Alexitimia, ¿te suena?
Acercarse a los profesionales de la medicina siempre es la mejor opción para tratar este tipo de padecimientos.
Dolido y molesto, Juan no podía dar crédito a lo que escuchaba, ¿cómo era posible que se negara a acompañarlo en un día tan importante?, por supuesto, su mamá y el resto de la familia compartían este sentimiento de enojo y frustración, mientras inexplicablemente su padre permanecía impávido, con la misma postura, incapaz de comprender la magnitud de la situación y malestar de su familia, simplemente no se explicaba la razón de la inconformidad.
La verdadera causa de la actitud paterna, no era que no compartiera el logro de su hijo y que no se sintiera orgulloso, el problema real radicaba en que el padre de Juan padecía alexitimia.
¿A dónde se fueron las emociones?
La doctora Jacqueline Cortés, médico psiquiatra adscrita al Departamento de Psicología Médica, Psiquiatría y Salud Mental de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que este padecimiento consiste en la incapacidad para identificar el componente afectivo de las emociones y, en consecuencia, no poder expresarlas verbalmente. “Les resulta imposible responder a estímulos a los que una persona sana reaccionaria de manera inmediata, pero es importante entender que no se trata de una actitud impuesta por ellos mismos, sino que ocurre de forma involuntaria, pues no solamente no pueden entender sus emociones, tampoco las de las personas que los rodean. De hecho saben que algo está mal hasta que las cosas se salen de control”.
El término alexitimia, puede no parecerte familiar y es que en realidad se trata de un desorden psicológico tan complejo, que aún cuando constantemente se realizan estudios al respecto, cada avance para descifrarlo genera nuevas expectativas y despierta más inquietudes en los científicos. Sin embargo, se sabe que es más frecuente su presencia en hombres que en mujeres, esto se debe a que la comunicación entre los hemisferios cerebrales femeninos, a diferencia de los masculinos, es mejor, ya que la estructura que los une (cuerpo calloso), es más voluptuosa, lo que facilita la interconexión neuronal.
Este trastorno cuyos síntomas de pronto pueden parecernos muy familiares, no se presenta de manera casual, de hecho, está estrechamente relacionado con otros desórdenes psicológicos como estrés postraumático, trastorno de pánico, anorexia, bulimia y adicciones.
Serenidad y paciencia
Una de las situaciones que caracterizan las relaciones de un alexitímico, afirma la psiquiatra Jacqueline Cortés, es el constante choque que esta dificultad para identificar las emociones causa, es lo que permite saber, tanto al paciente como a quienes lo rodean, que hay un cuadro de alexitima. “Esto hace que empiecen a disfuncionar de manera importante en las interacciones sociales que tienen, por ejemplo, alguien puede estar muy preocupado y el alexitímico como si nada, buscando su propia satisfacción, sin tomar en cuenta cómo se siente la otra persona”, indica.
La alexitimia es un padecimiento que dentro de todo el panorama gris que puede representar, tiene una parte muy positiva: es una oportunidad para reflexionar acerca de las personas que te rodean y que parece que nada es capaz de conmoverlas. Ahora que sabes que existe este trastorno, los verás de forma distinta, y antes de dar por hecho que su comportamiento responde a frustraciones añejas, podrás abrir la puerta para que se comuniquen y los ayudes a establecer relaciones humanas más sanas.