Displasia de cadera, alteración ósea que afecta ocho veces más a las niñas

La displasia de cadera es el defecto de nacimiento más común en recién nacidos mexicanos con malformaciones osteomusculares, de acuerdo con el Informe del Sistema de Vigilancia Epidemiológica al 31 de enero de 2025. “La displasia de cadera es una alteración que no permite que la cabeza femoral encaje correctamente en la cavidad de la pelvis. Tanto en México como en el resto del mundo es más común en bebés del sexo femenino. Es decir, por cada 10 afectados, ocho son niñas”, explica el licenciado en órtesis y prótesis, René Govea Hernández, egresado del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) y director para México de Ottobock Academy.

 

¿Cómo se origina la displasia de cadera?

No se conoce una causa única para el desarrollo de la displasia de la cadera (DDH); sin embargo, se cree que son diversos los factores en la mujer embarazada que conducen a su presencia:

 

-Baja cantidad de líquido amniótico.

-Primer embarazo.

-Bebés en presentación podálica o de nalgas (vienen sentados).

-Antecedentes familiares.

 

Además, la DDH se puede diagnosticarse tras el parto durante el examen del recién nacido. Aunque también es posible que la displasia de cadera comience a presentarse después de meses del nacimiento y se descubra durante una revisión pediátrica.

“La displasia de cadera puede presentarse en una o ambas caderas y no todos los bebés se afectan en un mismo grado. De forma general existen tres formas de displasia de cadera: leve, moderada y severa. En la primera “la bola” del fémur está en la cavidad, pero es poco profunda y no entra por completo. El segundo grado es la moderada y se caracteriza porque «la bola” entra y sale de la pelvis. Y la displasia grave: “la bola” está completamente afuera de la cavidad (dislocada) debido a que la cavidad no está desarrollada”, indica Govea Hernández.

 

La órtesis Tübingen

Ottobock desarrolló la órtesis Tübingen para las infancias que tienen diagnóstico de displasia de cadera. Es un tipo de férula que crea las condiciones adecuadas para que la articulación de la cadera del bebé madure de forma completa. “La posición más adecuada para que la cadera madure es la llamada ‘posición en cuclillas-sentado’ que es la misma posición que el feto adopta antes del parto. Gracias a Tübingen, la articulación de cadera del bebé se flexiona en un ángulo de más de 90 grados”, precisa el experto.

Por su parte, el Instituto Internacional de Displasia de Cadera refiere que todo recién nacido debe ser revisado mediante un examen físico, así como técnicas de imagen como ultrasonido y, en caso necesario, rayos X. Además, es clave evitar envolver al bebé con los pies juntos ya que puede conducir a la displasia de cadera. Con el fin de promover unas caderas saludables, el bebé debe ser envuelto de forma tal que le permita flexionar o extender sus piernas. Esta posición permite un desarrolla natural y acuerdo de las articulaciones de la cadera.

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