Tradiciones: pastel de bodas

Publicado por Fiancee Bodas en jueves, junio 28, 2012 · Deja tus Comentarios

Lo que hoy conocemos
como pastel de bodas, en sus inicios no fue más que un simple pan de cebada o
granos que el novio rompía sobre la cabeza de la novia como símbolo de
fertilidad, los invitados creían que las migas les darían suerte razón por la
cual las recogían para comerlas.

Todos nos hemos
deleitado con la tarta nupcial, ese trozo de dulzura que los novios comparten
con sus invitados y que ahora es tan común sustituir por una sofisticada barra
de postres, de dulces o hasta los ricos panqués o “cupcakes”. Esto no es
novedad, pues a lo largo del tiempo el pastel de bodas se ha ido modificando
conforme llegan las nuevas generaciones. Acá algunas antiguas tradiciones que
en algún tiempo, giraron entorno al bizcocho nupcial.

Origen del pastel de
bodas

Se cree que la tradición
del pastel de bodas tuvo su origen en el antiguo Imperio Romano donde el novio
comía un gran trozo de pan de cebada cocida, elaborado especialmente para la
boda, y rompía el resto sobre la cabeza de la novia. El pan simbolizaba la
ruptura del estado virginal de la novia y el dominio posterior del novio sobre
ella.

La tarta con anillo

Hacia el siglo XVII, se
dice que los pasteleros ingleses comenzaron a colocar un anillo dentro de cada
tarta nupcial, misma que estaba compuesta de panes dulces o salados. El
invitado que tuviera la fortuna de encontrar la sortija gozaría de un año lleno
de felicidad; más tarde el pastel fue destinado sólo las damas, la afortunada,
versaba el adagio, sería la próxima en casarse.

Pastel de boda y
bautizo

Para atraer la felicidad
a la pareja de recién casados, en Inglaterra se acostumbraba —y todavía hay
quien lo hace— guardar la cima del pastel de bodas o el trozo que se dieron a
comer mutuamente para congelarlo y volverlo a saborear en el primer aniversario
de bodas; inicialmente la tradición dictaba partirlo durante el bautizo del
primer hijo.

Dulces sueños