Tu boda en verano

Del verano se hablan maravillas, que si el clima, que
si el paisaje, que si las vacaciones y la hermosa playa… pero de bodas ¡nada!
Tal pareciera que los futuros esposos huyen de las lluvias. No se equivoquen,
esta época es tan maravillosa como cualquier otra.


Por principio de cuentas, el verano trae consigo los
cotizados meses de “temporada baja” en asunto de festejos, así es, meses como
junio, julio y agosto son para la mayoría de los prestadores de servicios
épocas de agenda vacía. Desde ahí, ya podemos asegurar un considerable
descuento en la contratación de proveedores. Para empezar, creo que este
resulta un punto más que atractivo.

Y no es lo único prodigioso que tienen las
celebraciones en época de lluvias. Otro punto muy a su favor es la frescura de
su clima, sus hermosísimos paisajes —sobre todo cuando se realiza la fiesta en
espacios al aire libre o en contacto con la naturaleza—, una atmósfera súper
romántica y qué decir de la decoración que se presta para ser más colorida,
relajada y coquetona.

Pensando en todos los dones que nos ofrece la época
más refrescante del año, se me ha antojado enlistarte algunos consejos para hacer
que en tu boda vivas una deliciosa lluvia pero de halagos y buenos deseos. ¿Te
apuntas? 

– El lugar de la celebración religiosa y el salón de
eventos deberán contar con fáciles vías de acceso, caminos que no corran riesgo
de inundación en el temporal y aparcamiento pavimentado cercano.

–  Cualquier lugar es apto para la fiesta siempre y cuando se
tomen precauciones: salones cerrados con clima artificial, terrazas con piso y
caminos que no sean de tierra, para los jardines es conveniente rentar tarimas
para toda el área del festejo y carpas a doble altura con cortinas.

– Si el ingreso del salón —donde estará el valet
parking
— está descubierto, habrá que
alquilar un toldo o disponer de paraguas grandes para recibir a la
concurrencia.

– Con todo y lluvias, el calor estará en su apogeo, así
que imprimir el programa del evento o los menús en abanicos resultará una
opción maravillosa además de refrescante.

– En decoración no hay límites, desde el tradicional
verde-blanco, hasta colores vibrantes: naranja, amarillo, fucsia, morado.

– Si te gusta la temática de playa, es buen momento
para implementarla: azules, turquesas, detalles como conchas, corales,
caracoles y accesorios de inspiración marina tanto en la decoración como en la
papelería nupcial.

– Regalos para tus invitados: sandalias de plástico,
sombrillas, impermeables y hasta toallas de mano, resultarán más funcionales
que nunca. Recuerda que al adquirirlos por volumen, los costos reducen
bastante.

– Para tu pastel de bodas, opta por cobertura fondant,
es más resistente al calor que la crema chantilly o el tradicional betún. Las
tartas de frutas son otra buena elección.

– Para el menú elige platos frescos elaborados con
productos locales, evita caldos y cremas calientes.

– Si la boda es por la noche, no olvides el café, té o
chocolate y pan dulce.

– Para los peques: payasitos, mimos, magos o talleres
recreativos sustituyen perfecto los brincolines.

– El ajuar de la novia: texturas frescas y ligeras,
evita largas caudas, faldas o velos, podrían estropearse con los charcos. En
maquillaje y peinado, un look muy
natural te hará ver más hermosa.

– Las invitadas podrán decantarse por vestidos de
coctel en colores brillantes y melenas sueltas no tan elaboradas.

– El novio y los invitados pueden optar por trajes de
lino, súper frescos.

– Lo mejor de todo: la sesión de novios será estupenda,
el clima dará la pauta para que tu fotógrafo logre tomas inolvidables. Bueno,
acá hasta los paraguas lucirán preciosos.

– Luna de miel: no a los cruceros, sí a la playa si no
te incomoda la lluvia repentina y si no hay amenaza de huracán. La montaña, el
bosque, las ciudades coloniales y las grandes urbes cosmopolitas se vuelven
opciones estupendas.

– A no olvidar: paraguas e impermeables en el
transporte nupcial para evitar que lleguen estilando al festejo.

– Lo nuevo: botas de lluvia, tanto para la novia como
para el novio, las hay con estampados muy divertidos, podrán usarlas para los
traslados y posteriormente cambiarlas por su calzado normal.

– De antaño: llevar huevos al convento de Santa Clara
días antes de la boda, asegura un buen tiempo durante el festejo.

Y como dicen los
franceses: «Pluvieux Mariage, mariage
heureux», o lo que es lo mismo: «Boda lluviosa, matrimonio
feliz». O al estilo de los italianos: “Sposa bagnata, sposa
fortunata», es decir: “Novia mojada, novia afortunada”. La lluvia es
símbolo de fertilidad y abundancia, de manera que si Tlaloc te la envía,
¡recíbela con una sonrisa! ¡Felicidades!

 

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