Boda de playa: el vestuario
No hay nada que se compare con la paz, la armonía y el bienestar que provoca el sonido de las olas del mar que, en su cantar incesante, nos transporta a los lugares más íntimos del alma. Contemplar el intenso azul del mar nos lleva a pensar en un Dios que ama la belleza, que se deleita en ella y que en su inmensa generosidad nos comparte algo de su majestuosidad.
Existe una magia indescriptible, una belleza incomparable en el mar, lo que lo convierte en el escenario perfecto para una historia de amor… la historia de tu amor en el día de tu boda.
Montada en un risco, para protegerte de las caprichosas olas que tienden a apoderarse de la playa al atardecer, se encuentra la capilla, una especie de gazebo en color blanco decorada con flores blancas recién cortadas que aún despiden su aroma natural, contrastando con el césped color verde intenso que aún huele a humedad porque lo cortaron esta mañana; la mayoría de tus invitados saben que en las bodas de playa la vestimenta es más casual por lo cual llevarán zapatos cómodos con los que puedan caminar tanto en el césped como en la arena.
El contraste del verde del césped, el blanco de las sillas, flores y gazebo con el turquesa del mar, el blanco de las olas, el beige de la arena y el azul del cielo, crean un escenario idílico que irradia una magia única, propia de la belleza de la naturaleza, imposible de superar por el hombre.
Los invitados empiezan a llegar, vestidos todos ellos en diferentes tonos de beige hasta llegar al blanco; en esta ocasión no serás tú la única que se vista de blanco, como en las bodas tradicionales, pero tú estás perfectamente de acuerdo con eso, ya que tú eres mucho menos que tradicional, te encanta el mar, la naturaleza y te sabes única.
Desfilan por el césped damas con vaporosos y frescos vestidos, cortos y largos, en tonos arena, beige, blanco. Algunas traen cortes rectos, las más delgadas, otras hermosos vestidos de manta en cortes línea A, que se mueven con ellas al caminar. Se distinguen algunos vestidos de gasa con faldas en forma circular que se mueven con el caprichoso viento dándoles a las portadoras un aspecto de heroína de película romántica, cuyas faldas vuelan al enfrentarse con el viento en la orilla de un acantilado. La variedad de los estilos es infinita, solo existe una constante: la libertad y el movimiento. En esta ocasión las estructuras y las ostentaciones se quedarán guardadas en un cajón en casa. Todas las asistentes saben que en una boda de playa la joya más preciada es una piel dorada por el sol, que contrasta con sus vestidos claros y que destaca sus facciones como el mejor accesorio.
Se distinguen a lo lejos rostros iluminados con maquillajes sencillos, pestañas y cejas definidas enmarcando los ojos, mejillas bronceadas y labios brillosos. Cabelleras bien cepilladas, alguno que otro chongo en la parte baja de la nuca, solo para mantener el cabello en su lugar debido al viento siempre presente en este tipo de eventos. Trenzas y coletas para las más jóvenes y atrevidas. Pero sobre todo, ese aire chic de desenfado y de libertad que se disfruta siempre en la playa, donde lo chic, es ser tú mismo.
Sobre los hombros de las damas cuelgan bolsas medianas y pequeñas de rafia, macramé, tela o pieles muy ligeras, en tonos claros que hacen juego con el ambiente relajado del mar. Algunas llevan clutchs en tonos como el verde, aguamarina, naranja, que están de moda, en tamaños discretos y formas sencillas. Las asistentes a tu boda saben que no deben llevar nada que sea ostentoso a una boda de playa, razón por la cual escogieron accesorios en tonos tierra, beige, dorados y cobre.
Los grandes ausentes, las telas pesadas, el negro, los brillos y zapatos de tacón delgado, serán mejor recibidos en una fiesta de gala; en esta ocasión solo son bienvenidos el buen gusto y los colores similares a la arena y al mar.
Los caballeros que las acompañan lucen trajes de lino en tonos miel, beige y blanco. Algunos llevan solo pantalón y camisa de lino. Unos traen corbatas en tonos tierra, otros solo la camisa desabrochada, porque saben que ambas opciones están bien en una boda de este tipo. Los mocasines sin calcetines en tonos claros son un común denominador en los atuendos de los caballeros. Saben que en algún momento caminarán sobre la arena y que los calcetines pueden ser un gran estorbo en este tipo de caminatas.
Todos charlan, se saludan unos a otros, mientras la coordinadora del evento les pide tomen asiento. La música empieza a tocar, y en este momento todos saben que estás por llegar.
Tu novio, toma su lugar junto al juez, en el lado derecho del gazebo. Te espera con una gran sonrisa, y un poco nervioso, en su traje color arena de lino, con una camisa blanca y una corbata color coral. Como los demás asistentes, calza unos mocasines color miel. Lleva el cabello un poco despeinado, lo que le da ese aspecto sexy que tanto te gusta, además luce genial ahora que está un poco bronceado.
Todos voltean al final del pasillo para verte entrar. Tu novio, se transforma en el hombre más atractivo del planeta con esa hermosa sonrisa que solo tú puedes despertar en él. La sonrisa que todo hombre tiene guardada solo para la mujer de la que está enamorado.
Se queda pasmado al verte caminar por el pasillo: el hermoso vestido de gasa blanca que descansa sobre las curvas de tu cuerpo te hace parecer una escultura griega flotante, una ligera cauda te sigue, como si fuera la estela de un caro perfume. El dorado de tu piel contrasta con las blancas peonias y orquídeas que llevas en las manos. Tu cabello, sujeto solo por un pasador en la parte trasera de la nuca, crea un marco perfecto para tu rostro, que lleva solo un poco de rubor en las mejillas y que concentra toda la atención en tus ojos. La finura de tus formas y de tu vestuario permiten que resalte tu belleza natural, y este día estás más hermosa que nunca porque el mejor accesorio que te acompaña es esa belleza que irradia de dentro de ti al saberte amada.
Frente un escenario idílico le das el sí al hombre de tu vida. Con el mar ante tus ojos y, como fondo musical, el sonido de las olas teje una melodía con las suaves cuerdas de un violín. El viento rosando las mejillas de ambos, mueve tu cabello dándote ese aspecto sexy que a tu novio tanto le gusta. No haces ningún esfuerzo por acomodar tu cabello en su lugar. Solo respiras profundo, como queriendo absorber cada momento, cada palabra, cada aroma, y que se queden impregnados en tu memoria para siempre.
Después de una hermosa ceremonia, todos se preparan para ver el atardecer y hacer su primer brindis a la orilla del mar. Alguien sugiere descalzarse para caminar con más facilidad por la arena y todos siguen su ejemplo. Brindan al caer el sol, entre tonos azules, naranjas y rojos en el cielo, algunos con los pies dentro del agua, otros cuidándose de no rozar sus faldas en el mar.
Inicia la fiesta, notas musicales se escuchan cerca y se crea un ambiente afrodisíaco entre el sonido de las olas del mar y las notas musicales. Algunos con zapatos, otros descalzos, todos bailan y dejan las mesas decoradas con orquídeas y con conchas de mar, para pintar la pista baile de una variedad de colores parecidos a la arena del mar.
Pasan las horas y algunos se apartan un poco de la fiesta, caminan hacia el ahora oscuro mar para empezar su propia historia de amor… Otros te acompañan hasta el amanecer…
Juntos ven el inicio de un día más, las aves empiezan a volar sobre la playa, los primeros destellos del sol empiezan a despuntar, una gran variedad de azules colorean ahora el paisaje, el olor de la sal marina y la humedad de la brisa inundan el ambiente, inicia de nuevo un día más en el mar, pero para ti, no es solo un día más, es el primer día de tu nueva vida.
De ahora en adelante, cada vez que contemples el azul del mar, el rojo del atardecer y el vaivén de las olas, será como observar una instantánea del día de tu boda, recordarás esos mágicos momentos en los que empezó tu historia de amor.
* Mary Nevárez, Stylist Guide y miembro fundador de la Intercoiffure Mondial México, marynevarez.com, [email protected].
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Fotografía
Jade Mountain, www.jademountain.com
St.Lucia Weddings, www.elopetoparadiseweddings.com/
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