Vecinos invasores

La convivencia con otras personas siempre es complicada, sobre todo
cuando se comparte un espacio habitacional. En estos casos, la mayoría de las
veces, pensamos que los demás tienen la culpa cuando este tipo de relaciones no
resulta tan buena como quisieramos. Y tú, ¿ya te has preguntado qué tipo de
vecino eres? ¡Descúbrelo!

1. Hay una reunión en tu casa y el único lugar libre para estacionarse
es el de tu vecino, que por lo regular nunca utiliza,
tú:

 

                                                   Fotografía: www.sxc.hu/

a) Te acercas y le preguntas si puedes dejar tu auto en su espacio.

b) Le dejas un recado en tu parabrisas que diga: “Si necesitas que mueva
mi auto, toca el timbre de la casa 34”.

c) Ni tardo ni perezoso, piensas: “De aquí soy”, te estacionas y no te
preocupas por saber si lo utilizará.

 

2. Haces la maravillosa fiesta que tenías planeada desde hace meses y es
claro que el volumen de la música no deja dormir a los demás. La dueña de la
casa de al lado toca a tu puerta y te pide que le bajes al aparato de sonido,
tu reacción es:

                                                               Fotografía: dreamstime.com

a) Le ofreces una disculpa, pues no te habías dado cuenta de cuan alto
estaba el volumen ni de lo tarde que era, así que le bajas.

 b) Le explicas que en un
par de horas acabará la fiesta, que aguante un poco, pronto todo el vecindario
podrá descansar.

c) Le dices: “Sí como no, ahorita”, te metes a tu casa y le subes
notablemente al volumen.

 

3. Abres la puerta de tu casa, sale el perro corriendo sin control
y asusta a la hija del vecino, tú:

                                                                    Fotografía: www.sxc.hu/

 a) Sujetas a la mascota y
ofreces disculpas por el mal momento que le hizo pasar a la niña.

b) Persigues al perro y lo metes a la casa sin cruzar palabra con nadie.

c) Al grito de: “No te
asustes, no muerde”, le lanzas una pelota a tu perro para que vaya por ella.

 

4. Llegó el gran día: se juega la gran final del fútbol americano e
invitaste a tus amigos a ver el partido en tu casa, movidos por la euforia te
sugieren jugar un “tochito”, ¿qué haces?

                                                     Fotografía: http://funnyordad.com

a) Propones ir a jugar al parque para no molestar a nadie.

b) Saltas del sillón y corres hacia la calle; eso sí, les pides que
tengan cuidado con los coches de los vecinos.

c) Te apoderas de la calle y a partir de ese momento nadie puede salir
de su casa sin el riesgo de recibir un fuerte balonazo.

 

5. El elevador del edificio no funciona y tu vecino que vive en el sexto
piso llega cargado de bolsas, tú:

                                                              Fotografía: dreamstime.com

 a) Dejas lo que estás haciendo, que por ahora no es urgente, y te
ofreces a ayudarlo.

b) Cargas algunas de sus bolsas, pero no será gratis; ahora ya sabes
quién se hará cargo de pedir el gas para tu casa.

c) Le das una palmada en el hombro y le dices: “Ánimo, ya no te falta
tanto”.

 

Mayoría de A

Un ejemplo a seguir. Eres el vecino que todos quisieran tener. Conoces
muy bien el significado de la palabra respeto, siempre piensas en los demás
antes de actuar y esto da como resultado que logres una excelente convivencia
con los que te rodean. Por si eso no fuera poco, también estás dispuesto a
ayudar en lo que puedes, seguramente cuando tú lo necesitas hay alguien dispuesto
a apoyarte. ¡Felicidades!

 

Mayoría de B

Ni fu, ni fa. Te caería muy bien ponerte por un momento en los zapatos
de los demás, así te darías cuenta de que la libertad propia termina cuando
comienza la de los otros. El hecho de que tengas tu propio espacio no indica
que tus vecinos tienen que adaptarse a tu manera de ser y vivir, ni tampoco de
darte algo a cambio de tu apoyo. Es recomendable que intentes mejorar tu
actitud, verás que al hacerlo, te sentirás mejor y tus vecinos lo notarán.

 

Mayoría de C

Vecino invasor. Lejos de que contribuyas a que mejore la convivencia con
las personas que te rodean, parece que te empeñas en hacer la vida pesada tanto
para ellos como para ti, pues no solamente tus vecinos se sienten incómodos,
alguna vez tú también habrás percibido una mala actitud por parte de ellos.
Cambiar este panorama está en tus manos y es muy sencillo: deja escapar una
sonrisa de vez en cuando, considera a los demás y practica las buenas acciones.

 

* Rogelio Mingüer, contáctalo en www.sermexico.org.mx,
[email protected].

 

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