Algo Viejo

En esta ocasión conoceremos el origen de la palabra “restaurante”, el significado del brindis, la historia del Taj Mahal y, por último, una romántica leyenda que nos habla del origen del arroz. ¿Te interesa?

Restaurante
En el siglo XVIII, Boulanger abrió el primer establecimiento con venta de alimentos preparados en París. El lugar cobró fama porque en el servían un potaje tan pesado y caliente, que era capaz de restaurar a un ejército. Precisamente a partir de esta idea se colocó a la entrada del lugar un letrero que decía: “Venid a mí estómagos fatigados que yo os restauraré”, palabra que dio origen al nombre de este tipo lugares: “restaurante”.

Brindis
La palabra brindar proviene del alemán “bring dir’s”, y significa “yo te lo ofrezco”. Se dice que esta práctica viene de la Antigua Grecia como fruto de las grandes celebraciones sociales. En aquel entonces, la costumbre era que el anfitrión hundiera su copa dentro de la jarra de vino para, posteriormente, alzarla y dar un trago, garantizando así a los comensales que la bebida no contenía veneno, costumbre muy frecuente en esa época.

El Taj Mahal
El Taj Mahal fue construido por orden del emperador musulmán Shah Jahan en memoria del gran amor que le profesó a esposa favorita, Mumtaz Mahal, quien murió al dar a luz a su décimo cuarto hijo. El monarca y su tercera esposa se conocieron a la edad de 14 años y contrajeron nupcias cinco años después. Tras la pérdida de su máxima confidente, Shah Jahan ordenó la construcción del mausoleo tardando 22 años en ser concluido. Al poco tiempo, el emperador cayó enfermo, sus hijos se dividieron el reino y lo mandaron encarcelar. A su muerte, uno de ellos ordenó la construcción de un pequeño mausoleo dentro del Taj Mahal para que los restos de su padre descansaran cerca de su amada.

La leyenda del arroz
Cuenta la leyenda que el dios Shiva dio vida a Retua Dumila, hermosísima doncella, tan perfecta que no se parecía a nadie más. Complacido ante su obra, decidió hacerla su esposa a fin de nunca separarse de ella. La bella dama puso por condición que Shiva le proporcionara un alimento que jamás produjera hastío. Al mandar emisarios a la tierra y tras no encontrar el preciado manjar, la joven cayó en tan profunda tristeza que terminó por fallecer. Al cumplir 40 días de su muerte, brotó de su tumba una hermosa y extraña planta, cuya semilla era ese extraordinario manjar que el espíritu bondadoso de Retua Dumila había elaborado para felicidad de los mortales: el arroz.

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