La siesta perfecta para aumentar tu productividad

Ya sea que necesites un impulso extra de energía para sobrellevar un día ajetreado o simplemente estés aburrido un domingo por la tarde, muchas veces lo único que necesitas es una simple siesta.

 

Pero seguro te ha pasado que después de dormirte un rato, te despiertas sintiéndote aún más cansado que antes. Al igual que el sueño nocturno, tomar una siesta es más complejo que solo cerrar los ojos y despertar.

«Para la mayoría de las personas, la siesta es una excelente forma de recargar energía», explica la Dra. Aarthi Ram, neuróloga especializada en medicina del sueño del Hospital Houston Methodist. «Además, tiene beneficios muy prácticos. Por ejemplo, una siesta puede ayudar a combatir la somnolencia al volante, un problema que provoca 328,000 accidentes automovilísticos al año, según la Fundación AAA para la Seguridad Vial de los Estados Unidos».

 

Beneficios de tomar una siesta

La Dra. Ram menciona que los principales beneficios de la siesta incluyen:

 

– Mayor productividad y rendimiento.

– Mejor estado de ánimo.

– Mayor nivel de alerta.

– Reducción del estrés.

De hecho, un estudio de la NASA realizado en 1995 reveló que una siesta puede mejorar el estado de alerta en más del 50% y el rendimiento en más del 30%. Pero si la siesta tiene tantos beneficios, ¿por qué algunas veces despiertas sintiéndote aturdido y desorientado? «No todas las siestas son iguales», advierte la Dra. Ram. «Lamentablemente, hay siestas que pueden dejarte peor que antes, pero evitarlas solo requiere un poco de planificación».

 

El tiempo lo es todo

Si crees que puedes dormir una hora en el sofá y despertar sintiéndote renovado, piénsalo dos veces. Según el estudio de la NASA, la siesta ideal dura aproximadamente 26 minutos. La Dra. Ram explica que el tiempo óptimo puede variar ligeramente entre personas, pero la regla general es que una buena siesta debe durar entre 20 y 30 minutos.

El problema de dormir más de 30 minutos es que corres el riesgo de entrar en las fases más profundas del sueño. Durante la noche, es crucial pasar suficiente tiempo en el sueño profundo, pero en una siesta ocurre lo contrario. «Si te despiertas en medio del sueño profundo, como en la fase REM, puedes experimentar lo que se conoce como inercia del sueño», explica la especialista. «Esto provoca una sensación de aturdimiento y desorientación, exactamente lo opuesto a lo que esperabas de tu siesta. Además, los efectos de la inercia del sueño pueden durar desde 30 minutos hasta varias horas».

 

También es importante considerar la hora del día en la que tomas tu siesta

«Si duermes demasiado temprano en la mañana, podrías alterar tu reloj biológico, ya que tu cerebro aún no está listo para dormir», advierte la Dra. Ram. «Y si duermes demasiado tarde en la tarde, podrías afectar tu capacidad de conciliar el sueño en la noche». La recomendación es tomar una siesta temprano en la tarde, entre las 2 y las 3 p.m.

Tres consejos para convertirte en un experto en siestas

1.- No duermas demasiado tiempo. La Dra. Ram recomienda poner una alarma para asegurarte de no dormir más de 30 minutos.

 

2.- Elige el lugar adecuado. Al igual que el sueño nocturno, una siesta debe tomarse en un ambiente oscuro y silencioso. Si no puedes encontrar una habitación oscura, usa un antifaz para dormir. Si el ruido es un problema, considera escuchar sonidos blancos para bloquear distracciones.

 

3.- Duerme en la primera mitad de la tarde. Piensa en la siesta como una taza de café: si ya es demasiado tarde para tomar café sin afectar tu sueño nocturno, probablemente también sea tarde para una siesta.

* Ubicado en el Centro Médico de Texas, el Hospital Houston Methodist es reconocido a nivel mundial por su investigación médica de vanguardia. Mayor información: https://global.houstonmethodist.org/ En redes: www.facebook.com/houstonmethodist www.twitter.com/MethodistHosp

 

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