Escuela y trabajo, ¡sí se llevan!
Estás en la universidad y a tu puerta ha llegado una gran oportunidad de empleo, o simplemente tienes la intención de combinar ambas actividades, y aunque la idea te entusiasma, no puedes negar que, de pronto, te asalta la duda sobre si será posible realizar las dos tareas sin que llegues a saturarte física y mentalmente por los retos que esto implica.
Cumplir con dos tareas a la vez puede en teoría sonar complicado, pero los beneficios son inmensos. La preparación constante en cada escenario, te hará mirar al mundo de otra manera, pues nacerá en ti un sentimiento de responsabilidad único que durará toda una vida.
Laura Ortega, psicóloga y académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recomienda que lo primero es fijar propósitos cortos, en base a esto realizar un plan de trabajo para poder establecer prioridades con el fin de generar resultados favorables desechando cuestiones negativas: “Conocer nuestros objetivos primarios, permitirá organizar el tiempo que disponemos para realizar dichas tareas. De esta manera disfrutaremos de ambas cuestiones sin tener repercusiones que puedan mermar nuestra salud física o el desempeño en el colegio u oficina”.
Marcar en un calendario o agenda las fechas límite de entrega de deberes escolares y laborales delimitará mejor tu tiempo, organizarte puede ser la clave del éxito. Así sortearás los inconvenientes que surjan, incluso podrías tener momentos de distracción enriquecedores.
La especialista señala que cuando la planeación existe, administrar el tiempo se vuelve una tarea sencilla, “algunas partes de tu calendario serán inamovibles, como horarios de clases y trabajo, pero entre cada labor pueden surgir ratos libres que puedes aprovechar cómo mejor te convenga. Crear una rutina a la que puedas apegarte, pero que también se pueda ajustar en caso de que te aparezcan otras cosas significativas, evitará que llegues a sentir el tedio por la monotonía”.
Ten en cuenta que ahora dispondrás de un horario un poco apretado, por lo que es recomendable que cuando surja un proyecto laboral o escolar difícil, no dejes pasar el tiempo y lo realices cuanto antes. Identificar alguna prioridad y cumplir con ella en el menor tiempo te quitará presiones posteriores. Piensa que toda experiencia profesional, será positiva y ayudará en un futuro.
Distraerte entre horas muertas saliendo a caminar, o charlando con la gente a tu alrededor, son opciones que puedes efectuar cuando sientas que los momentos de estrés son elevados. La paciencia y el compromiso son vitales en estas condiciones de vida, así que hablar con tus profesores o tus jefes sobre tu situación, abrirá un panorama de oportunidades sin necesidad de sentir un esfuerzo agotador.
Para evitar un desgaste mayor se pueden tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Míralos como actividades diferentes. No te preocupes por el trabajo mientras estás en la escuela, ni viceversa. Mantenlos separados y concéntrate en uno a la vez.
- Pide con anticipación a tu superior ratos libres que puedan ser importantes en el ámbito académico. Así podrás prepararte para un examen o alguna exposición tranquilamente, y se podrán organizar con tiempo en la oficina.
- Disfruta la vida y la oportunidad que se te presenta. Incluye en tu calendario aquellas cosas que te hagan sentir bien y te llenen como persona.
Estudiar y trabajar al mismo tiempo representa un reto que la mayoría de la gente no se atrevería a enfrentar. Tú tampoco lo estarías haciendo si no tuvieras razones sólidas y una motivación. Ya sea tu deseo de pagarte la escuela, mantenerte sin deudas o porque buscas experiencia, ten tus objetivos siempre en mente cuando te sientas derrotado, y recuerda que el orden y la organización serán vitales para que logres un buen desempeño que te reditúe en la adquisición de experiencia y crecimiento en todos los ámbitos de tu vida.
* Fabián Rodríguez contáctalo en www.sermexico.org.mx, [email protected].