Que el dinero no nos separe

Hoy en día, uno de los motivos de disgusto dentro de la pareja está íntimamente relacionado con la inestabilidad de la economía familiar. Cubrir las necesidades cotidianas impide, la mayoría de las veces, contar con un fondo para emergencias, para disfrutar de unas vacaciones o adquirir bienes materiales, lo cual es un detonante para generar diferencias que, poco a poco, pueden poner en riesgo un matrimonio.

Y aunque se trata de un problema que en teoría debería ser resuelto por ambos miembros de la pareja, es común que la carga principal recaiga en la mujer, quien habrá de poner en acción toda su capacidad de administración para cubrir con poco presupuesto, las cuantiosas necesidades que existen dentro de la casa.

«Por lo general, las mujeres tendemos a asumir que todos los problemas relacionados con el hogar son exclusivamente de nuestra jurisdicción y no los tratamos con nuestra pareja, sino hasta que se convierten en verdaderos conflictos, lo cual hace más difícil la comunicación, y bloqueamos la capacidad de buscar soluciones objetivas que permitan ‘sacar a flote el barco que empieza a hundirse’; pero además, la relación matrimonial se ve también afectada, y de no detener a tiempo los malos entendidos, se pone en riesgo incluso la relación», explica la psicoterapeuta de parejas, Mariana Rivera.

La especialista advierte que los conflictos familiares no son del todo negativos, ya que nos dan la oportunidad de desarrollar buenos hábitos de comunicación entre los miembros de la familia, pero sobre todo, pueden ayudar a unir a la pareja siempre y cuando se tenga la capacidad de diálogo, el deseo de compartir y resolver la problemática, en lugar de verla como un elemento generador de violencia e incomprensión.

En este sentido, Mariana Rivera sugiere un buen punto de partida para evitar que el dinero sea el motivo de las desavenencias en una pareja: establecer estrategias para la distribución del efectivo, las cuales, desde luego, podrán modificarse de acuerdo con las necesidades que surjan, sin olvidar que la clave debe ser siempre gastar de forma ordenada y responsable.

La psicoterapeuta hace énfasis en la importancia de la comunicación en pareja: «Organizar los gastos es una excelente medida preventiva; pero, el hecho de que ambos compartan sus inquietudes, sus preocupaciones y sus sueños, les va a permitir no perder de vista las necesidades del otro y convertirse en su aliado. Cuando entendemos que ambos somos capaces de involucrarnos en nuestra propia vida familiar y de respetar los acuerdos establecidos, podemos estar seguros de que los problemas cotidianos y aún los conflictos más graves, no serán motivo de grandes disgustos porque tenemos la capacidad de comunicarnos con libertad y de buscar soluciones justas y eficientes para cualquier situación».

Si bien es cierto que el dinero nos permite obtener bienes materiales y cubrir ciertas necesidades, también lo es que la comunicación, el apoyo en la pareja y el esfuerzo por alcanzar objetivos juntos, son la clave para lograr el éxito de la vida en común.

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