Con el sello de mi tierra

En este mes patrio, y aprovechando que
las bodas temáticas se han vuelto tan recurrentes, una boda con estilo mexicano
será una estupenda opción para festejar tu juramento de amor. 

Optar por un festejo con aires mexicanos,
ya sea porque tienen contemplado recibir a un grupo de invitados procedentes
del extranjero o porque, simplemente, quieren exhibir las maravillas de nuestro
México lindo y querido, convertirá tu Gran Día en un recuerdo imborrable. Para
simplificar su organización, y de una manera muy general, podemos catalogar
estos festejos en dos: formales, con toda la sofisticación y glamour posibles,
e informales, mucho más relajados y, por lo general, dan comienzo al medio día
o en la tarde.

Boda
informal

Si el estilo de tu boda es más bien
informal, las opciones para la ambientación serán mucho más variadas y
coloridas. Comencemos con los matices vibrantes de rebozos y sarapes, texturas
que podrán ser utilizadas en cubremanteles y moños de la vestimenta de las
sillas e, incluso, podrían formar parte de la decoración de la pista de baile.

Jarrones y canastas de coloridos diseños se
convertirán en los protagonistas al fungir como folclóricos centros de mesa
repletos de escandalosos girasoles, dalias o hasta pequeñas y delicadas flores
silvestres acompañadas de aromáticas y deliciosas frutas de temporada. Una
manera bastante elegante de dar juego a estas maravillosas artesanías
mexicanas.

Si
tu festejo comienza con el calor del medio día, da la bienvenida a tus
invitados con una amplia gama de aguas frescas: limón con chía, jamaica o
ciruela amarilla, en lindos jarros de barro. Claro que no podrán faltar los
caballitos de vidrio soplado con un buen tequila o mezcal; a los más aventados puedes ofrecerles la
clásica banderita: un caballito de jugo de limón, un caballito de tequila y un
caballito de sangrita, se toman de un solo trago, de uno en uno, en el mismo
orden mencionado.

La comida no
tiene más límite que tu imaginación: una exquisita birria, un delicioso pozole
o una apetitosa barra de antojitos preparados al momento: quesadillas con flor
de calabaza o huitlacoche, enchiladas estilo Morelia, sopes, flautas, tamales
dorados, tortas ahogadas, etcétera. Delicias que servidas sobre las famosas
vajillas de barro darán un toque encantador a tu evento.

Una muy
cuidada selección de dulces mexicanos: alfajor, cocadas, dulces de leche, fruta
cristalizada y hasta arroz con leche o jericayas, podrían ser el postre ideal ya
sea para acompañar el típico pastel de bodas o, bien, para convertirse en un
delicioso cierre con broche de oro.

A la media
noche, unas tortas estilo el Santuario y unos buñuelos cubiertos de miel
acompañados por atole de masa, serán la delicia de aquellos que le han entrado
con singular alegría al tequila y a la desvelada.

Boda
formal

Las bodas mexicanas también tienen su
lado sofisticado, el secreto estará en lograr una cuidadosa selección de
elementos procurando no sobrecargar la ambientación. Los colores jugarán un
papel primordial, si bien habrá variedad, ésta será mesurada y siempre
contrastante. Así, el azul de la vajilla de Talavera podrá ser acompañado por
un exquisito color buganvilla en jarrones de vidrio soplado decorados con
elegantes alcatraces blancos.

Manteles
cortos bordados por expertas manos de mujeres chiapanecas o oaxaqueñas y hasta
manteles deshilados tipo Aguascalientes, en purísimos matices blancos,
contrastan perfecto con larga mantelería de colores vivos.

Los alimentos
también serán muy cuidados, habrá que elegir un menú acorde a lo que queremos
lograr con el entorno. La recomendación es optar por la alta cocina mexicana
para dejar asombrados a los paladares más exigentes gracias a sus
característicos ingredientes, fruto de esta preciosa tierra tan admirada por
propios y extraños. En este rubro, un buen chef especializado será tu mejor
aliado para ofrecer a tus comensales un recuerdo gustativo inolvidable. Vajilla
blanca o en baño de plata y cristalería de vidrio soplado serán estupendas
opciones para servir estas delicias.

Detalles
muy mexicanos

  • Hay dos elementos que no pueden faltar en toda boda mexicana: el
    mariachi ya sea para la bienvenida, la comida o para el cierre con broche
    de oro, y el tequila.
  • En el caso del atuendo de los caballeros, portar el traje típico
    será un honor siempre y cuando sea algo familiar para ellos, es decir, si
    provienen de una familia de charros, de otra manera se convertiría en un
    disfraz que puede demeritar hasta la boda más cuidada.
  • Brinda entretenimiento a tus invitados con un canario de la suerte.
    Así es, tener a uno de estos señores que llevan su jaulita de madera con
    un simpático canario que tomará al azar una pequeña tarjetita en la cual
    se leerá la suerte del interesado, será algo completamente inusual y
    también muy divertido para tus invitados.
  • Marimba: estos instrumentos típicos del sureste tienen un sonido
    espectacular, ideal para recibir melodiosamente a tus invitados o para
    amenizar la hora de la comida.
  • ¡Un cilindrero con todo y uniforme! En el D.F. a principios del
    siglo XX empezó una tradición que está a punto de extinguirse: el
    cilindrero, personaje que toca melancólicamente el organillo girando
    hábilmente la manivela, arrancando así hermosas melodías. Un opción maravillosa.
  • Rebozos: gracias a su elegancia esta prenda mexicana es,
    definitivamente, el mejor regalo que cualquier mujer puede recibir y más
    si son recuerdos obsequiados en épocas de invierno.
  • Ahora que se ha puesto de moda crear espacios alternos para ofrecer
    a los invitados zonas tranquilas donde disfrutar de una amena charla, un
    digestivo o un puro, un área creada con equipales resultará una idea
    bastante confortable para agasajar a tus comensales.
  • Calandria: ya sea como el transporte nupcial —siempre y cuando la
    iglesia se encuentre cercana al lugar de la celebración— o, bien, cómo
    ornamento dentro del jardín para que tus invitados se lleven una linda
    fotografía dentro de ella como recuerdo imborrable de tu boda.
  • Los fuegos artificiales, definitivamente, no pueden faltar en tu
    boda: a la llegada de los novios, al anochecer o al momento en que está la
    fiesta en todo su apogeo, será espectáculo asombroso.
  • Boda en un Pueblo Mágico: ¿por qué no? Cada día son más las parejas
    que optan por intercambiar sus juramentos de amor en pequeños poblados que
    por su belleza y tradiciones imprimen un toque encantador a tu evento, tal
    como San Miguel de Allende, Gto., Zacatecas, Zac., y hasta Mazamitla o
    Tequila, Jal. 

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