Quiero decirte mamá…
Querida mamá:
Me llena de emoción y alegría la idea de comenzar una nueva vida al lado de mi media naranja; pero me duele mucho dejarte, pues has sido para mí la mujer más maravillosa del mundo. En ti he encontrado a la mejor amiga, enfermera, consejera y terapeuta; eres mi consuelo, mi apoyo incondicional. Has vivido mis glorias y fracasos como propios y has aguanto todos mis caprichos. Mil gracias por todo lo que has hecho por mí.
Ahora que mi boda está tan cerca me siento confundida, ¿sabes?, mi estado de ánimo brinca de la alegría a la ira y de la emoción a la melancolía sin que yo pueda evitarlo; esto ha provocado que algunas veces mis comentarios sean irreflexivos, por lo que te quiero ofrecer una disculpa. Te quiero mucho, mamá, y nunca ha sido mi intención hacerte sentir mal.
Con esta confianza que te tengo, ahora que preparo mi boda, me atrevo a pedir tu ayuda para que este gran festejo resulte de verdad inolvidable; sé que no son nada fáciles estos favores, pero créeme que resultan súper importantes para mí.
Si me ves desesperada ante tus opiniones, por favor, no me tomes en serio. Siempre me ha gustado escucharte y tomo de tu sabiduría lo que más se adapta a mi personalidad y, en este caso, a mi boda.
Mi futura suegra es la mujer que le dio la vida a mi prometido, por eso la aprecio y quisiera ganarme su empatía y cariño; no te disgustes si me ves muy apegada a ella, tú siempre serás la mujer más importante de mi vida y mi amor por ti es y será siempre absoluto.
Este festejo es muy importante para mí, por lo que te pido le tengas paciencia a tu futura consuegra a fin de que logren llegar a un acuerdo para que sea armónico el color y tipo de vestido que ambas luzcan.
Quizá tu quieras cooperar con los gastos para hacer la boda más a tu estilo, pero por favor, respeta y acepta lo que mi novio y yo vamos eligiendo, acuérdate que este será nuestro Gran Día.
El que no pueda invitar a todas tus amigas no quiere decir que no te quiero o que no valoro todo lo que haces por mí, es sólo que los lugares no pueden ser tantos como quisiéramos.
Es un día muy especial y me encantaría verte súper guapa y arreglada, tu papel es muy importante: eres la mamá de la novia.
Cuando pido tu opinión es porque realmente quiero escuchar tu punto de vista; en esos casos sé muy objetiva.
Las decisiones que he tomado son muy importantes para mí y sé que a veces te cuesta trabajo entenderlas, por favor mamita, intenta comprenderme y no trates de compararlas con las que tú tomaste el día de tu boda.
Tu vestido de novia es muy lindo, pero yo también quiero tener el mío, uno a mi gusto y adecuado a mi personalidad. No te ofendas si rechazo tu propuesta de usar el tuyo.
En el día de la boda ¡relájate y goza la fiesta! Tú eres mi fuente de seguridad y si te veo contenta, aunque haya imprevistos o problemas, me sentiré mucho más tranquila.
La boda de la hija de tu mejor amiga fue linda, pero ella y yo tenemos gustos diferentes, por eso quiero un festejo a mi estilo. No me pidas que haga lo mismo que ella, te prometo que ésta será mucho mejor.
Sé que vas a estar encantada cuando comiencen a llegar los regalos y también sé que, por lo mucho que me quieres, quizás te molestes cuando veas algunos obsequios; pero de verdad mami, a nosotros no nos importa el contenido, la fiesta la damos por compartir nuestra alegría no por lo que vayamos a recibir.
Ante tus ojos siempre he sido vista como la más hermosa y eso me basta a mí, no es necesario que se lo digas a todos cuando me veas vestida de novia, toma en cuenta que para las otras mamás sus hijas siempre serán las más bellas.
Con todo el ajetreo de la boda voy a necesitar tu ayuda para arreglar mi velo, subir mi cauda o cuidar algunos pequeños detallitos de mi ajuar; cuando tú lo creas necesario hazme una seña y llévame a un lugar aparte para hacerlo sin que todos nos observen.
Y un último favor mamita linda, mientras estoy de luna de miel te encargo mucho que no olvides enviar mi vestido de novia a Specialty Cleaners para que se encarguen de su limpieza, así como mi ramo de flores naturales para preservarlo y tenerlo conmigo toda la vida, pues esos recuerdos me ayudarán a eternizar el Gran Día. Te dejo su teléfono: (01 33) 3121 7794.
Me siento mucho mejor ahora. Mil gracias por escucharme y espero, de corazón, que llegue el día en que yo pueda ser una mujer tan maravillosa como tú. Gracias por haberme recibido y amado con toda el alma.
Te adora y admira,
tu hija que pronto se casará…