Sin discusiones

Sabemos que toda relación tiene sus crisis, incluso,
algunos terapeutas llegaron a pensar que la mejor cura para que evitar que la
ira se apoderara de nosotros era ser abiertos y expresar lo que se pensaba y se
sentía sin más. Actualmente, sabemos que dejar que nos controle el enojo no nos
hará sentir mejor ni emocional ni físicamente y más aún si esta discusión es
con la persona a la que amas.

Cuando hemos convivido con alguien por mucho tiempo
nos damos cuenta qué situaciones pueden ser una puerta para comenzar una
discusión; por ejemplo, la forma de comer de tu pareja. Entonces, tenemos la
opción de iniciar o evitar una pelea. Lo mejor es estar alerta a esas
situaciones y evitar dar pie a las discusiones innecesarias.


Cuando no se
logra llegar a un acuerdo entre los dos y se convierte en una discusión amarga,
la misma ira nos hace decir cosas que en realidad n
o sentimos y, mucho menos,
pensamos, pero que sabemos serán dolorosas para nuestro interlocutor. Las
palabras hirientes expresadas con ira se recuerdan por mucho tiempo y envenenan
la relación.

 

Expresar palabras agradables

Trata siempre de valorar más que criticar. Aún así,
tu pareja te colmará la paciencia y tendrás que mencionar el hecho. Tómate tu
tiempo y evita ser espontánea con la crítica. Comenta cosas agradables y
sutilmente comenta el hecho sin que suene a crítica. Si hay forma de
anticiparte a lo que tu pareja hará, y sabes que te va a desagradar, trata de
buscar alternativas y haz propuestas de opciones en las que ambos queden
contentos.

 

Evita culpar

Evita las frases: “Tú siempre…”, ”Tu nunca…”, “A
todo hora…”, “Diario es lo mismo…”, etcétera. Aún cuando tengas una buena
justificación para estar enojada, no lo expreses de esta manera, mejor opta por
expresar lo que tú estás sintiendo en ese momento: “Yo me siento mal porque
creo que no me pones atención cuando hablamos de los quehaceres”, “Yo pienso
que no me pusiste atención cuando te pedí que lavarás los platos porque estabas
viendo el fútbol, y eso me hace sentir mal”… Si tu pareja ya se dio cuenta que
cometió el error y no te lo dice, intenten buscar una solución juntos, pero sin
reproches.

 

Empatía con su ira

Si tu pareja irradia su ira o frustración, haz que
sepa que tú lo percibes. Evita responder a su ira con tu ira; siendo empática,
le harás sentir mejor ya que sabrá que estás conciente de sus sentimientos y se
calmará. No se trata de que le sigas la corriente, porque se dará cuenta y se
enojará aún más. Por ejemplo, “Sé que te molesta mucho que toquemos el tema de
tus amigos, y lo comprendo, yo me pongo igual cuando hablamos de los míos, por
eso me gustaría que lo habláramos con calma”.

 

Honestidad

Si te equivocaste y sabes que tu pareja no tarda en
reprochártelo, acepta la situación y responsabilízate de tus actos. Que tu
pareja sepa que fue un error y pídele consejo para remediarlo. Quizá él estaba
esperando una discusión y será un alivio saber que te interesa resolver el
problema y no discutirlo. Además, si él está involucrado en la solución, será
más fácil que se apoyen y sean más tolerantes unos con otros.

 

Ciertamente no es fácil eliminar las discusiones de
nuestra vida, y menos aún vivir con la bandera de paz en las peores tormentas,
pero esforzándonos un poco podremos cambiar las principales actitudes, esas que
nos prenden la mecha cual dinamita, y con ello mejorar la comunicación de
pareja para lograr una vida más armoniosa.

 

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