Prevención del hígado graso

México ocupa el primer lugar en obesidad, uno de los factores de riesgo más importantes para desarrollar hígado graso, condición ocasionada por la acumulación de grasa dentro de las células del hígado, que puede llevar a una inflamación comúnmente conocida como Esteatohepatitis y que puede evolucionar a fibrosis y cirrosis hepática, destacó la Fundación Mexicana para la Salud Hepática A.C. (FundHepa).

En conferencia realizada en el marco del Día de la Salud Hepática, FundHepa señaló que entre los factores de riesgo se encuentran: obesidad, diabetes tipo 2, dislipidemias, resistencia a la insulina, síndrome metabólico y nuestro país ocupa los primeros lugares en la mayoría de estas condiciones.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, en nuestro país, el 72% de las mujeres mayores de 20 años (20.52 millones de personas), tiene obesidad o sobrepeso, 66% de los hombres mayores de 20 años (16.96 millones de personas) y el 26% de niños en edad escolar (5.54 millones de personas).

 

Además, según los cálculos de la Federación Internacional de Diabetes, la prevalencia de la diabetes mellitus abarca el 11.9% de la población, y cerca del 50% de las personas diabéticas se desconocen como portadoras de la enfermedad. A nivel mundial, (de acuerdo a publicaciones científicas recientes), la diabetes mellitus tipo 2 se ha cuadriplicado de 1980 a la fecha; sin embargo, en México ha ido más allá, lo que nos ha llevado a estar entre los 10 países con mayor número de personas que viven con diabetes a nivel mundial.

Preocupados por estas cifras y bajo el lema “Salva a tu hígado”, la Fundación Mexicana para la Salud Hepática A.C. (FundHepa), llevó a cabo dos conferencias informativas, en las cuales participaron destacados especialistas del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, así como miembros del Comité Científico de FundHepa.

 

Cuando más de 5-10% del peso del hígado es por grasa se considera que la persona padece hígado graso, que si no se atiende puede progresar a Esteatohepatitis y posteriormente a Cirrosis Hepática y a Cáncer primario de Hígado  destacó el Dr. Enrique Wolpert Barraza, Presidente del Comité Científico de FundHepa.

En pacientes con diabetes es fundamental controlar adecuadamente los niveles de glucosa en sangre a través de control farmacológico, actividad física, alimentación, dieta saludable y hábitos de vida positivos, pero en lo que se refiere al cuidado del hígado, es de vital importancia evitar subir de peso y no aumentar la grasa abdominal. Aunado a ello, se aconseja acudir al médico y efectuar una o dos veces al  año una prueba de laboratorio para analizar la función hepática.

 

En Fundhepa han insistido en que el tratamiento y la prevención del hígado graso se basa en un cambio de hábitos alimenticios y ejercicio, entre lo que destaca mantener el peso adecuado, dieta de reducción de peso, control de enfermedades asociadas como la diabetes y las dislipidemias, realizar ejercicio aeróbico de 30 a 40 minutos al día, aumentar masa muscular con ejercicio con pesas o ligas y evitar la ingesta de alcohol.

El Dr Wolpert  señaló que tanto la diabetes como el cáncer de hígado son dos enfermedades con una incidencia creciente, por lo que invitó a todos los pacientes que han sido diagnosticados con diabetes a preocuparse por el estado de su hígado, y de igual manera quienes padecen enfermedades del hígado a platicar con su médico al respecto para identificar si coexiste con Diabetes y controlar sus niveles de glucosa en sangre para evitar riesgos en su salud.

 

Finalmente, mencionó que la esteatohepatitis es una de las causas más comunes del daño hepático crónico. Agregó que el hígado graso puede presentarse en niños y adultos, en personas delgadas y con sobrepeso. Asimismo, enfatizó que es posible tener hígado graso sin saberlo porque por lo general no da síntomas. A veces causa malestar, náusea y fatiga.

 

 

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