La ternura
La ternura es una
de las seis emociones básicas que experimentamos los seres humanos.
universales, esenciales para la sobrevivencia del individuo y la especie. Las
emociones básicas puras son: alegría, tristeza, enojo, miedo, amor erótico y el
amor ternura, todas ellas son propias del ser humano y han ido surgiendo a lo
largo de nuestra historia evolutiva.
La emoción de tristeza hace de
todo lo que hagamos un acto triste; puede ser un dolor físico o emocional o
incluso un recuerdo del dolor pasado.
El que está enojado, grita,
arremete de voz, no ve la vergüenza del otro, no oye disculpas y no ve la
posibilidad de resolver el suceso de una manera que no sea en la agresión;
quizás la emoción más destructiva sea la ira, que es un extremo del enojo,
este restringe o limita la
inteligencia, y cuando se llega a la rabia, la inteligencia desaparece. La ira
nos impulsa a hacer daño a los demás, enturbia cualquier relación.
Con el miedo se reacciona como si
fuese atacado, la función básica es advertir un
peligro inminente. El temor es otra manera de alejarnos de lo que creemos que nos producirá dolor.
Ansiedad o angustia es un miedo sin causa clara, un estado que puede hacerse
crónico. Las fobias son un caso patológico de miedo crónico.
En lo erótico se busca la
cercanía del cuerpo del otro, gozando con la experiencia del encuentro. La
incapacidad de vivir la sexualidad en su verdadera expresión natural hace que
se muestre ambiguo, conflictivo, desvitalizado y desubicado del impulso
erótico, es decir que se salga del control.
La ternura, por su parte, acoge,
cuida, envuelve sin limitar, abre espacios, amplía la visión. En la cultura
patriarcal en que vivimos se niega o desvaloriza la ternura porque se considera
debilidad, a pesar de que se necesita. Cotidianamente vivimos en la lucha y el
esfuerzo, es decir con el sudor de la frente, todo ha
de vivirse con la confrontación es decir en dificultades, en la creencia de que
la ternura nos saca de la lucha y la competencia. No se aceptan las formas
naturales de manifestación porque ocurren sin esfuerzo, y sin esfuerzo no hay
mérito.
En la ternura se está desde sí
mismo con el otro, se da un espacio de apertura y armonía, es un encuentro
espiritual. En sus investigaciones Susana Bloch, creadora del método Alba
emoting, descubrió que la
ternura es la única emoción básica en la que el corazón late más lentamente, un
antídoto para los infartos.
El cuerpo humano tiene una red
neuronal especializada en interpretar la carga emocional de una caricia; la red
es independiente de las neuronas del tacto, se activa sólo cuando perciben
amor, lo que descubre la importancia que la naturaleza otorga a la ternura en
las relaciones humanas. Esta red neuronal permite al bebé percibir el amor de
sus padres antes de nacer y constituye el fundamento de las relaciones de
pareja, familiares y sociales.
Hasta ahora se conocían las redes
neuronales asociadas al tacto y las que registran el frío, calor o dolor; pero
se ignoraba la función que desempeñaban las redes de fibras finas que activan
una zona cerebral al percibir una relación táctil. La carga emotiva depositada
en una caricia es registrada en el cortéx insular, cuando se perciben sensaciones amorosas o la atracción por el ser amado.
Los bebés desarrollan desde los
ocho meses de gestación la capacidad de interpretar una caricia aunque carecen
de conocimiento táctil hasta después del nacimiento, pueden percibir el amor de
sus padres desde el seno materno y descubrir que son amados antes de nacer.
Culturalmente, el hombre o varón
vive en el mundo de las ideas y de las abstracciones. Si está saludable no hace
caso de su cuerpo, razón por la que cualquier expresión de ternura de una mujer
la percibe como erótica, ya que en este sentido tienen un patrón más activo.
La mujer está más conectada a su
cuerpo gracias a que puede parir y amamantar, y a que todos los meses tiene una
revolución hormonal, razón por la
que está más en contacto con la ternura. En cuanto a lo erótico es más
receptiva que activa.
Juan y Lilia cambiaron su
residencia a la ciudad de México. Llevaban una relación de amistad hasta que en
una ocasión, hecha un mar de lágrimas, Lilia le compartió sus problemas. A
partir del encuentro dio inició una relación íntima, muy conflictiva, que duró dos años. Las pérdidas resultaron
enormes, la esposa de Juan pidió el divorcio. Él se preguntaba cómo se atrapó
en la relación. La respuesta puede estar en la forma tierna y desvalida en que
ella pidió ayuda, lo que despertó al héroe que los varones llevan dentro.
El comportamiento machista tiene
que ver con la educación, en la que desde niños se les demanda reprimir la
expresión de las emociones, especialmente la ternura. Es difícil encontrar las
emociones en su estado puro, las mixtas como disgusto, admiración, ambición, desconcierto, rencor,
generan conflicto y son la base de
los comportamientos neuróticos.
Recomendaciones
- Aprender a
expresar las emociones. - Cultivar
que los varones sean menos agresivos y las mujeres menos autodestructivas. - Fomentar la
empatía, reunirse con grupos positivos. - Animar a
los varones a expresar la tristeza y a las mujeres a expresar el enojo. - Manifestar
las preocupaciones y los sentimientos. - Reconocer nuestros puntos débiles y los fuertes.
- En cuanto a
la comunicación, hacer pedidos claros, escuchar a los demás, mostrar cómo
resistirse a las influencias negativas. - Comunicación
no verbal: de la expresión facial, tono de voz y gestos.