Venecia
Venecia es una maravillosa ciudad flotante
ubicada en la costa del Mar Adriático, su peculiar encanto cautiva a todos sus
visitantes quienes caen rendidos ante el romance que emanan sus antiguas
edificaciones, callejuelas, puentes y, sobre todo, sus bellos canales navegados
por góndolas.
El día de la boda derramarán amor contagiando a sus
invitados, esa será una experiencia que compartirán con los asistentes a su
Gran Día; pero en su luna de miel, el romance será una vivencia más íntima
donde sólo ustedes y Venecia serán los testigos de esta aventura amorosa, en
esta idílica ciudad.
Venecia, es un conjunto de pequeñas islas situadas al
nordeste de Italia sobre una laguna de agua salada en el Mar Adriático. La
magia de esta ciudad parece emerger del agua ya que está rodeada por canales y
las extensiones de tierra firme que se conectan por medio de, aproximadamente,
350 puentes. Así, entre sus canales y sus estrechas callejuelas, Venecia es un
fascinante laberinto.
A la Ciudad de los Canales, como se le nombra a
Venecia, se puede arribar en crucero, avión o por tierra. Para adentrarse en
ella hay que llegar a la Piazzale Roma, cruzar el Puente de la Libertad y, al
terminar el puente, comenzar la caminata por el laberinto veneciano en el cual
es muy fácil y grato perderse ya que cada rincón de la ciudad ofrece un
pintoresco escenario, un acogedor restaurante o alguna obra arquitectónica que
apreciar. Como detalle curioso, en las esquinas de las callejuelas, y para no
extraviarse, hay letreros con flechas que indican la dirección a seguir para
llegar a la Plaza de San Marcos, corazón de Venecia, así como a la Piazzale
Roma en el caso de que se desee salir de la ciudad.
El recorrido por la ciudad se puede hacer a pie, en
góndolas o en taxis, que en esta ciudad son embarcaciones que parten del Gran
Canal y los llevan a la Plaza de San Marcos, uno de los principales atractivos
de la ciudad.
La Plaza de San Marcos es una auténtica joya europea
que deja sin aliento a los visitantes quienes son seducidos por esta amplia
explanada rodeada por edificios de valor incalculable como la Básilica de San
Marcos y su campanario, el Palacio Ducal, la Torre del Reloj, la Logia y las
Procuradurías.
La Basílica de San Marcos es una majestuosa
construcción de estilo bizantino cuya fachada pricipal está conformada por
cinco portales decorados por columnas de mármol y mosaicos de oro que relantan
pasajes religiosos. En lo alto de la fachada se pueden apreciar cinco
exquisitas cúpulas y las réplicas de Los Cuatro Caballos de Bronce, esculpidos
por Lisipo. El interior del recinto es tesoro compuesto por tres naves con
planta en forma de cruz griega. Detrás del altar se encuentra el valioso
Retablo de Oro, una obra maestra de la orfebrería bizantina y veneciana
decorada con gemas incrustadas en
oro y plata.
El Campanario de San Marcos, es una esbelta torre de
casi 100 metros de altura, realizada en ladrillo y situada a un costado de la
Basílica. Desde su cumbre es posible apreciar una maravillosa vista panóramica
de la ciudad. A los pies del Campanario está localizada la Logia de Sansovino,
una exquisita obra decorada por las esculturas de Apolo, Mercurio, La Paz y
Palas Atenea.
Junto a la Básilica se encuentra el Palacio Ducal,
una de las obras más representativas del gótico veneciano con una elegancia
sublime. En las salas interiores del Palacio de los Dux, vale la pena
contemplar con detenimiento la opulencia de la decoración; aquí habrá que poner
atención a las obras de Pablo Veronés y Tintoretto, localizadas en la Sala del Consejo de los Diez, la Sala del Colegio, la Sala del Consejo Mayor
y la Escalera de Oro. También desde el interior se puede pasar a través
del famoso Puente de los Suspiros, que comunicaba el Palacio Ducal con las
oscuras celdas de la Prisión de la Inquisición, y era este paso el último
contacto de los prisioneros con el mundo exterior.
Después de recorrer la Plaza de San Marcos pueden
darse un delicioso descanso tomando una copa de vino en una de las terrazas de
los cafés ubicados en los portales de la Plaza y disfrutar de la música de las
orquestas que con sus melodías invitan a entregarse al romance en este sitio
tan especial.
Siguiendo el paseo por la Ciudad de los Canales, les
recomendamos visitar algunas
iglesias como San Moisés, con su fachada exquisitamente decorada; San Zacarías
que en su interior conserva un maravilloso retablo de Bellini; Santa María
Gloriosa dei Frari, la más famosa de Venecia después de la Basílica de San
Marcos, y la iglesia de Nuestra Señora de la Salud, monumental construcción
barroca de estructura octagonal con seis capillas.
La adorable Venecia esconde entre sus callejuelas y
canales algunos palacios que son dignos de visitar, tal es el caso del Palacio
Grassi, el Ca´Rezzonico y el Ca´d´Oro, una joya del gótico con fachada
finamente decorada con mármol y oro. La Galería Franchetti, ubicada en este
palacio, es poseedora de una preciosa colección de arte.
Para seguir deleitándose con las sedes artísticas de
esta ciudad, tendrán que acudir a La Galería de la Academia donde exhiben las
obras maestras de la pintura veneciana, uno de los principales puntos de
interés para los turistas que gustan del talento de pintores como Bellini,
Tiziano, Carpaccio, Tintoretto y Pablo Veronés. El Palacio Vernier dei Leoni,
cuenta con una de las colecciones de arte más prestigiosas del mundo, la
colección de arte moderno del Guggenheim con espléndidas obras de Picasso,
Kandinsky, Paul Klee, Pollock y Dalí, entre otros.
Si les queda un poco de tiempo libre y quieren
conocer más, pueden tomar una embarcación que los lleve a Murano, Burano y
Torcello, tres pequeñas islas cercanas a Venecia. En Murano el principal
atractivo son las fábricas de vidrio famoso a nivel internacional por la
calidad y elegancia de este trabajo artesanal. Burano es una pintoresca isla en
la que el colorido de sus fachadas y las piezas de fino encaje hecho a mano
hacen merecedora la visita. Y Torcello es una de las islas más bellas y antiguas
en la que se encuentra la Catedral de Santa Fosca y la Catedral de Asunción.
Si quieren disfrutar de una verdadera fiesta de
color y alegría al estilo italiano visiten Venecia en febrero, mes en el que se
lleva a cabo el tradicional carnaval donde los asistentes acuden con los
rostros cubiertos por máscaras.
Ahora que la hermosa Venecia los ha seducido, acudan
con su agente de viajes y hagan las reservaciones para pasar su luna de miel en
este rincón único en el mundo, en el que el amore
es el principal anfitrión.