Fiancee BodasEl novio y las tradiciones de bodas
Muchas son las tradiciones que dictan lo que el novio debe hacer en cada etapa de la boda. Aquí te presentamos tres de las más comunes.
Tradiciones de bodas para el novio tan curiosas, como evitar ver el vestido de novia antes de la boda, lanzar la liga de la novia a los invitados novios y levantar en brazos a la novia para que cruce el umbral. Descubre los orígenes de estas tradiciones.
Ver el vestido de novia antes de la boda
Se considera de mala suerte que el novio vea el vestido de novia antes de la ceremonia, además, es augurio de un matrimonio de pesadilla.
Origen: en la época cuando los matrimonios eran arreglados era costumbre no permitir al novio ver a la novia antes de la boda debido a que la boda simbolizaba un negocio entre dos familias. El padre de la novia temía que si el futuro esposo conocía a la novia antes de la boda y la consideraba poco atractiva podía cancelar la boda, quedando en vergüenza la novia y su familia. Por tal razón se convirtió en una tradición que los novios se conocieran hasta el momento de la ceremonia de la boda. El velo que lleva la novia tenía el mismo propósito, mantener oculto el rostro de la prometida hasta el último momento para que el novio no pudiera verla.
Lanzar la liga de la novia
El novio le quita la liga a la novia y luego la lanza a los invitados hombres.
Origen: la tradición de lanzar la liga de la novia es originaria de Francia, data del siglo XV. En un principio los invitados corrían detrás de la novia intentando arrancarle la liga o un trozo de ella como símbolo de buena suerte. Este acto frecuentemente ocasionaba malos momentos para la novia, por lo que la tradición fue modificada. Actualmente, el novio retira seductoramente la liga a la novia con la intención de compartir su suerte con los hombres solteros invitados a la boda, arrojándola al aire, quien consigue atraparla, se dice, es el próximo en contraer matrimonio.
Llevar en brazos a la esposa para cruzar el umbral del nuevo hogar
El recién casado debe llevar en brazos a su esposa al momento de cruzar el umbral del nuevo hogar.
Origen: se dice que vienen de la Europa medieval, época donde resultaba escandaloso que una mujer mostrara entusiasmo por la pérdida de su virginidad; el hombre cargaba a su esposa para evitar que ella se mostrara demasiado ansiosa por consumar el matrimonio. En la Europa occidental, en cambio, se creía que eran tal los nervios de la novia al entrar al nuevo hogar que podía tropezar al cruzar la puerta, lo que acarrearía mala suerte al matrimonio, la mejor manera de evitarlo era cargando a la doncella. La tercer vertiente señala que en las antiguas culturas el umbral de la casa era considerado un semillero de acecho donde los malos espíritus estaban siempre presentes, la nueva esposa sería vulnerable a ellos sobre todo a través de las plantas de sus pies dándoles entrada a su nuevo hogar y a su matrimonio, razón por la cual, el caballero, se encargaba de evitar tan fatal suceso.
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