Di no a las comparaciones
Resalta las cualidades positivas de tu pareja
y comunica lo que no te gusta sin herir sus sentimientos.
En el vínculo de pareja, el proceso de
aceptación de las cualidades y defectos es determinante para lograr la armonía.
Sin embargo, en algunas ocasiones, el recurso más utilizado para hablar de
inconformidades es la comparación. Pero, ¿te has puesto a pensar en lo que
siente tu pareja cada vez que le dices que tu papá, tu hermano o tu amigo hacen
las cosas mejor que él?
“Las comparaciones descalifican o anulan —afirma
Norma Contreras García, directora del Centro de Atención Psicológica en
Intervención en Crisis y Estrés Postraumático—. El mensaje implícito al
comparar provoca sentimientos dañinos se crean sentimientos de rechazo e
incompetencia, así se convierte en una amenaza constante para la otra persona:
‘Si no soy como quiere, entonces me puede dejar’, lo cual repercute en su
autoestima”.
Se trata hacerle saber lo que no te agrada a
través de una comunicación sin violencia, con respeto y amor. Al respecto, la
especialista señala: “Lo mejor es expresar directamente tus deseos: ‘Ni quiero
que seas el de hace dos décadas, ni que seas como el esposo de mi amiga, sino
que yo necesito de ti que tengas más tiempo para mí, porque me hace falta,
porque sería valioso para los dos, porque nos haría crecer como personas’, más
que utilizar a un tercero o a sí mismo en sus años de estudiante”.
Y ¿de qué manera es posible llegar a este
punto? De acuerdo a la especialista, antes de platicar con nuestra pareja,
platearnos: ¿Cómo puedo decir mi inconformidad sin tener que meter a nadie en
nuestra conversación?”. Así, puedes sugerir: “Fíjate que Fulanito va a un
gimnasio y se siente muy bien”. Aquí, no lo estás comparando; le estás
diciendo: alguien hizo tal cosa y le funcionó. Es diferente que: “Deberías
hacer lo que él, que bajó 10 kilos”, porque entonces sí le estás pidiendo que
sea como esa persona.
La psicóloga Norma Contreras indica que hay
un elemento muy importante que es la comunicación sin violencia: “Cuando
comparas o descalificas, violentas a la otra persona. La comunicación adecuada
se da a través de oraciones objetivas, sin juicios de valor, que se componen de
cuatro puntos. Por ejemplo: cuando tú no me avisas que vendrás tarde; yo me
siento preocupada; porque no sé si estás bien; por lo que te pido: me avises
que llegarás después de lo acostumbrado”.
Una relación de pareja que se basa en la
aceptación y la comunicación dará como resultado la armonía. Es sano expresar
tanto la admiración como las inconformidades hacia la otra persona, pero
siempre a través del respeto y no desde un sentimiento de enojo. Así, el vínculo
amoroso se hará más equilibrado y más fuerte, por eso: ¡Di no a las
comparaciones!