Alaska, romance bajo cero

Prepárense para vivir una
intrépida y helada luna de miel explorando Alaska, el lugar donde la aventura
se disfruta al máximo entre glaciares, montañas eternamente nevadas, bosques y,
por supuesto, hermosas auroras boreales que jamás podrán olvidar.

Después de los preparativos, la
ceremonia y el festejo, por fin estarán casados y la aventura de compartir toda
una vida juntos apenas comenzará con la luna de miel. Disfruten el inicio de
esta nueva experiencia en Alaska, un maravilloso destino donde la era de hielo
ha sido eterna y el espíritu explorador que todos llevamos dentro se complace a
rienda suelta entre imponentes glaciares, valles con caudalosos ríos, fauna
extraordinaria y la cultura de los indios nativos de América del Norte.

Alaska es el estado número 49 de
los Estados Unidos, país al cual pertenece desde el 3 de enero de 1959. Colinda
con Canadá, se conecta con Rusia por el Estrecho de Bering y está rodeada por
los océanos Pacífico y Ártico.

Una de las maneras más comunes
de visitar Alaska es mediante cruceros, una romántica y práctica opción que
ofrece todas las comodidades de un gran hotel flotante en el que la diversión
prevalece haciendo la travesía muy agradable.

La temporada de cruceros a
Alaska, por lo general, es de mayo a septiembre, ya que durante el invierno las
aguas se congelan y hacen difícil el acceso. Comúnmente, los cruceros salen de
Vancouver, Canadá o Seattle.

Alaska no es un destino muy
común para los lunamieleros; pero, los que se aventuran a viajar a este frío
territorio se encuentran con una gran reserva natural que cuenta con servicios
excelentes y la infraestructura necesaria para pasar unas vacaciones de lujo
con actividades propias del turismo extremo como el esquí, viajes en kayak,
largas caminatas en terrenos boscosos, camping, pasos en trineos y hasta viajes en helicóptero para llegar a los
glaciares.

Al sureste de Alaska se
encuentra Anchorage, la ciudad más poblada del estado y en la cual se pueden
apreciar bosques, montañas cubiertas de nieve y visitar el Zoológico de Alaska,
el museo Imaginarium y el Alaska Native Heritage Center, en el que se exponen
muestras de la cultura de las tribus nativas del país. Al sur de Anchorage, se
ubica el glaciar Portage, es uno de los más visitados por los turistas donde
pueden vivir la experiencia de caminar sobre estos colosales bloques de hielo.

Cercano a la localidad de Seward
está el Parque Nacional de los Fiordos de Kenai, estrechos valles excavados por
glaciares, un espectáculo natural incomparable donde se aprecia una gran
cantidad de mamíferos marinos además de lobos, águilas y osos.

Otra de las ciudades más
antiguas de Alaska es Ketchikán, considerada capital de salmón. En esta ciudad
dos de los puntos que los turistas interesados en conocer más de la cultura de
los indios nativos no deben dejar de visitar son el parque Totem Bight State y
el parque Saxman Totem. El lugar más representativo de esta población es, sin duda
alguna, el Misty Fiords National Monument, un conjunto impresionante de
fiordos, una auténtica maravilla de la naturaleza.

La ciudad de Juneau es la
capital de Alaska, rodeada por montañas y mar. Una de sus principales atracciones el Parque Nacional Glaciar Bay,
en el se encuentra un complejo de 16 glaciares espectaculares; para los amantes
de los deportes extremos existe la tentadora e intrépida posibilidad de hacer
un recorrido por este lugar en kayaks. La experiencia se intensifica con
hermosos atardeceres y el contacto cercano con focas así como el avistamiento
de ballenas.

Para quienes buscan una aventura
fuera de lo ordinario, tienen la oportunidad de visitar la pequeña población de
Kotzebue, habitada por esquimales y donde se puede convivir con ellos así como
observar su estilo de vida en este helado lugar.

Durante su estancia en Alaska
hay dos parques que deben visitar: el Parque Nacional Katmai y el Parque
Nacional Denali. El Parque Nacional de Katmai está situado en la península de
Alaska y el paisaje es una bella
combinación de lava carbonizada, producto de una erupción volcánica y frondosos
bosques. El valle de este parque es llamado el Valle de los 10 mil fuegos, esto
por la gran cantidad de géisers resultado de la actividad volcánica.

El Parque Nacional de Denali es
la joya de Alaska. Este espectacular parque esta a los pies del Monte Mckinley,
el pico más alto de Estados Unidos; su vista es un regalo a la vista. Además,
en este sitio se puede tener contacto con animales como alces, osos, lobos y
águilas.

Para cerrar con broche se oro,
el mejor regalo que Alaska tiene para sus visitantes es la majestuosidad y
belleza de la aurora boreal. Esta maravilla de la naturaleza se puede apreciar
en Fairbanks, donde el cielo se tiñe con colores inigualables; observar este
espectáculo le roba el aliento hasta la persona más difícil de soprender. En
Fairbanks, también se pueden hacer divertidos recorridos en trineos jalados por
perros.

Si Alaska les ha resultado una
tentadora opción para su viaje de bodas, acudan con su agente de viajes para
planearlo todo con anticipación contemplando los destinos que más les gustaría
conocer. Alístense para disfrutar de su romance bajo cero, bien abrazaditos y con espíritu
aventurero.

 

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