Turquía
Para aquellas parejas
que les gusta descubrir nuevos mundos, les tenemos una sugerencia fantástica:
un encuentro con el misterio.
niños soñamos con conocer porque lo escuchábamos constantemente en los cuentos,
aquellos en los que había alfombras mágicas, odaliscas, sultanes, harems,
mercaderes, bazares… ¡cómo soñábamos con visitar algún día ese mundo mágico!
Para tener un reencuentro con nuestras
fantasías infantiles no hay como viajar a un país exótico: Turquía. Su
excapital, Estambul, es una belleza en toda la extensión de la palabra.
Empezaremos con un breve relato de su
fascinante historia. Su fundación data del año 650 a. de C., cuando estuvo bajo
el dominio romano por lo que, en la actualidad, se han encontrado ruinas de esa
cultura en varios lugares del país. Constantino ‘el Grande’, gobernador y el
más famoso personaje de Turquía, hizo de la ciudad la capital del imperio
romano, que en aquel entonces, en su honor, se llamaba Constantinopla. Hacia
1550 se convirtió en el mayor centro cultural, político y comercial debido a su
ubicación y puerto natural.
Actualmente, la capital del país es Ankara; sin
embargo, Estambul sigue siendo la ciudad que crea su propia historia. Llegar a
Estambul es todo un espectáculo, sobre todo si la travesía es por barco, es
como remontarse a una de las ciudades de “Las mil y una noches”.
Visitar la Mezquita Azul con sus azulejos y
tapices de invaluable valor artístico es un sueño hecho realidad. Ésta fue
construida durante el reinado del decimocuarto sultán otomano, Ahmet I, entre
1603 y 1617. Es la mezquita más grande y fastuosa de Estambul, erigida en el
centro de la ciudad, antiguo emplazamiento de un hipódromo romano. Para su
construcción fueron utilizados 21,043 azulejos, hechos en los tallers del
palacio; las alfombras de cientos de metros cuadrados fueron tejidas en los
telares imperiales y los cristales de las lámparas de aceite fueron traídos del
extranjero. Su nombre se debe a la decoración interior de azulejos azules de
Íznik con motivos florales.
El Palacio Topkapi es uno de los más visitados
de Europa; posee una colección de arte tan extensa que sería imposible exhibir
todas las obras con las que cuentan. Este maravilloso palacio fue construido
sobre unas ruinas romanas y su extensión representa el doble de la ciudad del
Vaticano.
Otro
punto de gran interés es Santa Sofía, considerada la obra más grande y sagrada
de la época Bizantina, en la actualidad no es una iglesia ni una mezquita, pero
sí un museo. Dentro de él puedes detectar la influencia de las religiones y de
las culturas católicas e islámicas en sus decoraciones y frescos. Fue utilizada
como iglesia por 916 años y hoy es digna de una visita minuciosa.
No
sólo hay museos, también es muy agradable y divertido ir a orillas del Bosforo
donde hay restaurantes y terrazas de gran bullicio. Algo imposible de olvidar
son los días de los bazares; el gran bazar además de ser un lugar para objetos
como tapetes de gran calidad, artesanías y productos de piel es, en sí, un
espectáculo: el bullicio, el regateo, los personajes, todo es interesante y
divertido.
Al
salir de la ciudad hay un lugar llamado Capadocia, a más de 700 kilómetros de
Estambul, por lo que es más práctico realizar el viaje en avión. Permítanme
tratar de describir este interesante paisaje surrealista y fuera de lo
imaginado: es lunar, volcánico y sorprendente. Es una región de valles plagados
de formaciones rocosas con extrañas y caprichosas formas a las que se les conoce
como “chimeneas de hadas”. Durante los siglos V y VI cerca de mil comunidades
cristianas vivían en la Capadocia. Estos antiguos pobladores construyeron sus
iglesias y casas escarbando en las cavernas, en un principio esto lo hacían con
la finalidad de protegerse de los romanos. Podrán pasar días visitando este
inigualable lugar, encontrarán iglesias, monasterios con frescos de la época
bizantina muy bien conservados y ciudades subterráneas de hasta diez pisos de
profundidad donde los cristianos se escondían y subsistían hasta por seis meses
mientras eran invadidos.
Ahora
me dirán: “En estos exóticos y espectaculares lugares, ¿hay buenos y cómodos
hoteles?”. Pues sí. Estambul, por ejemplo, tiene gran oferta hotelera de todas
las categorías, desde gran lujo hasta hoteles de clase turista; en la
Capadocia, donde supondríamos que serían hoteles tipo hosterías o de estilo
rústico, resulta que han aprovechado las cuevas milenarias y han construido
hoteles increíbles, tal como el Hotel Yunak Evleri, erigido en una cueva que
data de hace mil cuatrocientos años; al entrar se encuentran con todas las
comodidades: baños de mármol, camas con edredones de plumas, jacuzzi y baño de
vapor en algunos cuartos, muebles y cortinas estilo otomano, pisos de madera
cubiertos por tapetes turcos de gran calidad. En otras palabras: todo el lujo
que encontrarían en cualquier lugar del mundo.
¡Qué
increíble!, ¿cierto? Un país de gran historia, gente encantadora y territorios
únicos, perfecto para un viaje de bodas verdaderamente de ensueño.
* Prego Viajes, Av.
Terranova No. 1200, Col. Providencia, Guadalajara, Jal., teléfono: (01 33) 1002
0000, www.pregoviajes.com/
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