Los 10 para dejar al estrés fuera de tu boda
Ya tienes el precioso anillo en el dedo del corazón. Ya saben que pronto vivirán el día más feliz de sus vidas cuando por fin sean declarados marido y mujer. Pero, eso no basta para relajar tus nervios o ¿sí? Aterriza en la realidad y toma nota de lo que debes hacer para decirle adiós al estrés.
Como en todo, también existe un paso a paso para lograr una boda perfecta, es decir, no comenzarás por contratar al de la música o las invitaciones cuando todavía no tienes ni fecha ni hora y mucho menos lugar, ¿cierto? Bueno, pues con un poquito de paciencia y organización podrás crear un festejo inolvidable, cual cuento de hadas o luminaria de Hollywood, y tal como la princesa del cuento o la diva de la pasarela: sin una gota de estrés. ¿Quieres saber cómo?
1. Planeen juntos la boda que desean tener
Tómense un poco de tiempo en algún agradable y relajado lugar, y expongan el tipo de boda que desean tener. Cómo quieren materializar los sueños que tienes para ese Gran Día o qué es lo que él espera para la anhelada fecha. Con bosquejo en mano de lo que desean para el día más importante de sus vidas pongan fecha y hora. Y, a partir de ahí, se desencadenará todo como en efecto dominó.
2. Iglesia y lugar de la fiesta
La elección de la iglesia en la que quieren obtener la bendición de Dios para su unión, es de las primeras cosas que hay que hacer ya que puede ser que el día que han decidido casarse esté ocupado y tengan que mover fecha o lugar. O bien que la fecha esté disponible, pero no el horario.
Si por el contrario, desean que su celebración nupcial sea en el salón de eventos de moda o en algún otro en particular, lo ideal será que se presenten ahí lo más pronto posible para ver la disponibilidad de fechas así como los paquetes que ofrecen. Aún cuando la ciudad está llena de salones de eventos, también hay muchísima demanda, por lo que aún con un año y más de anticipación, podría ser que la fecha que desean ya esté ocupada. Y como con la iglesia, un cambio en el lugar puede ser determinante para que toda tu organización se vea modificada.
3. Haz un presupuesto
Sentarte con tu pareja a establecer un presupuesto es lo más sano que pueden hacer para llegar al altar con el menor estrés posible. Juntos vean sus capacidades económicas. El dinero que pueden generar desde que inician la planeación hasta poco antes de la boda y cómo es que lo pueden ir gastando.
Un presupuesto global te dará la idea del tipo de boda que podrías tener, ya que al establecer el techo financiero, éste te marcará la pauta de los lugares en los que puedes realizar la celebración y con cuánto podrás contar para tu arreglo personal, el de tu novio, las fotos, la ceremonia religiosa y civil, entre otros.
Es importante tomar en consideración los regalos familiares en efectivo una vez que éstos son cosa segura o de un pariente confiable ya que, a veces, por lo emotivo del anuncio del enlace hay personas que se comprometen a algo y a la hora de la hora quedan mal, lo que podría desbalancearlos terriblemente.
4. Contrata a un coordinador de bodas
Si el presupuesto te lo permite, lo ideal es que contrates a alguien que se haga cargo de todo lo relacionado con tu enlace religioso, civil y festejo, desde la contratación de los prestadores de servicios hasta el horario en el que deberás llegar a tal o cual lugar, o bien para que se haga cargo de los pequeños detalles que roban tiempo y tranquilidad.
Para quienes tienen un presupuesto apretado pueden apoyarse en las empresas que se dedican a servir banquetes, ellos ofrecen servicios muy completos y bien podrán ayudarlos a descargar algunos pendientes en la persona que se les asignen para su evento. Son especialistas, ese es su trabajo: hacer fiestas. Así que confíen en ellos y escuchen sus sugerencias.
5. Déjate llevar por los especialistas
Escuchar pocos consejos de amateurs y dejarse llevar por expertos es la clave. Siempre hay alguien bien intencionado que les dará un consejo, lo malo es que no siempre lo que le ha funcionado a otro, puede funcionarles a ustedes. Si a tu mejor amiga le salió perfecto el ahorrarse el toldo porque se casó en época de secas, puede que a ustedes que se casan en julio sea lo peor ya que la lluvia es casi garantizada. Eso siempre lo sabe un experto en la materia, y cada una de las personas que contratarán sabe cómo funciona el negocio al que se dedican, por ello tiene mucho más peso su comentario que el de familiares o amistades bien intencionados que suponen que tal o cual cosa pueda ser buena idea.
6. Lo que es obvio para ti, no lo es para los demás
Principio básico que te ahorrará dolores de cabeza y posteriores frustraciones y hasta corajes. Si tú deseas tal o cual cosa porque así lo imaginas, cerciórate de la mejor manera posible que el prestador de servicios están entendiéndote.
Y si tienes dudas, pregunta. Las palabras se hicieron para usarse, no para tener miedo de ellas. Así que dejen claras las letritas pequeñas de los contratos para que sepan desde el principio qué es lo esperarán por el servicio que están pagando. Evita suponer que esas preciosas flores blancas son lillis y pregunta si lo son, ¿qué tal que son claveles? Podrías llevarte sorpresas muy desagradables.
7. Prográmate
Hacer un calendario de actividades desde el principio te ayudará a programar tu tiempo con anticipación y a cubrir todos los aspectos que se requieren para una boda de sueños. Al final de Fiancée encontrarás una guía donde se detalla paso a paso lo que deberás hacer. Dependerá de ti y de lo creativa y organizada que seas, lo complejo o sencillo que esto pueda resultar. Tomen en cuenta que los imprevistos suceden, así que la flexibilidad para aceptar estos contratiempos será vital para que puedan llegar sanos y salvos al día de la boda.
8. Un poco de realidad
Por lo general, las mujeres somos más fantasiosas que los hombres, así que, en ocasiones, será más difícil materializar nuestros sueños, a veces porque es poco menos que imposible o porque, si es posible, resulta demasiado caro. O, bien, porque el vestido tipo merengue con el que nos visualizamos desde pequeñas ya está pasado de moda y usarlo no sería vintage sino ridículo. Acóplate a lo que el tiempo y las posibilidades te ofrezcan, sin que ello te haga sentir insatisfecha.
9. Check up final
Con un par de semanas de anticipación, o si tus nervios lo permiten, una semana antes, revisa con tu coordinador de bodas o con tus proveedores que todo esté en tiempo y forma tal como lo han dispuesto. Confirmen invitados y entreguen listas finales del acomodo de mesas a las edecanes. Lo demás, es trabajo de ellos.
10. Un día para ti
Hay muchas maneras de conseguir una buena relajación: un día completo de spa, un viajecito de fin de semana que te saque del estrés de la boda, un día de cama lleno de películas cursis y románticas junto a un bowl lleno de palomitas light —por aquello de que hay que entrar en el vestido—, y hasta realizar una actividad que te recuerde lo feliz que eres por lo que vives y por el gran cambio que estás por experimentar. ¡Consiéntete! Una boda es para
disfrutarse y no para sufrirse.
Fotografía
Jorge Tinajero, para Focal 74
Coordinación