¿Ama de la paciencia o volcán a punto de estallar?
Si hay una virtud que se considera especialmente valiosa, es justamente la capacidad de mantener bajo control aún cuando las circunstancias nos condicionen a todo lo contrario, no en vano se dice que “la paciencia es de santos”.
Con un poquito de esfuerzo, ser ama de la paciencia es algo que todas podemos desarrollar. Lo principal es detectar si puedes guardar el equilibrio como un verdadero monje tibetano o te conviertes en “Hulk” a la menor provocación. ¡Descúbrete!
1. Cada vez que ingresas o abandonas las instalaciones de tu trabajo el personal de seguridad debe reportar tu hora de entrada y salida. El guardia tiene cerca de dos años en la empresa y todos los días le das tu nombre; sin embargo, te lo pregunta una y otra vez, ¿qué haces?
a) Contengo mi lado primitivo ante el público y entre dientes le contesto, aunque saliendo de ahí despotrico media hora contra él y su necedad.
b) Ya aprendí y tomo la delantera: antes de que me pregunte le digo cómo me llamo.
c) Le respondo con una sonrisa, entiendo que después de ver tanta gente le cueste retener los nombres de todos.
2. Entras con tu novio a una tienda en la que hay un grupo de niños corriendo sin control mientras su madre ve ropa sin la menor preocupación. Tú:
a) Le pides a tu pareja que se vayan de inmediato, pero antes te aseguras de que la mujer sepa tu molestia y si es posible, hasta le pones el pie a uno de los niños.
b) Te vas a otro lado y esperas a que el huracán haya pasado para regresar a ver lo que deseabas.
c) Comentas con tu novio la divertida que se deben estar metiendo los chiquillos y le cuentas una anécdota de tu infancia.
3. Desde que eras niña le has dicho a tu mamá que no te agrada que condimente la comida con ajo, pero una vez más te encuentras uno gigante en tu sopa. ¿Cómo reaccionas?
a) Pones la peor cara de desagrado que tienes, le recuerdas que le has dicho mil veces que no te gusta la comida así y te levantas de la mesa.
b) Antes de dar el primer bocado revisas perfectamente que no se vaya ni un pedacito del ajo y te dispones a comer.
c) No dices nada, sabes que siempre será así, de modo que solamente haces a un lado la pieza.
4. La persona con la que trabajas tiene problemas de concentración, por lo mismo es frecuente que entregue cosas distintas a las que le pediste, pese a que te aseguró que tenía clara la idea. ¿Qué haces?
a) Después de la segunda vez optas por hacerlo tú misma y, en lo sucesivo, no le vuelves a pedir nada.
b) Te aseguras de que anote todas las instrucciones que le diste y le das seguimiento constante a su labor.
c) No importa cuánto te tardes en que entienda, crees que lo relevante es que le quede clara su misión.
5. De diez no te falla una: cada vez que vas al cajero automático está descompuesto sin importar que se trate de distintos, el último que recorres es el del súper y ves que el gerente está justo a tu lado, ¿a qué te inspira la escena?
a) A decirle tres frescas, entre ellas que no se puede ser más ineficiente en la vida al ofrecer un servicio que nunca funciona.
b) A nada, me regresaría por donde vine y buscaría otra opción.
c) A sugerirle un par de opciones para asegurar que el servicio sea eficiente.
Mayoría de A
Definitivamente tienes la mecha muy corta. Eres tan exigente con los demás como lo eres contigo misma, te gustaría que todo marchara como la maquinaria de un reloj: a la perfección; pero, esto no es posible a menos que todo dependiera de ti, sólo así lograrías que las cosas salgan tal y como las esperas. Como eso no va a ocurrir es necesario que empieces a trabajar contigo misma y seas más empática con los demás, no antepongas la acción, sino a la persona y te será más sencillo entender por qué alguien actúa de tal o cual manera. No se trata de que justifiques sino de que comprendas sus razones, a partir de ahí en algunos casos podrás participar para lograr un cambio o, bien, podrás tomar medidas para que no te afecte tanto.
Mayoría de B
Tú vas por el mundo como los cisnes: cruzas el lago sin ensuciarte el plumaje. Aunque esto te ayuda a no generarte emociones negativas, también da la impresión de que no te importa lo que pase a tu alrededor. Recuerda que es necesario involucrarse en el mundo que nos rodea, te convendría buscar el equilibrio y no ser tan indiferente ante lo que sucede.
Mayoría de C
Podrías destacar en el mundo del circo como equilibrista. No solamente eres empática con los demás, sino que tienes una propuesta positiva para cada conflicto que se presenta, seguramente, eres como un remanso de paz para la gente que está cerca de ti. Lo único que podemos recomendarte es que no pierdas la chispa que te hace ver la vida desde esa perspectiva.