El tan ansiado cuarto de sonido

El día ha sido agobiante, así que
llegas a casa, colocas tu disco favorito en el reproductor, te sientas cómodamente
en el sofá y, control en mano, subes el volumen del equipo de sonido hasta
descubrir sus límites. Todo va excelente, incluso te sientes en primera fila
del concierto, hasta que un fuerte golpeteo en tu puerta irrumpe tu travesía
musical.


Han pasado sólo unos minutos de
haber comenzado tu aventura musical y ya tienes a todo el edificio o a los
vecinos tras la puerta quejándose por el tremendo “escándalo”. ¿Escándalo? Sí
es sólo música, y buena música.

Es un hecho que día con día los
estéreos, iPods, computadoras, home
teathers
y demás aparatos, se vuelven cada vez
más potentes en cuanto a volumen, y para los amantes de la tecnología esto es
maravilloso; pero, alguna vez te has puesto a pensar ¿cómo podrías contener
tanto poder sonoro y vibratorio en un solo cuarto? ¿O cómo escuchar tu música a
altas horas de la noche sin perturbar el sueño de los demás? Cualquiera que sea
la respuesta, aquí te van algunos consejos para disminuir tu “problema”.

El primer punto del cual te
tienes que “encargar” para evitar que el sonido salga de una habitación es
lógicamente cerrar la puerta. Tal vez me digas que es tonto. Sí, eso parece.
Pero, vayamos más allá y pensemos en todas esas “puertas” por donde puede salir
el sonido: ventanas, orificios en la pared, espacio entre la puerta y el piso,
y demás. Todos estos espacios deben también estar cerrados para lograr contener
el sonido. Punto muy importante: es recomendable contar con algún tipo de aire
acondicionado porque al no tener forma de salir el aire, este se puede “viciar”
tornándose muy caliente.

Una buena opción para nuestra
labor es llenar el cuarto de “tela” mediante sillones, alfombras y cortinas.
Esto ayuda, entre otras cosas, a disminuir la reverberación o que el sonido
rebote por todos lados, disminuyendo así las posibilidades de que salga el
ruido.

El techo, probablemente el lugar
donde la mayor parte del sonido rebota, es un punto clave para lograr un cuarto
antisonido. Pero, ¿qué le podemos hacer al techo? Se puede poner alfombra —de
esa de uso rudo / industrial que se pega con resina—, láminas de corcho grueso
o cartón de huevo —para un mayor efecto aislante acústico deben rellenar los
huecos del cartón con yeso.

El tema de las ventanas es
importante, aquí se puede poner un doble cristal para aumentar el nivel de
sellado. ¿Qué es un doble cristal? Es otro vidrio montado en el mismo marco de
la ventana dejando un espacio de unos 2 o 3 centímetros respecto al viejo
vidrio. Esto creará un efecto “sandwich” que atrapa el sonido.

Existe equipo dedicado y especializado
a esta labor como son recubrimiento de paredes, espumas y demás materiales
aislantes pero, creo que para una aplicación casera y para reducir
significativamente el ruido que sale de nuestros cuartos, ya tienen lo
esencial. Si cuentan con el presupuesto y el tiempo, pueden buscar soluciones
especializadas. Aunque, quizá para la mayoría de nosotros, con esto será más
que suficiente.

También para los amantes de la
música que se deleitan tocando sus instrumentos a cualquier hora del día, estas
recomendaciones podrán serles de gran utilidad en su cuarto de ensayo.

Tomando en cuenta estos aspectos
podrán lograr una sala de sonido con elementos muy básicos y, lo mejor de todo,
al alcance de cualquier bolsillo. Ahora sí, súbele al volumen ¡y a descansar de
las quejas de los vecinos!

 

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