El rol de la madre en la actualidad

En la vida moderna se observa cómo las madres de hoy están desafiando estereotipos y reglas culturales; ahora se preocupan por los trastornos de aprendizaje, los dentales y hasta los de conducta.

 

A las generaciones de los que hoy somos abuelos nos corregían con castigos severos y hasta con etiquetas; si no avanzaban en las calificaciones, los dejaban sin educación escolar, les conseguían un trabajo, bastaba con que aprendiera a leer y escribir, pasaban de niños a adultos. Decir que nadie nos enseña a ser padres es un mito, los patrones de educación se aprenden con los modelos de los padres, los abuelos y el entorno social.

Hoy en día las madres enfrentan varios desafíos, se preocupan por el cuidado de sus hijos, los enemigos están en todos lados, el uso de las drogas, el bullying. El abuso sexual a los niños es preocupante, ya no se puede confiar en dejarlos que salgan solos a los centros comerciales, que vayan a dormir a otra casa y hasta tienen que revisar los mensajes de su celular por si están recibiendo invitaciones de pederastas que se hacen pasar por sus amigos. ¡Qué triste panorama les toca a estas generaciones! Han perdido la libertad de la que gozamos de niños, las casas tenían las puertas abiertas y podíamos entrar sin tener invitación, hasta salir a jugar a la calle, jugar bajo la lluvia. Patrones tan importantes en donde los chicos aprenden a socializar, se fomenta la empatía y el liderazgo en los juegos de equipo.

 

Las madres de hoy necesitan ser sensibles para entender las emociones de sus hijos y firmes para aplicar límites. En la vida moderna están saturadas de estrés, sufren la doble jornada, llegan a casa a continuar con las tareas domésticas, las buenas madres revisan las tareas, se preocupan por los trastornos psicosociales de sus hijos causados por los problemas familiares. Los jóvenes, por estar frente a las pantallas, aunque usted no lo crea, presentan déficit de atención, apatía, pereza y falta de placer por las actividades cotidianas, necesitan la convivencia de sus pares.

Llama la atención el caso de Alex, como muchos jóvenes presenta trastorno de personalidad negativista desafiante (TND). Cuando sus padres se divorciaron, el papá se quedó con la custodia del hijo; la mamá viajaba por su trabajo. Después de diez años, falleció el padre y Alex regresó con mamá. Acostumbrado a gastar, la tarjeta de crédito, salir con amigos sin horario para regresar y desplazarse en carro, regresar con su madre ha sido un suplicio, Alex no acepta reglas. Mamá se queja de los gastos, pagar la universidad, no alcanza para pagar el seguro. Alex quiere dejar la escuela, vivir sin reglas, salir en el auto, reclama sus derechos y no acepta obligaciones. No entiende del peligro que es conducir un auto sin seguro.

 

Las mujeres profesionistas se clasifican en varios grupos: las que no quieren tener hijos, que son criticadas por no desear el rol de madre; las solteras con hijos, que conforman las familias monoparentales, y las que planearon tener una familia tradicional y se esfuerzan por ser madres nutricias: las que se preocupan por ofrecerles una buena alimentación, por la salud emocional, las que ayudan en las tareas escolares y ofrecen clases extraescolares: deportes, otro idioma, música y actividades artísticas, hasta llevarlos a terapia.

El bienestar emocional y la salud mental de las madres son aspectos cruciales en la maternidad actual. Las madres se quejan de la presión que enfrentan por cumplir con el rol de la súper mamá. En las grandes ciudades, el desafío es enorme, las distancias entre los centros escolares y el lugar de trabajo, se pierden horas en desplazarse con el tráfico cada vez más complicado, esto ocasiona estrés y falta de energía, influye hasta en los horarios para alimentarse.

 

Otro tema que es importante mencionar, las mujeres fieles a la religión sienten culpa por utilizar métodos anticonceptivos para planear su familia, lo que ocasiona que la pareja se desvitalice por el temor de otro embarazo. En otros casos sienten culpa por estar divorciadas y vivir con otra pareja, se sienten señaladas y fuera de su religión, temas delicados que la iglesia no se atreve a modernizar.

Los límites

Cuando los límites no están claros, nos sentirnos abrumados, resentidos y en familia se vuelve un caos. Sin límites claros, sin reglas, las personas pueden sentirse confundidas acerca de su posición y responsabilidades, y los jóvenes no adquieren respeto, ni responsabilidades. La falta de límites da lugar a conflictos y tensiones, casa persona impone sus reglas y no acepta la autoridad de sus superiores.

 

Como humanos tenemos preferencias, las mamás pueden tener un hijo favorito que obtiene privilegios, los hermanos van a reclamar y esa preferencia los vuelve enemigos. A la hija le cargan responsabilidades, se vuelve la “trabajadora doméstica”, ella tratará de poner límites, pero como es la hermana, no la toman en cuenta. Cuando se casa o incluso en el trabajo, ella va a permitir que le carguen las responsabilidades. Muchas mujeres quedan tan afectadas por ser hijas parentales que no se independizan y permanecen solteras. Todavía en algunas familias, con la pena, continúan con el modelo machista: la hija es la responsable y el varón goza de privilegios.

Es fundamental incluir a la pareja en las tareas del hogar, mostrar a los hijos que es importante cooperar con las labores domésticas. El modelo de educación escolar de Finlandia es motivo de reconocimiento, tienen materias para que los niños aprendan a cocinar como parte de la autonomía y la libertad en su futuro. Otra recomendación es establecer límites claros entre el trabajo y la vida familiar, buscar flexibilidad laboral cuando sea posible y delegar tareas para reducir la carga emocional y física de las mamás.

 

Priorizar el autocuidado y el tiempo de calidad con la familia son aspectos clave para mantener un equilibrio sostenible entre la vida laboral y familiar. Si piensan dar un regalo a la mamá con motivo o sin motivo, un día de descanso en un spa en donde reciba masaje, relajación, para que recargue su cuerpo de energía, es un magnífico regalo.

Recomendaciones

  • Para educar se necesitan tres reglas: ser firme, contundente (no se admite discusión) e inmediato (no guardar para informarle al padre o castigarlos después de tiempo).
  • La comunicación antes que la discusión.
  • Incluir a los hijos en las tareas del hogar y en la responsabilidad.
  • Enseñarlos a ser agradecidos y compasivos con el que está enfermo, con el vulnerable.
  • La empatía se aprende en casa.
  • El ahorro y el cuidado del dinero son patrones que se aprenden en casa.
  • No les pidas que no hagan lo que tú haces. Mentir, fumar, comprar de manera compulsiva, estar horas en el celular. “No fumes”, si los padres fuman de nada sirve decir que no lo hagan, se vuelve compulsión a repetir.
  • Los límites y aprender a decir no son básicos para la educación y el crecimiento mental a futuro.

 

* Rosa Chávez Cárdenas es psicóloga, homeópata y terapeuta. Visita su sitio web: www.rosachavez.com.mx Síguela en: https://www.facebook.com/DrRosaChavez y https://www.facebook.com/Tratamientointegral/ Comentarios a la autora: [email protected]

 

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