, embutidos, alimentos fritos, salsa de soya, pepinillos, cecina, aceitunas,
camarón seco, azúcar, harinas refinadas, chocolate, té, alcohol y tabaco.
Si tomas
diuréticos, aumenta el consumo de potasio, que regulará el balance del agua en
el cuerpo, ayudará a estabilizar la presión arterial y la transmisión de
impulsos electromagnéticos. Este mineral lo encuentras en el melón, el jugo de
tomate, las naranjas, duraznos, plátanos, aguacate, levadura, de cerveza, arroz
salvaje, dátiles, fruta seca, ajo, nueces, uvas, pasas, pescado y camote.
Disfruta de
todas tus celebraciones de Año Nuevo manteniéndo tu organismo saludable en todo
momento. ¡Feliz inicio de año!