Tips para planear tu boda sin morir en el intento
¡Por fin tú novio te ha pedido que te cases con él! Quizás ya lo esperabas o, por el contrario, te han sorprendido de la manera más linda de forma que la primera palabra que salió de tu boca fue un rotundo y sincero sí, mientras pasaba por tu mente la frase: “Sólo contigo quiero estar”, esbozándose en tu rostro una sonrisa de lado a lado y una mirada tan peculiar, llena de alegría, emoción y complicidad.
Hasta aquí todo parece muy encantador… Y así lo es hasta que familia, amigos y las chismosas redes sociales centraron su atención en esa esa brillante piedra que asomaba por encima de tu dedo rodeada de un lúminoso círculo para comenzar a bombardearte con los cuándo, cómo y dónde será: “Inmediatamente cuéntanoslo todo ¡y te ayudaremos a planearlo!”.
En ese momento es cuando dices, ¿perdón? La cabeza te empieza a dar vueltas y quieres salir huyendo lo más rápido posible. ¡Calma! Mantén todo bajo control y piensa que, aún cuando las generaciones anteriores exigían que los padres asumieran los costos por la tierna edad en la que la pareja decidía comprometerse, actualmente, la edad promedio se ha elevado dando paso a que sean los novios quienes se responsabilicen del costo de este gran paso, claro, algunas veces con el apoyo de múltiples familiares y amigos.
Para no morir en el intento, ten en mente que, aunque la boda involucra a múltiples invitados, tiene como figura central a solo dos personas: los novios. Ustedes estarán involucrados en la planificación y la organización de principio a fin, independientemente de que contraten a un planeador de bodas para que los guíe por en la coordinación o en caso de que prefieran emprender la ardua labor ustedes mismos.
El primer paso es sentarse a platicar en pareja sobre cómo quisieran que fuera este día tan especial, qué elementos son indispensables y, en términos muy generales, cómo es la fiesta de sus sueños. Por ejemplo, quizá la novia ha soñado con una boda a orillas de un precioso lago —y hasta ya sabe qué lago y dónde y en qué época, así somos las mujeres—, o tal vez ambos tiene en mente aquel salón de eventos tan bonito donde se celebró la boda de sus mejores amigos. Esto les dará la pauta para saber qué época del año es la más adecuada y a qué habrá que destinar un mayor presupuesto. Es solo un esbozo, poco a poco irán aterrizando el sueño.
En esta misma charla habrá que definir la fecha de la boda que podrán elegirla de acuerdo al sueño de la boda, es decir, si quieren un evento al aire libre, lo mejor será elegir un mes sin lluvias y con buen clima. Todo lo contrario si el plan es una boda en interior. También pueden elegir la fecha por algún motivo especial relacionado con su historia, como su aniversario. Hay que tomar en cuenta que planear un evento de esta magnitud lleva tiempo y aquí la recomendación es comenzar doce meses antes de la fecha.
Ya tienen una idea general de cómo será la boda y una fecha aproximada, ahora habrá que delimitar a cuánto asciende su presupuesto, es decir, de cuánto disponen para la celebración y la fiesta. Posteriormente, tendrán que delimitar cuántos invitados quieren tener, a quiénes invitarán y por qué, fijando así un número equitativo por cada uno para dimensionar el tamaño del evento. Ahora sí, podrán definir el estilo que quieren adoptar y, por ende, los posibles lugares donde podrían llevarlo a cabo.
Una vez clarificado lo que ambos desean, es momento de pensar en la contratación de un wedding planner, este profesional se adapta a tu presupuesto, contrario a lo que se piensa, los planificadores de eventos profesionales ofrecen diferentes planes de coordinación que va desde organizar toda la boda hasta coordinar ciertos aspectos; si ambos trabajan y disponen de poco tiempo libre, lo mejor es sacar una cita con un wedding planner, platicarles su idea de la boda y solicitar una cotización.
La segunda opción es organizar la boda ustedes mismos. Esta es una buena opción para parejas que disponen de tiempo libre, digamos que alguno de los dos labora media jornada o desde casa, esto facilita dedicar cierto tiempo cada día a la planeación y dar un seguimiento constante. Las publicacioens especializadas —como Fiancée Bodas—, ofrecen guías de planeación que facilitan la organización de la boda, desde planeadores de qué hacer mes con mes hasta el orden en que debe ingresar y salir el cortejo, la manera correcta de rotular invitaciones, es extenso la información de la que las parejas disponen actualmente.
Un tip más: como primer acercamiento a tu boda, puedes revisar los costos de los proveedores en rubros como lugares, flores, banquetes, recuerdos, invitaciones, servicio de fotografía y video, estos proveedores suelen colocar el costo de sus paquetes en su portal web o en sus redes sociales.
Ya con una idea más delineada sobre lo que esperan para el día de su boda, podrían acercarse a aquellas parejas de amigos y familiares que recién hayan contraido nupcias, ellos podrían sugerirles algunas opciones de proveedores, además de compartirles los pros y contras cómo les fue con cada prestador de servicio, qué detalle se les escapó, a cuál se le dio demasiada importancia, en fin, con base en sus comentarios, ustedes podrán tomar la mejor decisión.
Ahora sí, a soltar amarras y a empezar esta nueva aventura juntos.
* Mireille Yareth es comunicóloga e historiadora, contáctala en [email protected]