Dalia, la flor de México

Con el colorido de sus pétalos, las dalias han conquistado al mundo entero y se han convertido en la flor nacional de México, admirada en muchos países por su belleza ornamental.

Los antiguos indígenas mexicanos descubrieron las dalias y se dieron a la tarea de domesticarla y cultivarla, creando nuevas variedades cocoxóchitl, el nombre original de las dalias.

 

A su llegada, los españoles quedaron fascinados con este tipo de flor a la cual bautizaron como jicamite. En 1784 Vicente Cervantes envió al director del Jardín Botánico de Madrid, el abate Cabanilles, algunas muestras y semillas de la flor cocoxóchitl; Cabanilles quedó maravillado con esta planta de la Nueva España a la cual estudió y cultivó para crear una nueva variedad a la que llamó dahlia variabilis, en honor al botánico Andreas Dahl.

 

Otro de los propósitos por el cual fue llevada a España, fue para utilizar sus raíces carnosas como alimento. Las dalias se propagaron rápidamente por los países nórdicos volviéndose muy populares por su tamaño y gran cantidad de pétalos que la hacían una flor ornamental muy apreciada por la reina Victoria.

 

Las dalias pertenecen al género de las plantas herbáceas, sus raíces son tuberculosas, sus hojas son en forma triangular con los bordes similares a los dientes de una sierra. Su tamaño va desde los 30 centímetros hasta un metro y sus ramas crecen de forma desordenada en forma de mata con gran número de hojas. Hay diez tipos de dalias, las cuales se pueden diferenciar por el color, la forma y el tamaño de la flor cuya resistencia es media siendo ideales para la elaboración de arreglos florales vistosos de costo
accesible.

 

En el hogar, las dalias se convierten en una buena opción para la decoración con flores naturales ya que no requieren cuidados excesivos, crecen en cualquier tipo de tierra y su mejor época es durante el verano y los inicios del otoño llenado de color los jardines.

 

Para su plantación lo más recomendable es hacerlo en un sitio a pleno sol, ya que las dalias no son aptas para lugares de sombra o medio sombreados. Antes de plantarse lo mejor es remover y abonar la tierra, siendo el otoño la mejor temporada para hacerlo.

 

Si se van a plantar varias plantas de dalias juntas se recomienda que si las flores son grandes hay que guardar una distancia de 90 centímetros entre una y otra, mientras que si las flores son medianas la distancia es de aproximadamente 60 centímetros y si las flores son pequeñas, 40 centímetros es la distancia ideal.

 

El riego debe de ser una vez por semana mientras la planta crece y cuando comienza la floración lo mejor es regarlas abundantemente dos veces por semana y hacerlo directamente al pie de la planta, evitando en lo posible mojar el follaje y las flores.   

 

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